(i) IMBÉCILES
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Marnie Potter no tenía ni una sola gana de tener a Sirius Black en su casa.
Okay, puede que sienta un poquito de lástima, pero de ahí nada. Digo, ella entiende su deseo de escapar, pues ella creció oyendo esos relatos del terror de la boca del mismo Sirius, y francamente lo entiende, pero se le hace un tanto irritante el tener que convivir con él en el día a día.
El muy desgraciado llegó a la casa de los Potter hace ¿cuánto? ¿cinco días?, y ya era demasiado.
No es que Marnie tenga una rutina ni nada parecido, pues solo despierta, a veces se baña, ni si quiera se toma la molestia de vestirse en vacaciones, y pasa los días en su habitación, mimando a su gata, Artemis, escuchando a Led Zeppelin en el walkman que le robó a James, o simplemente, durmiendo.
Pero le molesta verlo en todos lados.
Al parecer, tendría que acostumbrarse a pasar el resto de las vacaciones con él ahí.
Sí, y una mierda.
Marnie dejó de acariciar a Artemis, la cuál bufó y se saltó de su pecho, cosa que a Marnie no podía importarle menos, es decir: ¡había estado alrededor de una hora haciéndole cariño, no puede quejarse! fueron sus pensamientos exactos.
Lo cierto es que tenía un poco de hambre, exactamente hambre de dulces.
Al levantarse de la cama, Artemis la miró y le dió la espalda. Era igual de orgullosa que su ama.
Marnie bufó con fastidio―¿Me perdonarás si te traigo una lata de atún?
Artemis no le hizo el menor caso y se acurrucó en la cama de la chica. Marnie terminó por rodar los ojos y salir de su habitación, sin importarle el estar en su pijama rojo con conejitos.
Bajó las escaleras con desgana, y llegó a la cocina solo para encontrarse a James y a Sirius jugando al snap explosivo en la mesa.
Estuvo a punto de irse cuando oyó la irritante voz de su hermano mellizo llamándola:
―¡Marnie!
Apretó los dientes y se giró, forzándose a sonreír, pero su sonrisa no le llegaba a los ojos, y mucho menos sus palabras y el tono hostil que usaba.
―¿Qué?
James no se sintió para nada atacado, ella, en su defecto, era así, y estaba un poco acostumbrado.
―¿No quieres jugar al snap explosivo?―le preguntó con una sonrisa retadora―: es más, Sirius ya no quiere jugar, ¿verdad, Sirius?
Sirius no entendía nada, pero asintió.
Lo cierto es que en estos últimos días James sentía que tenía a Marnie muy abandonada.
Se pasaba las tardes con su mejor amigo, jugando en el patio, haciendo bromas pesadas a los traúnsentes o comiendo helado con Peter y Remus en la heladería de Florean Fortescue.
Se sentía muy culpable de eso, ya que en vacaciones James presionaba a Marnie para que saliera de su habitación, y aunque en contra de su voluntad al inicio, Marnie siempre terminaba pasando una alegre tarde con su hermano, andando en bicicleta o riéndose de las personas.
Y James no creía que ella se lo estuviera pasando bien estando tan encerrada.
Marnie iba a responder cuando sintió algo peludo que rozaba su pierna izquierda. Artemis ronroneaba, cosa que hizo sonreír a la chica. La tomó en sus brazos, pero al mirar a su hermano, su sonrisa ya había desaparecido.
Ella solamente dijo no con sequedad.
Con decisión, fue al refrigerador, que estaba a espaldas de James. Sacó un flan embasado y la lata de atún que le prometió a Artemis, sosteniendo a la gata de rojizo pelaje en uno de sus brazos.
Y se marchó escaleras arriba; James estaba perplejo.
Marnie, al llegar a su habitación, la cuál tenía un letrero que decía: "Si no eres Satanás que viene a llevarme, no entres", dejó a Artemis en el suelo y buscó con la mirada el plato de comida de la gata. Lo encontró a pocos centímetros suyos, más cuando estuvo dispuesta a llenarle el tazón de atún, se dió cuenta de que no tenía un abrelatas.
Mil maldiciones salieron de su boca, dándose cuenta de que tampoco tenía una cuchara para el flan.
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Queridísima Marnie Moira:
¡Buenas!
No sé si me recuerdas ya que no me has enviado ninguna carta en todo el verano, pero por si se te olvido mi existencia ¡hola, soy yo, Lía, tu jodida mejor amiga!
Ya debería estar acostumbrada, pero tenía la esperanza de que esta vez fueras tú quién tome la iniciativa.
Bueno, de cualquier forma tengo algo que contarte, y es.. ¡redoble de tambores!:
¡Soy la prefecta de Ravenclaw! ¿No es increíble!
La verdad creí que elegirían a la hueca de Emily, pero nop, ¡soy yo! imagínate, podré descontar puntos, castigar alumnos, tendré acceso a los baños de prefectos (¡son un lujo!) y aún mejor, no pueden faltarme el respeto o los pondré a copiar unas líneas. ¡Le patearé el trasero a todos esos idiotas que me dicen rarita!
Y cambiando rotundamente de tema, ¿cuándo piensas dar el paso con Evans? ¡Eres muy lenta!
Puedes enviarle una carta para preguntarle por sus vacaciones, yo que sé.. ¡pero has algo, joder!Como sea, ¡papá te manda muchos saludos!
Y diciendo eso, me despidoTe quiere,
Lee, la más sexy de Hogwarts.
Esa chica estaba loca, pero Marnie la quería.
Lía Kennedy: una chica un tanto muy intensa, de enormes orbez verdes y cabello castaño, muy habladora y siempre con una energía que Marnie no sabía de donde sacaba.
Dar el paso, ¿ajá? Sí, claro. Hagamos como si tuviera una oportunidad con la chica de la cuál ha estado enamorada por cuatro años.
Ella Purnell interpreta a Lia uWu
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FLOWER POWER ━━━lily evans.
Fanfiction¡Bienvenidos al viaje de autodescubrimiento de una niña con problemas de ira y una pelirroja sabelotodo! era merodeadora ... lily evans x oc fem bella portada por @-jorxme