The Last One

Capítulo 8: La Decisión

El tercer día llego demasiado rápido, Cloud tomo sus cosas y me pidió esperar en la casa. Hice caso sin replicar después de todo no tenía la fuerza para enfrentarla ni era nadie para pedirle que se quedara conmigo, solo un extraño al que decidió perdonarle la vida, así que mientras esperaba que  Cloud regresará de la reunión hice mis ejercicios de entrenamiento y al terminar fui a la sala de lectura que estaba en el sótano de la casa, ahí se encontraban un montón de planos y pergaminos con hipótesis variadas acerca de como funcionaba el mundo, la razón por la que nos encontrabamos atrapados aquí, incluso comenzamos Nube y yo una enciclopedia de monstruos con las debilidades y comportamientos de las creaturas, Cloud había hecho las ilustraciones a mano al parecer solía dibujar en el mundo real, por mi parte me encargue de recopilar la información y pasarla a limpio.
El plan era conseguir la habilidad de réplica o encontrar un NPC librero que pudiera replicar el libro y distribuirlo entre todos los jugadores, como decía Nube la clave para salir de aquí es la información, compartir información ayuda a fortalecer a los grupos de jugadores y nos permite avanzar mas rápido por las mazmorras del juego, si se conocen los enemigos, debilidades y fortalezas se puede trazar un plan con una ruta de éxito bastante alta. Continúe la enciclopedia pasando en limpio los últimos monstruos encontrados entre ellos se encontraba los silver fangs, lobos de color metálico que suelen andar en manada cazando a jugadores son bastante hostiles y poseen una AI bastante impresionante se dice que incluso han logrado engañar a guilds completos para separarlos y devorarlos, seguí escribiendo y leyendo las notas que generamos Cloud y yo hasta que me quede dormido, cuando desperté ya era de noche, se escuchaban los pasos de las sombras afuera y algunos gritos de jugadores incautos a lo lejos, mi cuerpo se había acostumbrado a eso así que lo ignoraba la mayor parte del tiempo, limpie la saliva que al parecer  goteaba mientras dormía, moje algunas notas. Mierda tendré que pasarlas en limpio de nuevo, pensé.
Salí de la sala de lectura y me dirigí a la cocina parece que Nube se me había adelantado para cenar y se encontraba en el balcón mirando hacia el cielo cubierto de nubes, aun mantenía ese rostro de tristeza que no logré quitar. Me acerque cauteloso intentando no ser descubierto fue inútil mi pie hizo crujir la vieja madera haciendo voltear a mi compañera, me miró de forma maternal y me hizo una señal para que me acercará, yo camine nervioso hasta el balcón, Cloud se encontraba sentada en la barandilla con una pierna flotando y la otra sobre esta, su traje negro la hacia perderse entre la oscuridad de la noche pero sus ojos hacían que no le quitara la mirada de encima. Al llegar frente a ella dijo en voz baja y pausada como si quisiera que me grabará a fuego sus palabras: Ya tome mi decisión, lamentablemente no puedes acompañarme no considero que tengas el nivel suficiente para salir de aquí vivo, deberías entrenar más pero no solo el arte de tu espada sino más bien creo que deberías enfocarte en esos planos volverte el soporte del equipo, crear herramientas y equipo que ayuden a los demás a sobrevivir, a tu espada le falta convicción ganas de salir de aquí o quizá de vivir...
Espere a que terminará, pasaron dos minutos después de eso sin decir nada así que pregunte: - ¿Cuando partes?
- La próxima semana vendrán por mí, los miembros de los caballeros templarios me traerán mi uniforme y el escuadrón que dirigiré.
Por un momento había olvidado que Cloud era una de las mejores jugadoras del juego quizá del mundo, y su familia una de las mas fuertes de latam.
Suspiré ¿eso significa que me quedaré solo aquí? ¿Como sobreviviré? ¿Quién cuidara la casa mientras salgo a  cazar? ¿Con quien platicaré cuando me sienta solo o se me ocurra alguna idea interesante?
-¿No hay forma de cambiar tu decisión, cierto? comente sin pensar
Nube sonrió negando con su cabeza.
-Primero es mi familia, después lo demás, eso ya lo sabes...
Asentí con la cabeza, no había nada que hacer si ella estaba segura de su decisión nada de lo que dijera la haría cambiar de parecer, lágrimas cayeron de mis ojos y mi cuerpo pareció rendirse también, caí al suelo de rodillas tenía miedo mucho miedo, moriré rápido si estoy solo me repetía a mi mismo. Cloud dio un salto bajándose de la barandilla y mientras entraba a la casa, me dijo: Tranquilo estoy segura que no morirás aún... Alguien tan cauteloso como tu sabrá como moverse mientras no estoy...