La alarma se activa avisando que ya eran las siete de la mañana y tendría que alistarse para su primera reunión con el Ruso, se levantó de su cama con pereza y mientras bostezaba y frotaba sus ojos buscaba la toalla, después de su baño y cepillarse los dientes se maquillo un poco y se vistió para luego salir y tomar un taxi. El camino se hizo corto debido a sus pensamientos ¿como será está nueva "amistad"? Estaba un poco nerviosa y al darse cuenta de su llegada al restaurante no dejaba de jugar con su cabello, una vez pagado el taxi respiró profundo y decidió entrar se sentó en una mesa que estaba en una de las esquinas y un mesero no tardo en atenderla.
—Доброе утро, мисс, могу я принять ваш заказ? (Buenos días señorita, ¿puedo tomar su orden?)—Pregunto con voz amable.
—Спасибо, но я жду кого-то (Gracias, pero estoy esperando a alguien)—Dijo con una sonrisa.
—Извините (Con permiso )—. Dijo para retirarse.
—Своя (Propio)—. Suspiro.
Venezuela agradecía una y mil veces a la onu por haberle enseñado el lenguaje ruso, podría sólo haber aprendido inglés y ya con eso podría defenderse pero según onu aquí se trata de evitar el lenguaje "capitalista" así que no le quedó de otra que aprender ese idioma complicado para ella.
Y así pasaron los segundos, minutos y horas y el Ruso no aparecía Venezuela ya estaba perdiendo la paciencia acaso ese ser ¿no conocía la puntualidad y la responsabilidad? Decidió sacar su teléfono y jugar "Candy crush" mientras esperaba al ruso.
Pasado
Ya era de noche y Venezuela seguía llorando sus ojos ya estaban rojos y hinchados, estaba acostada mirando las estrellas todo hasta escuchar unos pasos se quedó callada y quieta esperando a que aquellos pasos volvieran a escucharse y efectivamente volvieron a escucharse sin pensarlo comenzó a correr hacia ese sonido pensando que era su padre, sólo pensaba en volver con su padre y hermanos de nuevo. No veía nada así que tropezó con una piedra haciendo que soltara un pequeño grito ya que se había lastimado sus brazos y piernas y parte de la mejilla la pierna de Vene comenzó a sangrar haciendo que se desesperara pues a Venezuela no le gustaba ver sangre. Se desmayó tenía hambre, sed y el pánico no colaboraba por un momento pensaba que ese sería su fin.
Al despertar y volver a estar consciente se percató de que tenía vendas en sus brazos y piernas y una curita en su mejilla, observó detenidamente la habitación y se dio cuenta que no era la suya, ni la de sus hermanos, ni la de su padre... en su mente vino el pensamiento de que posiblemente este secuestrada. Su pánico aumenta al ver la puerta se abre poco a poco pero vio a un chico como ella sólo que era más alto.
—Привет (Hola)—. Dijo el pequeño esperando respuesta, pero vio que la pequeña sólo se le quedaba viendo confundida, no sabe que no entiende lo que dice.
—La tuya por si acaso—. Dijo Venezuela.
—¿Чем? (¿Qué?)—. Dijo el pequeño sin entender.
—Россия не понимает нашего языка (Rusia, no entiende nuestro idioma)—. Dijo una voz al fondo.
El hombre alto entró a la habitación, su bandera era roja y un extraño símbolo en la esquina, al igual que el pequeño.
—¿Cómo se llama tu padre? Pequeña—. Preguntó sentándose en la orilla de la cama.
A Venezuela le daba risa su acento pues exageraba la letra "R", pero se alejó más de el no sabía quien era y su padre le explico muy bien lo que podría pasar si confía en un completo extraño.
—Se que soy un completo extraño para ti, déjame presentarme... Soy URRS más conocido como la Unión Soviética ¿Y tu?—. Extendió su mano para estrecharla con la menor, pero está ni si quiera emitía un sonido sólo lo miraba fijamente—No te haré daño, sólo quiero encontrar a tu padre para que vuelvas con el—. Dijo intentando ganar un poco de la confianza de la niña.
—¿Promete encontrarlo?—. Dijo sería.
—Te doy mi palabra—. Dijo acercándose un poco.
—То же самое он сказал Монголии (Lo mismo le dijo a Mongolia)—. Dijo un pequeño pasando por la puerta.
—Закрой свой рот Украина (Cierra la boca Ucrania)—. Regaño al menor—Ejem... entonces... ¿me dirás quien es tu padre?—. Volvió a preguntar.
—Gran Colombia—. Aún estaba sería.
—He oído de el, no te preocupes te devolveremos con el—. Dijo para luego retirarse.
—Gracias...—.
—No hay de que—. Terminó de salir de la habitación.
El mayor una vez abajo comienza a escribir una carta para la Gran Colombia, esa pequeña se le hacía muy inteligente y de carácter le recordaba a sus hijos Ucrania y Rusia, no pudo evitar sonreir esos pequeños traviesos que vivían peleando. Miro sus grietas... eso hizo que su sonrisa desvaneciera y volviera a su semblante serio.
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Heyy qlq menores, bueno si estoy cambiando un poco mucho la historia jsjs, me tome muy enserio lo de mejorarla. Bueno espero que les haya gustado el capítulo.
Nos leemos pronto~