Capítulo 5: Reencuentro

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Luego de unos días llego el momento de entrar a la academia, nuestro adolescente se preparaba para llegar temprano, era el comienzo de algo grande, lo emocionaba después de todo y terminaría este martillo, dejo la mochila a un lado y empezó arreglarse los rebeldes rizos que se escapaban de sus lugares, en el marco de la puerta se presentaba una gran figura que ocupaba el lugar de ella sin dejar ninguna forma de escapar, dentro de sus manos se encontraban un ramo de flores anaranjadas, el menor como siempre ignoraba su presencia.

- ¿Me puedes explicar que se significa esto?-. Su tono era de fastidio, en pocas oportunidades tendía a tener ese acento con el menor, ya que la mayoría siempre era de arrogancia hacia él.

Este le dio poca importancia, pero al darse la vuelta se dio cuenta de las pequeñas flores que sujetaba en una de sus manos- Mierda-. Se maldijo dentro sus pensamientos, estaba muy confiado en que nadie lo descubriría. El mayor se cansó de esperar una respuesta y en un rápido movimiento lo agarró del cuello levantándolo para quedar cara a cara, Izuku no podía hacer nada en contra de él y aun con el quirk activado le era imposible, apretaba con fuerza sin llegar asfixiarlo lo suficiente.

- Mira mocoso, una más de tus estúpidas de flores y olvídate de las condiciones, olvídate de ella-. Lo lanzo hacia la cama y le dedico una de sus miradas, esta vez iba en serio.

Estaba agitado, rozo con la puntas de sus dedos la enrojecida piel, si quería tener su mundo de fantasía y de paz, tendría que dejar esa costumbre que había empezado por un simple impulso. Se tocó su frente y respiró hondo, necesitaba pensar, pero era el momento menos indicado se estaba haciendo tarde, se arregló lo más rápido que pudo, tomo una que otro bocado de pan y salió hacia su destino. Ya dentro del tren busco dentro de su mochila una barra de cereal energética, dio el primer mordisco y observo a través de la ventana los edificios que pasaban a una gran velocidad, era su única distracción por el momento, encima de ellos saltaban un héroe y no cualquiera, era el símbolo de paz.

- All Migth...-. Esas palabras habían escapado en un susurro, su ídolo en hace unos años atrás, soñaba con ser aquel hombre un dia y poder salvar a todos ¿Aun podía ser uno? Posiblemente cuando acabara todo esto- Maldición, tengo que tomar las pastillas-. Busco entre sus cosas, una píldora azulada de tamaño considerable, la puso entre sus dientes y la trago de una, odiaba ser empático consigo mismo o con los demás, odiaba su lado amable, odiaba todo de él. Vivir dentro de esos tratos lo había cambiado, no deseaba saber de su yo de antes, estaba sepultado muy bajo tierra o eso creía, esa pastilla era una que le recomendó el doctor si tenía "ataques de empatía" o ansiedad.

Después de estar un gran rato llego a la estación, con paso rápido salió de aquel lugar y se encamino a la academia, tuvo la dicha que la estación estuviera cerca de esta, ahora solo quedaba encontrar el aula asignada, tardo un par de minutos en encontrarlo era una puerta muy grande a su parecer, respiro hondo y abrió la enorme puerta que estaba frente a él.

- ¡No pongas tus pies en el escritorio! -. Se escuchaba una voz demandante al abrir la puerta, era alguien alto y con unos lentes rectangulares, se le hacía conocida aquella figura, probablemente estuvieron en la misma área.

- ¿Eh? -. Fijo su vista en la otra persona, no basto ni medio segundo para que supiera quien era, esa mirada y esos ojos los reconocían fácilmente, en todas las academias de todo Japón tendría que estar en el mismo bastando que le hizo miserable. Se lucia tan relajado y privilegiado a diferencia del otro chico que tenía una personalidad más correcta.

- ¿No crees que eso es descortés con los estudiantes superiores de UA y la gente que hizo el escritorio?

- No, ¿A qué secundaria fuiste, carácter lateral?-. Pronunciaba las palabras muy confiado, se nota que durante todos los años que paso no cambio los aires de superioridad.

YO SOY EL TRAIDOR [DEKU VILLANO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora