Discusión

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🧠👥

Divido entre quien era

Y quien solía ser

El reflejo, con mano de muerte

Entre sus garras lo atrapó.


Su corazón

a gritos sordos

Imploró por el alivio

Un alivio intangible

Que entre aguas oscuras perdió.


Perdido entre lagunas

Perversas

Fue succionado

Profundo

Hasta lo más denso.


Para que en su pecho marcara

Lo que su ser fragmentado

Se adueñara

Al olvidar.

Al olvidarme.


🧠👥

—Bien, aquí vamos —musitó el Doctor J, dando una última acomodada a cada uno de los instrumentos conectado al oído de Jungkook, y se alejó lento, mirándolo fijo—. Recuerde que debe estar muy quieto. Sólo será una descarga, pero le subiré un poco la intensidad para lograr un impulso neuronal. No es lo mismo que las 5 descargas, pero no podemos arriesgarnos.

Quizá era la luz, quizá era la hora, pero en el último vistazo que le dio Jungkook al Doctor, antes de que se refugiara tras su escritorio con el mando de la máquina, distinguió unas amplias ojeras sosteniendo forzosamente sus ojos cansados, tras los lentes. Entonces miró al techo, y respiró profundo.

Escuchó como el doctor encendía la máquina y arreglaba cada pequeña cosa mientras su cabeza, mareada, rogaba silenciosamente. El techo con huellas de humedad se volvió difuso cuando por impulso de su desesperación reprimida sus ojos se aguaron. Sus dedos presionaron el cuero de la camilla, su corazón rígido en sus latidos. ¿Podía, por favor, funcionar esa vez? ¿Por favor? ¿Por favor? ¿Por favor? ¿Era mucho pedirle a dios, al karma, al universo, a su cerebro que le devolviera su vida? Cerró los ojos y los apretó.

No notó que el doctor lo miraba fijo, mientras rogaba en discreción: —Intente despejarse. Intente tener la mente en blanco —pidió. Desde lejos podía verse la rigidez de sus hombros—. Si está pensando en muchas cosas para el momento de la descarga, puede que desvíe la atención de algún recuerdo.

Pasaron unos segundos hasta que Jungkook abrió los ojos. Respiró profundo.

—Sí, señor.

El dedo del doctor rozó el botón que activaba la descarga. Las modificaciones estaban hechas. Todo estaba listo. Suspiró a sus adentros. Aunque la última recomendación había sido para Jungkook, también funcionaba con el nudo que se hacía en su garganta, cada vez más apretado. Que no pensara en nada. Debía concentrarse, permanecer enfocado, porque... Sí, estaba preocupado. Tan preocupado como Jungkook. Estaba jodidamente preocupado porque no funcionara, porque de nuevo no funcionara su experimento y el cerebro de su paciente sufriera un nuevo daño. No necesitaba eso, él no necesitaba eso. No de nuevo. No de nuevo.

Fragmentado «KookTae»©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora