Capítulo III

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Después de leer todo sobre aquel asesino, me sentía muy cansado, era apenas las 21:00 pero tenía sueño así que apague el ordenador y me dirigí hacia mi cama para poder dormir.

/A la mañana siguiente/

Sonó mi alarma a las 7:00, pero con ello divisé una notificación en mi correo, la universidad suspendió las clases durante 3 semanas, no especifico porqué.
Me lleno de intriga saber cuál era la causa, así que me aliste, y salí del departamento con destino a la universidad.
Llegué, se encontraban policías, ambulancias a las afueras, decidí acercarme a un policía y preguntar qué había pasado, pero no me respondió.
Así que decidí seguir indagando por mi cuenta, un grupo de periodistas estaba en el lugar, me acerque un poco para poder escuchar lo que decían, entonces supe que en la universidad ocurrió una masacre, 6 personas degolladas, 3 mujeres y 3 hombres. Cada uno de ellos en la frente con una arma blanca presuntamente, escritos "cogito".
Me aleje de los periodistas para que no sospecharan de mi.
Tal vez nuestro presunto asesino era alguien ilustrado me dije yo, pues varios reconocerán la frase "cogito, ergo sum" de René Descartes.
El famoso "pienso, luego existo", un poco raro, ¿cuál era el propósito del asesino?.
Pasó una semana más desde aquel asesinato masivo, y encontraron un caso parecido, pero esta vez, las personas asesinadas eran 4, marcados en la frente la palabra "ergo", una cosa tenía muy clara los próximos a morir iban hacer 3.
Fui a la escena del crimen, era un homicida prolijo, cuidaba sus detalles y sus huellas, ¿quién era y por qué lo hacía?, eran cosas que pasaban por mi cabeza, ¿qué razón tenía alguien para matar?.
Las víctimas sólo eran estudiantes de la universidad, el alcalde, frente a esto tomó una decisión, este periodo de clases, se suspende dijo él.
Le tenían miedo a un asesino, y quién no.
Había pasado otra semana más, el homicida volvió a actuar esta vez fueron 3, como lo había dicho antes, en la frente llevaban marcados la palabra "sum". Este tal vez era el fin.
Pero no lo era, apenas acababa de comenzar.
Un lunes, luego del asesinato, decidí visitar a Nicole, era mi vecina y yo estaba muy solo, no conocía a nadie, era tiempo de hacer amigos, me la pasaba tan pendiente de las noticias.
Salí de mi departamento, toque la puerta del departamento de Nicole, no respondió, toque por última vez y estaba a punto de irme, cuando sonó que se abría la puerta, era Nicole, con una sonrisa tímida y tonta le salude.
-¡¿Qué quieres?!
-Nada...sólo quería hablar...Al parecer no se encontraba de buen humor.
Cambio su gesto de enojada, y empezó a llorar frente a mi, no sabía que hacer, pasaron muchas cosas por mi mente, pensé en decirle que regresaba en otro momento, pero simplemente la abracé.
Pasaron minutos, ella intentaba dejar de llorar pero no podía, entonces tomé su mano y le susurré al oído.
-Mírame.
Ella alzó su rostro y me miró a los ojos, le mostré una sonrisa, y con mis dedos acomodé sus cabellos detrás de sus oídos. Ella sonrió.
Le pregunté que por qué estaba así. Y ella me respondió.
-Matt me engaño.
Me quede atónito por un momento, como alguien pudo engañar a una mujer tan hermosa, como ella.
-¿Cómo te enteraste?
Tal vez no fue la mejor respuesta, pero era la única que se vino a mi cabeza.
-Lo vi besarse con Diego.
-¿Matt era gay?
-Ni yo lo sabía.
Me quede sorprendido, a primera vista Matt no parecía ser homosexual, de hecho lo veía como el típico estudiante de universidad.
-No sé que decir.
Exacto dije eso, que respuesta para más estupida.
Ella se hecho a reír, y lo mismo hice yo. Intercambiamos risas, luego de un momento me invito a pasar a su apartamento, me senté en un sillón, ella alado mío, se llenó de completo silencio por un momento hasta que ella decidió romper el silencio con un:
-¿Tienes hambre?
-Umm, ahora que lo pienso bien, si.
Mire mi reloj, eran las 15:00, había perdido la noción del tiempo.
Se puso de pie, y preparó algo de comer súper rápido, cuando terminamos de comer, le ayude con los trastes, o sea lave yo. Estaba por irme, cuando llamaron a su puerta, ella abrió y era una amiga de ella, con otro amigo.
Se abrasaron las dos, no tenia ni idea de quién era su amiga y peor aún del tipo.
Entonces Nicole dijo:
-Jessica, te presento él es mi vecino Kevin.
-Mucho gusto dije yo, mostrando una sonrisa.
-Holis dijo Jessica.
-Kevin, él es Dan.
-Hola -dije yo-.
-Hola -respondió Dan-.
Entonces Dan estiró su mano y le di el apretón de manos correspondiente.
Todos estábamos en la sala de Nicole, Dan había traído cervezas y algunos snacks, estaban hablando sobre los recientes asesinatos. Nicole me pregunto:
-¿Crees que sea un estudiante o un médico?
-¿Por qué?-respondí un poco asombrado-.
-En las noticias salió que se lleva trofeos quirúrgicos.
-Enserio -exprese sorprendido-.
-Si, ¿crees que haga algo con ellos?
-Tal vez es un traficante de órganos -acotó Dan-.
-Si, pero y las marcas en la frente-respondió Jessica-.
Nicole se quedó por un momento sumergida en sus pensamientos, Dan y Jessica seguían hablando, yo me concentraba en el rostro de  Nicole, tenía un aspecto familiar, me parecía que en algún momento la conocí, en alguna ocasión tal vez.
Nicole, empezó a llorar de nuevo, pero esta vez Jessica la consoló, Dan y yo salimos al balcón, el saco un porro, sabía bien que era, el me ofreció, yo un poco temeroso acepté.
-Entonces Kevin, ¿te sorprende fumar con un asesino alado tuyo?
Lo mire fijamente, un poco asustado e impactado a la vez de la confesión de la cual me acaba de hacer.
-No, ¿por qué lo haría?, te ves muy inofensivo.
Se rio de una manera sarcástica.
-Tienes razón, si ni quiera soporto ver sangre.
-Débil.
Se rio otra vez, y me miro de nuevo, coloco su mano en mi hombro, y dijo:
-Nos vamos a llevar muy bien.
Me reí, de igual forma sarcástica y regresamos a la sala, todos se despidieron, Jessica y Dan regresarían a sus casas, yo me quede con Nicole.
-Kevin,¿crees que el amor y la muerte tengan un propósito?
-Pues, supongo que si, solo debemos buscarlo.
-Me canse de buscarlo.
Me miro a los ojos, mostrándome una sonrisa.
-Pues aquí en frente lo tienes -le dije, mientras me acercaba a sus labios-.
Entonces la bese y ella me siguió.

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