Comencé a caminar sin rumbo. No tenía un lugar específico al qué llegar. Eso hasta que me topé con ese parque. Era ese en el que nos conocimos, ese en el que escuché su voz por primera vez... ese en el que mi vida cambió por completo.
Suspiré, de nuevo, al recordar. Ya lo había hecho tantas veces en el día que hasta me empezaba a sentir mal por la cantidad de aire que tan despreocupadamente desperdiciaba.
Me senté en una banca y puse mis manos en mi cara. Acto seguido recargué mis codos en mis rodillas y simplemente cerré los ojos.
G—No puedo seguir así.—dije en voz baja para después quedarme en un silencio total.
De pronto sentí algo en mi hombro que me hizo levantar la vista. Era Samuel.
S—Guillermo, necesito hablar contigo.—me dijo de repente.
Se le veía serio aunque también se le notaba algo cansado. Podía escuchar su respiración algo agitada.
—"Ah. Viniste corriendo por mí."—pensé.
G—¿Quieres sentarte?—le pregunté mientras me hacía a un lado, dejándole así un espacio en la banca.
Él asintió con la cabeza y se sentó a mi lado. Pudo calmarse un poco, por lo que proseguí.
G—¿De qué querías hablarme?—le pregunté.
La verdad temía el tema que quería discutir conmigo. No quería hablar de esto con Samuel, ni con nadie. Él es mi mejor amigo pero, a pesar de eso, no sabría su reacción. Me da miedo.
De seguro Samuel ya no querría hablarme más, pero creo que sería lo mejor para mí. Llevo tiempo haciéndome a la idea de que va a rechazarme, y con más razón ahora que está Marlene.
Y para qué negarlo, ¡estoy ardiendo en celos! Y me hace sentir tan impotente saber que no puedo hacer nada, pero ya lo decidí. Tal vez me esté jugando demasiado nuestra amistad, pero si no hago algo, me voy a arrepentir toda la vida.
Está decidido. Hoy voy a decirle la verdad.
S—¿Qué pasó allá?—me preguntó.
G—Solo quería salir de ahí...—le dije,
Voy a tratar de ser lo mas sincero que pueda con él.
S—¿Salir? ¿De dónde ?—preguntó confundido.
G—Antes de que te responda algo más, ¿te molestaría que camináramos un poco?—le pregunté mientras me ponía de pie. Él hizo lo mismo.
S—¿Hacia donde?—podía notar verdadera confusión en su rostro, pero no estaba en el humor para responder esa clase de preguntas.
—"Samuel, te juro que si haces una pregunta más, voy a golpearte tan fuerte (pero con cariño) que vas a olvidar hasta el día en el que nos conocimos."—pensé.
G—Eso no importa—respondí mientras lo jalé del brazo para que se pusiera en marcha.
Empezamos a caminar a lo largo de un sendero de piedra rodeado de árboles, flores y por el césped se podían ver pequeños animales que corrían por ahí. También se podía notar el dulce aroma del algodón de azúcar que estaban preparando a unos cuantos metros de distancia.
El sol anaranjado se veía claramente en el horizonte y los pájaros cantaban una melodía digna de recordar.
G—Samuel... me iré de Madrid.—miré hacia el suelo.
S- ¿Por qué te vas? ¿me dejarás solo?—preguntó sorprendido.
G—No estás solo. Tienes a Marlene—respondí.
S—Pero tú eres mi mejor amigo. Además... ¿Qué tiene que ver Marlene en todo esto?—.
G—Ugh, Samuel. Es que yo flipo contigo. Llevamos tanto tiempo siendo amigos y aún mucho más desde que nos conocimos. Pero todavía no logro entender por qué parece que somos unos completos desconocidos—dije en un leve tono irritado.
¿De verdad no lo entiende?
S—¿Por qué dices eso?—me preguntó, confundido.
Había una fuente atrás de nosotros. Nos sentamos ahí y de nuevo puse mis manos en mi rostro. Nunca creí que fuera a decir esto.
G—Samuel... tú me gustas. Es por eso que me duele verte con Marlene, como también me duele estar cerca de ti sabiendo que tu corazón le pertenece a alguien que no soy yo. Sé que tú eres y serás feliz, pero yo ya no creo que pueda seguir así...—fui apartando poco a poco las manos de mi cara. Sabía claramente que de mis ojos salían lágrimas y ese olor dulce se había vuelto amargo al mezclarse con mi respiración.
Él estaba boquiabierto. Se quedó completamente en silencio y sus ojos me miraban perplejo.
G—Samuel, tengo que irme. Y no te preocupes, entiendo perfectamente que ya no quieras hablar conmigo.—me levanté, pero él me tomó de la muñeca, deteniéndome.
S—¿Por qué no me lo habías dicho antes?—dijo al fin.
G—¿Recuerdas aquel día en el que me dijiste que te ibas a casar?—...
•~•Creo Que Saben Que Significa•~•
Hasta Aquí El Capítulo 2 De Esta Historia. Espero Que Les Este Gustando, Si Es Así Agradecería Que La Voten Y Comenten. Bueno Y Como Siempre, Gracias. ¡Los Quiero Mucho! S.G. <3
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.-Ahora Que Estoy Solo-. (Fanfic Wigetta)
RomanceMi nombre es Guillermo Díaz y esta es la historia de como el amor de mi vida se me fue arrebatado de las manos, el día que más lo quise, me dejó, la vida aveces puede ser tan injusta, ¿Verdad, Samuel?...