Louis acababa de poner fin a su relación con Sam. No eran novios, realmente él no sabía ni cómo llamar a lo que tenían. Se atraían mucho y saltaban chispas cada vez que se veían, pero eso no era suficiente. Era una relación tormentosa y muy tóxica. Sam tenía novia, y aunque siempre le prometía a Louis que la dejaría para comprometerse con él, la promesa jamás se hacía realidad. Su falso "amor" se componía de verdades a medias, de encuentros sexuales fugaces en lugares donde no pudieran ser vistos y de planes a futuro que nunca llegaban a cumplirse.
Louis estaba muy enamorado de Sam, pero él no tanto del ojiazul. Era una forma de quererse dañina y autodestructiva. Se mentían a diario: Sam le mentía a Louis y Louis se mentía a sí mismo.
Hasta que, como esas cosas que acaban cayendo por su propio peso, la realidad le abofeteó la cara. Se dio cuenta de que jamás ocuparía el lugar que él deseaba tener en la vida de Sam. Siempre tendría que vivir en la sombra de esas relaciones que nunca han existido porque no pueden confesarse. Entonces sacando el poco coraje que le quedaba en su mermada autoestima decidió acabar con su pequeña tortura. Y empezar de nuevo.El nuevo inicio de Louis comenzó en Holmes Chapel , un pequeño pueblecito de Cheshire. Era el lugar perfecto para escapar durante unos días. Un escondite mágico donde desengancharse de la droga de la que él creía estar enamorado. Aunque nunca llegó a imaginarse que su verdadera historia de amor estaba por llegar.
Era verano y el sol brillaba con fuerza, a pesar de que en el corazón de Louis llovía como nunca. Después de un largo paseo por la playa y un baño para sofocar el asfixiante calor de esa tarde, decidió dirigirse al bar del hotel donde estaba alojada para tomarse una copa. Beber para olvidar y allí... se topó con Harry. Era el camarero del lugar, un chico joven, aparentemente amable y muy atractivo con unos ojos tan brillantes como las esmeraldas. Se pidió un gintonic y continuó ensimismada en sus pensamientos. Tras esa copa, vino otra. Era tarde y el bar ya estaba vacío. Solo quedaban él y él ojiverde.
"A esta la invito yo", dijo Harry mientras ponía los hielos en el vaso.
"Gracias", contestó Louis.
"Una mirada demasiado triste para una chico tan hermoso", volvió a interrumpir el ojiverde.
Louis no tenía demasiadas ganas de hablar, menos aún de dar explicaciones, pero sin saber exactamente por qué, ese chico le transmitía paz, le hacía sentirse cómodo, como en casa. Entablaron una conversación que se alargó hasta las tres de la mañana. Louis le contó el motivo de su viaje a Cheshire, le habló de Sam, y Harry le habló de su trabajo, de sus rutinas, de sus aficiones.
La historia se repitió durante los siguientes días. Louis pasaba las mañanas en la playa esperando a que llegara el único momento que lo hacía volver a sentirse realmente viva. Harry lo hacía reír con bromas absurdas, lo hacía trasladarse a un mundo en el que Sam no existía.
El último día de sus mini vacaciones, Louis fue al bar del hotel como siempre y Harry no estaba en la barra. Apareció de repente por detrás de él y le tapó los ojos
"Hoy la copa nos la tomamos en otro sitio", dijo.
Entonces, la llevó hasta la playa. Allí había preparado un pequeño picnic, con dos velas y unas copas con champán. Louis no podía creérselo, jamás nadie había hecho eso por él. Rompió a llorar superada por las emociones. Sam seguía en sus pensamientos, pero ahora era Harry el que estaba ocupando parte de su corazón.
Harry le secó las lágrimas y en ese mismo momento empezó a llover. Una tormenta de verano y después un beso. La calma. Todo parecía una verdadera metáfora de lo que Louis estaba viviendo. La tormenta de estos años con Sam y la calma de los labios de Harry. Su templanza, su manera de mirarla, la noche prosiguió su ritmo. El efecto del alcohol, la embriaguez de la pasión, el desenfrenado sexo a la orilla del mar.Los dos años siguientes mantuvieron una relación a distancia. El ojiverde se escapaba a Londres a verlo cada vez que podía y él pasaba sus veranos en Cheshire.
No fue fácil, pero mereció la pena. Louis pidió el traslado en el trabajo y ahora vive en Manchester, a tan solo 21 km de Holmes Chapel. Y ha empezado una nueva vida con Harry. Una vida en la que la tormenta queda atrás. Ahora ya solo puede salir el sol.A.
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But that's the way love is not? - Larry Stylinson
FanfictionOne Shots y escritos Larry en español. - Temática boyxboy - Si no te gusta simplemente no lo leas, los insultos no son necesarios, tpwk.