Capítulo 2

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Mientras transcurría la vida de esa sensible Charlotte, intentaban que nadie la hiciera dudar de si misma, pero era todo lo contrario, cada vez será más insegura, tímida y antisocial. Sus padres notaban todos esos cambios a la personalidad de ella, pero creían que era debido a su crecimiento y desarrollo. También lo notaban los demás integrantes de la familia, pero los padres seguían con la misma respuesta, completamente seguros.

Cada vez, esa que era una niña agradable y amorosa, ahora era más fría. En la escuela ya casi no hablaba, caundo antes era la más platicadora de su salón. Pero nadie le tomo importancia.

Por los pensamientos de Charlotte pasaba que ella era insuficiente, totalmente imperfecta, que estaba sola, nadie la quería y ni le daban importancia... En pocas palabras, su autoestima estaba por los suelos. Y lo peor de todo, es que no había persona con la que tuviera una gran confianza para contarle su sufrimiento emocional.

Hubo varias veces que pensaba hasta en quitarse la vida, tan solo siendo una niña, pero no tenía el gran coraje para atreverse a hacerlo, así que, su única alternativa era seguir sufriendo en vida, sola.

Todos los días en su vida eran iguales, por ejemplo, entre semana iba las mañanas a su escuela, saliendo llegaba a su casa a comer (por cierto, era su única comida en el día), después hacia su tarea y terminando, se acostaba en su cómoda y fría cama pensando en lo infeliz que era. Y ni hablar sobre sus fines de semana, pues sólo la razón por la que salía de su cuarto era para comer.

Ella iba creciendo, y cada vez subida la más triste, pues sus padres comenzaron a tener peleas y discusiones, y, aunque ya era un adolescente, era inevitable el que ella se sintiera mal. Había días en los que hasta su padre llegó a golpear a su madre enfrente de ella y sus cuatro hermanos, pero ellos sólo miraban como si fuera un acto normal y sin peligro. Ella se iba a su cuarto y lloraba en silencio la razón de esto era que nadie la escuchará, pues ella desde hace ya un largo tiempo que no mostraba sus emociones, y mucho menos decir las razones que ocasionarán tal emoción.

Día tras día, el entorno y su familia era peor, usar manos rebeldes peleando con sus padres, y entre sus padres mayor cantidad de discusiones, mientras ella solo observaba y escuchaba. Así era un día común en su vida.

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