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Era de noche las luces del avión estaban apagadas, eran exactamente las cuatro de la mañana y nuestra querida Venezuela estaba dormida pero está despierta al sentir el clima frío de la capital Moscú bosteza para luego frotar sus ojos con las manos y mirar por la ventana las pequeñas luces de allá abajo.
—Señorita Venezuela—. Dijo la mujer para llamar la atención de la ocho estrellas.
—¿Si?—.
—Estamos por llegar al aeropuerto—.
—Esta bien, ya saco mis maletas—. Dijo tomando una postura derecha.
—Con su permiso—. Dijo para retirarse.
—Propio—. Suspiro—Ya estas aquí, ya no hay vuelta atrás—.
El avión había aterrizado y Venezuela estaba sacando sus maletas, no dejaba de pensar en sus nuevos negocios con el Ruso y está sería la primera vez que hablaría con el, ya lo había visto en reuniones antes con la onu pero nunca ha hablado con la potencia. Llego a un hotel un poco cerca del aeropuerto y se veía que era un hotel muy bueno, fue con la recepcionista y le había tocado la habitación 203 genial, tenía que subir escaleras; una vez adentró de la habitación sintió una hermosa cama llamándola diciéndole "Ven, ven conmigo Venezuela" pero decidió darse un baño primero, una vez terminado su baño se puso su pijama y una chaqueta color negro y se acordó que tenía que llamar a sus hermanos.
—Pero bueno Colombia, contesta—.
—Aló?—. Se escucho al otro lado de la línea era su hermano Panamá.
—Panamá ¿donde está Colombia?—. Pregunto al escuchar la voz de su hermano menor y no de Colombia.
—¿No te alegras de escucharme a mi?—. Dijo el panameño fingiendo disgusto.
—Claro que me alegra escucharte ¿como estás?—.
—Yo estoy bi—. Fue interrumpido por la Colombiana.
—Coño Panamá, ¿cuantas veces tengo que decirle que me pase el teléfono cuando llaman? Es mi teléfono me van a llamar es a mi, no a usted carechimba—. Dijo con voz molesta.
—Ay Colombia, no vayas a empezar—. Dijo fastidiado.
—Déjese de tanta maricada y deme el teléfono pues—.
Venezuela sólo escuchaba la discusión.
—Nojoda parce, encima es su hermana Venezuela... ¿Cómo está Vene? ¿Qué tal viaje?—. Preguntó.
—Estoy bien Colombia y el viaje pues... aburrido—. Dijo acordándose en la cama.
—Me imagino, mire y ¿usted cuando tiene la reunión con el Ruso?—.
—Supongo que mañana a las ocho, eso fue lo que dijo onu—.
Pasaron horas hablando, incluso Ecuador estaba hablando con ella pero los párpados de Venezuela fueron haciéndose pesados y cada vez bostezaba más seguido así que se despidió de sus hermanos para poder descansar.
Pasado
Era una tarde muy hermosa y pacífica, los hermanos tricolor estaban jugando en el parque y la Gran Colombia estaba sentado en una de las bancas leyendo el panorama. Los niños estaban jugando a las escondidas era el turno de Ecuador de contar y sus hermanas tendrían que esconderse Venezuela se escondió detrás de un árbol y Colombia detrás de su padre.
Pero la atención de la Venezolana se fue a un campo de flores más específicos "girasoles" Venezuela estaba fascinada con aquella vista pero quería ver más de cerca así que vio si su hermano aún estaba contando pero no le faltaba mucho para llegar al número treinta así que tendría que darse prisa, corrió lo más rápido hacia el campo y se adentró en el y cada vez iba más profundo.
—Y... ¡treinta! Listas o no allí voy—. Dijo el ecuatoriano dispuesto a encontrar a sus hermanas, al no encontrar a ninguna este recurre a la vieja confiable "pídele ayuda a tu padre"—Papá ¿viste a mis hermanas?—Pregunta el niño notando algo raro detrás de su padre.
—No, no se donde están hijo—. Dijo entre risas.
El pequeño va lentamente hacia esa cosa que se movía detrás de su padre, y este vio a la pequeña de cabellos rubios.
—¡Te encontré!—. Dijo poniendo sus manos en los hombros de su hermana, este al no ver las estrellas vio que no se trataba de Venezuela.
—Niños busquen a Venezuela, ya tenemos que irnos—. Dijo la Gran Colombia.
—Si padre—. Dijeron los dos al unísono.
Buscaron a Venezuela por todos lados, llamaban a su nombre pero está no respondía hasta por debajo de las piedras buscaban y no encontraban a su hermana se comenzaron a preocupar y llamaron a su padre este enseguida se une a la búsqueda y tampoco da resultado, el mayor llega al campo de girasoles y comienza a gritar el nombre de su pequeña Venezuela. La Venezolana escucho los gritos, pero lastimosamente ellos a ella no.
—Todo por querer venir a este estúpido campo—. Dejo de escuchar los gritos y eso la preocupo, no sabía a donde ir así que sólo se sentó a llorar y comenzó a darse por pérdida, creía que nunca la encontrarían y ahora ella estaría sola y comiendo girasoles para sobrevivir.
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Heyy qlq hermosas criaturas de Diosito.
Como pueden ver, los que conocen está historia... no, no es una copia y está no es una cuenta fake es mi cuenta secundaria hasta los momentos mientras que veo como recupero mi anterior cuenta de JustAnyeli la verdad dudo mucho recuperarla ;-;.
pEeeEero no cancelare "Mi protector" la verdad yo soy una persona muy arrecha (Nah mentira) y vi sus comentarios de apoyo y ver que querían más capítulos la verdad me puso mal.
Gracias ItsNewty por hacerme sentir mal.
Bueno mis amores nos leemos pronto~