Capítulo 2

909 55 17
                                    

No es capaz de dejarla sola, lo prometieron y aunque terminaron su breve relación en no muy buenos términos, siente la necesidad y obligación de ser el único que la ayude aunque sean enemigos.

-Me dejaron en Takodana desde hace dos meses, solo con mi mochila, me recogieron el sable, porque no lo merecía- dice con gran peso -fui con Maz, estuve trabajando con ella por un mes, hasta que se descubrió que tú eres el padre, al parecer en la resistencia le enviaron el mensaje, también me echo, no sé qué hacer, estoy durmiendo a la intemperie en el bosque, busque la forma de conseguir a alguien que me lleve a Jakku, es lo único que conozco y por lo menos tengo donde llegar, aunque también podría ir otro planeta, pero ya no puedo trabajar en mi estado, está muy avanzado, nadie me da trabajo para pagar mi salida de Takodana -tristemente mira hacia el suelo, con más lágrimas, la imagen es casi virginal, triste y etérea, una vez más suelta un llanto desesperado sin control.

- No regreses a Jakku, ahí no es lugar para una mujer embarazada ni para un niño; ¿por qué ahora si dejaste abrir el vínculo?

- no conozco a nadie fuera de la resistencia, no tengo a nadie ni donde llegar, además de Jakku, necesito que me escuches, solo eso – se cansó de llorar, se limpia las mejillas con las manos y sorbe su nariz, retoma la actitud de fortaleza, aunque es notable que no es así.

Para entonces la primera orden ya tiene casi toda la galaxia bajo su control, la resistencia por ahora no es un riesgo grande, siguen cazándolos y con Rey fuera de ella, se siente más libre de terminarlos, se abstenía porque no quería dañarla. Ella continua llorando muy fuerte a pesar de hacer el intento de resistirse al llanto, en ese momento él la abraza fuerte la deja llorar todo, le acaricia el cabello en silencio, ese momento se prolonga hasta que siente que se tranquiliza un poco y se anima a hablar.

- una vez te dije que no estás sola y siempre será así; si ese niño es o no mío no me interesa que lo confirmes, eres importante para mí, no pasaras por esto sola, me tienes a mí - ella solo asiente, la mira , sus ojos rojos, su nariz roja y pecosa, el pensamiento de que no haría por ella, le ofreció todo, un imperio, una galaxia a él mismo y lo rechazo, a pesar de eso no puede odiarla y aun pondría todo a sus pies, pero es cauteloso de no ofrecer algo que la haga rechazarlo nuevamente, su corazón no lo resistirá otra vez - voy por ti.

Casi por instinto sabe dónde encontrarla, en el mismo lugar donde de manera desafortunada se conocieron, llega y la mira, piensa para sí mismo, que se ve hermosa ni en sus sueños más arriesgados pensó en ser padre, pero comienza a sentir una emoción nunca conocida, la encuentra en un pequeño campamento mal hecho, ella al verlo se levanta y le da una sonrisa nerviosa.

- Rey, no estás sola, si tú quieres, quiero ayudarte. Tengo un lugar agradable para que vivas y no estarías sola, está el ama de llaves y Vanee el administrador, además de que podrías adaptarte al pueblo, es agradable – así fue siempre entre ellos, sin saludos, sin preámbulos, siempre todo de forma directa.

- No me uniré a la primera orden, ni al lado oscuro - dice asertivamente con voz de mando su altanera carroñera no pierde su espiritu.

- sin condiciones, la propiedad es mía, no es de la primera orden, puedes irte cuando quieras, además no tienes restricciones para tu estancia ahí, solo no quiero que pases por esto en malas condiciones, ese niño puede ser mi hijo – intenta ser sutil, pero definitivamente es malo en cuestiones que requieren suavidad, mas al tratar a una mujer sensible.

- ¡lo es! - lo mira desafiante, Kylo siente en la fuerza la verdad de sus palabras -¿tú y yo?- a él le duele todavia que ella lo rechace y su negativa a una relación confirmada, aun así continua.

DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora