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No sabía si debía sentirme afortunado por esta vida o no. 

Al final del día no era una vida tan emocionante.

No tenía colmillos como un vampiro, ni garras como un hombre lobo. Tampoco poseía poderes sobrenaturales para poder entretenerme en la oscura soledad de la habitación. 

Sólo recuerdo haber muerto y cuando desperté estaba extrañamente joven y solitario, y así me quedé por siempre. Congelado en el tiempo y nunca supe cuál era el propósito. 

Primero pensé que era una bendición. Algo que me permitiría arreglar los errores de la vida pasada. Si yo desperté eso quiere decir que él también habrá despertado, ¿no? Aunque podría estar en cualquier lugar... 

Así que los siguientes años viví positivamente, buscando en los lugares más hermosos del mundo porque sabía que ahí es donde iría mi amado Donghyuck.

Pero, como era de esperarse, con el pasar de los años sus esperanzas fueron cayendo.

Roma, Osaka, Venecia... no estaba en ninguno de sus lugares favoritos.

El tiempo iba afectando todo a mi alrededor, matando unas cosas y dando luz a otras, pero nunca me afectó a mí. Me ignoró de una manera tan vil y grosera que no podía hacer nada más que sentirme ofendido. ¿Cuánto tiempo había pasado ya? ¿200 años? Realmente había perdido la cuenta.

¿Era posible que solo yo hubiera sido despertado? No creo que el destino haya sido tan cruel, ¿o sí? No podía tenernos tanto rencor para no permitirnos estar juntos ni siquiera en la muerte. Me negaba a creer que las cosas hayan resultado de esta manera, debía seguir adelante y, por el momento, vivir por los dos.

Y me sentía un malagradecido al no poder disfrutar de esta vida ilimitada que me había sido otorgada. No podía ser completamente feliz si todavía podía recordar como sonaban las risas de sus mejores amigos, no podía estar satisfecho con la vista de la hermosa ciudad de París cuando recordaba las arrugas que se formaban en sus ojos cuando me daba una de sus deslumbrantes sonrisas, esas sonrisas que me servían como faro en la interminable oscuridad de este mundo.

Pero ahora solo estaba envuelto en penumbras.

No era justo. Se suponía que íbamos a crecer juntos, envejecer y luego morir uno luego del otro. ¿Por qué solo yo reviví de esta manera tan inesperada?

Al estar sentado al pie de la torre Eiffel dejé que me invadiera la melancolía, aparté la vista de todas las parejas que se tomaban fotos sonrientes y me concentré en el pasto que picaba en las palmas de mis manos y dejé que las lágrimas corrieran por primera vez en un tiempo.

Creo que la torre Eiffel no es tan grande como imaginabas, Hyuckie...

Me sentía completamente devastado cuando entré al pequeño y pintoresco bar de las calles de Francia, listo para poder distraerme un poco el último día del año 1911. Pero terminé encontrando algo mucho más que una simple distracción.

— ¿Donghyuck? — murmuró haciendo que la silueta que estaba en frente suyo diera vuelta en su dirección.



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He cambiado todo jsjsj lo siento :( pero he estado pensando en esta historia mucho los otros días y creo que así me gusta muchísimo más. Prometo actualizar un poco más seguido.

Please... stay || markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora