Agapi Mou - Park Jimin

a un metro de distancia

(kasia katalakis en multimedia)

--podemos hacer una inversión a mayor plazo, ya saben comprar acciones, lograr ser los mayores inversionistas, solo tenemos que encontrar un socio bastante competente...--neo me observa de manera interrogante mientras yo no se que contestarle, pues solo llegue a escuchar lo que me dijo antes de empezar la reunión, por lo que decido hacerme el entendido y asiento con mi cabeza hacia el, quien no parece para nada convencido con mi respuesta y decide pasar por alto mi falta de interés en esta--bien creo que hemos terminado por hoy, me encargare de que en la próxima reunión tengamos los próximos inversionistas, y lograr así avanzar con un plan mas especifico--los socios asienten mas que satisfechos con la respuesta de mi amigo, quien me da una mirada cargada de muchas palabras, y yo solo me hago el desentendido

salgo de la sala de reuniones con rumbo a mi oficina con la única intención de evitarlo, con la única intención de que mi amigo no me pesque en el camino y me llene de preguntas, preguntas que la verdad no sabría que contestar, pues ni yo mismo se que me ocurre, parezco que he viajado de nuevo a aquella época en donde era un chico de universidad al cual la chica que le había hecho el mejor sexo de su vida, no había despertado en su cama y por si se lo preguntan si entre en una gran depresión, y mas al notar que esta siquiera estudiaba allí, que era una chica de paso y que había tenido la mejor noche de mi vida con un fantasma, que no dejo ni el mas mínimo rastro de si, en lo que lo único que demostraba que había estado con ella, además de gran satisfacción y deseo de continuar sexualmente, había sido todas las marcas que me había dejado de los los besos que eran mas que pasados de tono, ademas de aquel antifaz que extrañamente tenia en los bolsillos traseros de sus pantalones y poso en mis ojos toda la noche, mientras hacia con migo lo que deseaba, de lo cual yo estaba mas que satisfecho y sediento de mas, un antifaz que aun conservo, un antifaz que a pesar de ser un material tan extraño, aun no encontraba el fabricante y no pude encontrarla, ahora se de quien se trata, se quien es ella, pero no me atrevo a ir con ella, no me atrevo a ir en busca de ella, pues no se las razones por la que ella me abandono en aquella cama aquel día, no se el por que no se quedo con migo, por que no dijo su nombre, tal vez solo fui una noche mas y rato de diversión, pero luego recuerdo lo que me dijo antes de desaparecer de la fiesta, recuerdo como me observaba y la frialdad, en la que quiso decir que ninguna mujer se podía acercar a mi, pues yo le pertenecía, ¿acaso yo lo había mal interpretado? ¿acaso solo fue idea mía, un loco juego de mi mente, al creer que la chica con la que he soñado todos estos años aun esta interesada en mi ? en definitiva estaba punto de enloquecer

noto como mi puerta es abierta sin ningun tipo de aviso, y doy una gran suspiro, por que creía que neo estaría muy ocupado en no se que cosa para que viniese a acosarme, con el fin de saber que ocurría por mi cabeza, pero no, este me observa como si se tratase de alguna loca pintura en una galería, que necesita ser examinada con mucha determinación y rigor, para así decidir si esta es una obra original o solo un simple plagio, por lo que yo solo levanto una ceja, y espero a que este de el primer golpe, algo que logro, ya que este solo da una leve sonrisa y precede a sentarse en la silla que esta frente ami escritorio, antes de soltar alguna estupidez que valla a decir

--no se como interpretar tu falta de interés en el mundo que te rodea, es que vamos... la fogosa y caliente elio de contaduría, ha pasado rosando de nuevo su trasero ante ti, y tu le has ignorado, algo muy distinto a lo que haz hecho en un largo año, luego de que la llevaste tu apartamento...--este entrecierra sus ojos y se acerca un poco mas hacia mi lugar como si acabase de descubrir algo--¿no me digas que tienes el síndrome del abandonado....? --ahora soy yo quien lo observa como si de un extraño artefacto se tratara pues no he entendido en nada de lo que habla, por lo que acerco mi espalda a mi cómodo asiento, y me motivo a mi mismo a hablar y seguir aquella charla tan extraña que ha empezado mi amigo