Después de esa noche, Komaeda se tomó su tiempo para vagar por el campus, sin volver a su dormitorio, sin volver a clase. Se suponía que iba a ser suspendido, así que estaba bien. El comité probablemente pensó que estaba muerto, y no se habría sorprendido si su clase hubiera empezado a asumir lo mismo, siendo incapaz de llegar a ellos. En ese caso, era sólo un fantasma que nadie notaría.
Cuando volvió al edificio de la vieja escuela la noche siguiente y llamó a la puerta donde las chicas habían hablado con Kamukura, no recibió ninguna respuesta. O se fue con ellas o se había ido a algún lugar por su cuenta.
Hasta que averiguó a dónde fue, Komaeda decidió averiguar quiénes eran esas chicas. Como no las había visto antes, hizo una búsqueda rápida en la clase que llegaba y las investigó de la misma manera que había investigado a las estudiantes de su propia clase. Descubrió dos chicas que coincidían perfectamente con las dos que había visto. Tal como él pensaba, una de ellas era la Soldado Definitiva. La otra era la Fashionista Definitiva, un título bastante inofensivo para alguien que había visto pasar por encima de cadáveres con una zancada alegre.
Tenía que hacer algo al respecto. Ya sabía que Pico de la Esperanza no lo haría.
Ese lugar en el que había puesto toda su esperanza... ¿Cuándo había ido tan mal?
Puede que fuera un error desde el principio, cuando decidieron que podían fabricar una esperanza perfecta. Pero aún así, no habría deseado nada tan terrible a esos investigadores. No importa cuánto dolor le hicieran pasar, él había sido el único que aceptó las condiciones, creyendo con la misma fuerza en la esperanza de Kamukura Izuru. Aunque no le hubieran gustado, habían trabajado juntos por el mismo objetivo.
No tenía que gustarle, pero quería vengarse de ellos. Quería salvar a su esperanza de esas chicas, sin importar lo que pasara.
Desafortunadamente, esa resolución llegó un poco tarde.
Al día siguiente, antes de que pudiera encontrar Ikusaba y Enoshima, el consejo de estudiantes fue masacrado.
No había duda en su mente de quién era el responsable.
Un motín estalló en respuesta y los estudiantes del curso de reserva invadieron el edificio del curso principal, tratando de romper las puertas. Ninguno de ellos reconoció a Komaeda como miembro del curso principal, así que pudo hablar con algunos de ellos para averiguar qué estaba pasando.
Las cosas que le dijeron eran increíbles.
Parecía que alguien les había hablado del Proyecto Kamukura. Incluso si no sabían su nombre, eran conscientes de que el dinero de la matrícula del curso de la reserva se estaba canalizando hacia un proyecto de experimentación humana subterránea.
También afirmaron que el consejo estudiantil había sido asesinado por el mismo sujeto de los experimentos de la escuela. Komaeda no sabía qué pensar de eso, pero le hacía sentir incómodo. Todavía no había visto a Kamukura Izuru por sí mismo, así que no sabía cómo era, pero no quería creer que hubiera estado involucrado en las maquinaciones de Enoshima e Ikusaba, fueran cuales fueran. Sus acciones parecían llevar al curso de reserva a una profunda desesperación, así que si esa había sido su intención, entonces lo estaban logrando.
Kamukura Izuru fue un producto de la investigación de Pico de la Esperanza, pero Komaeda no quería creer que pudiera ser algo parecido a quiénes lo crearon.
