CAP 11

470 33 4
                                    

Emilio

Vi caminar a Joaco por el pasillo y luego desapareció en la habitación de invitados, me senté en el sofá y pude ver qué Joaco había dejado su pelicula en pausa, así que apague la tele y mis pensamientos me invadieron

Hace un año estábamos muy emocionados por cumplir un año más de casados, no podía creerlo ya llevábamos 6 años en matrimonio; recuerdo haberme estresado buscando el regalo perfecto para mí esposo.

Sabía que Jaoco me haría una sorpresa en el departamento ya que un día cuando llegue de trabajar encontré a Joaco con unas bolsas negras donde pude divisar algunos adornos, por supuesto que al notarme mi esposo rapidamente cerro las bolsas y me advirtió que no fuera chismoso y hurtara sus cosas, fue tanto mi insistencia que se rindio confesandome que era una sorpresa para nuestro aniversario y que no diría más

Así que con esa declaración supe que tenía que lucirme con algo, cuando llegue al trabajo me dedique a pensar en algo que necesitara Joaco o algo que quisiera, pero no sé me ocurría nada puesto que a mí parecer ya había cumplido todos los deseos de mi marido... Así que estaba en una reunión cuando de pronto se me vino a la cabeza regalarle un auto; pero claro solo yo tenía auto y aunque mi esposo amaba que lo llevará y trajera del trabajo igual con un auto para el podría tener un poco más de libertad y no tendría que exponerse buscando un taxi y pidiendo por aplicación

Recuerdo que ese día me salí antes de la empresa y fui a una agencia de autos, estuve viendo muchos modelos sin embargo me gustó uno que iba con la personalidad de Joaco, era un carro rojo, los asientos de piel, contaba con un quemacocos, era de dos puertas y un estilo deportivo; sabía que mi esposo amaría este modelo; así que lo pague y pedí que lo entregaran dos días después con un moño plateado enorme

Sali de mis pensamientos cuando escuché que tocaban la puerta, así que me levanté y en la puerta había un señor con un paquete en las manos, lo recibí ya que venía a nombre de Joaco. La curiosidad me estaba matando pero no abriría ese paquete por qué no era mío y de hacerlo Joaco enfadaría .. así que recordé lo que hace un año hicimos en nuestro aniversario

El día había llegado y estábamos festejando 6 años de feliz matrimonio, recuerdo despertarme abrazado a mi esposo, lo desperté dándole besos y arrastrándolo conmigo al baño.

Nos dimos una ducha rápida y nos pusimos a hacer el desayuno juntos, cuando era hora de ir al trabajo le pedí que me acompañara hasta mi auto el lo dudo por un instante pero al final bajamos.

Cuando nos encontrábamos en la entrada del edificio se dio cuenta de que había un carro rojo con un enorme moño plata, volteo a verme y solo pude asentir. Sin pensarlo se aventó a abrazarme y besarme no sin antes decirme gracias; cuando nos separamos lo tome de la mano y lo lleve cerca de su nuevo auto.

El estába ahí viendo su regalo así que le abrí la puerta del conductor para que se subiera, el lo admiro todo. Yo veía a mi esposo y esa hermosa sonrisa que no abandonaba su cara, lo vi salir nuevamente del auto y abrazarme, una lágrima cayó por su mejilla la cual limpie rápidamente odiaba verlo llorar

E: ¿mi amor, no te gusto el auto? Puedo cambiarlo si gustas - llorando negó y me beso en toda la cara, por supuesto sonreí-

J: ¿Sabes que eres el mejor verdad? TE AMO y obvio el auto me encantó - me volvió a besar -

E: BB tu también eres el mejor y yo también te amo mucho - lo abracé, adoraba inhalar su loción combinada con su esencia y besar su cabecita - vamos súbete y estrenalo

J: está bien... ¿Sr O'Donnell le gustaría que lo llevará hasta su empresa? - mi miró seduvtoramente, les juro adoraba a este chico

E: pero por supuesto Sr Evans para mí sería un honor  aparecer con usted cómo mi chofer - solto una risita, le abrí la puerta del conductor y luego rodeé el carro para ir rumbo al trabajo

Una vez los dos en el auto mi bb arranco el carro, después de unos minutos me tomo la mano y así nos fuimos todo el camino; yo de reojo lo observaba y ver esa sonrisa preciosa en su rostro me hacía pensar que el merecía más de lo que yo pudiera darle, sabía que valia oro mi esposo... media hora después llegamos a la compañía me baje del auto no sin antes besarlo profundamente

Joaco me sonrió después del beso y me dijo que nos veíamos en la noche.. todo el día tenía una sonrisa, a eso de la una de la tarde me llegó una foto de mi esposo donde al fondo mostraba el arreglo de flores que le había mandado y un mensaje que decía te amo amor mío, gracias por tanto... por muchos años más juntos por su puesto sonreí; le había mandado un arreglo con 500 rosas rojas y 200 girasoles ya que eran sus flores favoritas.

La tarde había pasado con algo de trabajo, pero yo estaba ansioso por llegara con mi esposo y ver la sorpresa que había preparado para mí, recuerdo que esa tarde me empecé a percatar que Sebastián me coqueteaba cada vez más de una forma sutil pero a la vez descarada pues aveces le gustaba tener mucho contacto físico... Por mi parte no había atracción ni nada, Sebas no llegaba a ese punto de hostigamiento y eso me hacía reconciderar no correrlo.

Recuerdo haberme salido antes de la oficina y al llegar a mi departamento solo pude ver un camino ser pétalos de flores de la puerta de entrada al comedor, en donde se encontraba una cena ya servida adornado con globos, y luces. Cuando camine pude ver a mi hermoso esposo saliendo por el pasillo vestía un pantalón negro ajustado que remarcaban todas su curvas y una camisa crop top color vino, su cabello lo había pensado, su loción llenaba todo el departamento.

Me acerqué hasta él y le di un beso, el me siguió pero al cabo de nos minutos me dijo que cenaranos o se enfriaria. Así lo hicimos en lo que degustamos la cena hablábamos de algunas anécdotas de nosotros.

Al cabo de una hora lo vi parándose y tendiendome la mano, sin protestar lo seguí tomándolo por la cintura chocando mi pecho con su espalda, así caminamos hacia la habitación antes de abrir le susurré lo hermoso que se veía, halague su cena y la decoracion.

Ya en la habitación el me llevo hasta el baño donde al abrirlo me lleve otra sorpresa pues la bañera estaba cubierta con flores, unas copas y vino a un lado junto con fresas bañanadas en chocolate. Lo mire de reojo y le dije que a pesar de que me gustaba como se veía con esa ropa me gustaba más sin ella; mordiéndole primero el lóbulo lo arrincone y lo empecé a besar, el beso de profundizó más y nos recorríamos el cuerpo contrario, lo empecé a despojar de su ropa y el de la mía, al cabo de unos segundos los dos nos encontrábamos en la bañera.

Mi esposo se encontraba en medio de mis piernas ambos degustando el vino y las fresas, disfrutando la compañía del otro, cuando el silencio nos invadió vía Joaco levantarse pensando que ahí acabaría todo pero el tomó la iniciativa y se sentó a horcadas de mi, sin duda dimos paso a unirnos en uno solo... Vaya que la pasamos muy bien esa noche que  ninguno de los dos fue a trabajar al día siguiente

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un sollozo, así que me levanté del sillón y camine a la habitación de invitados, en donde pude ver a Joaquín dormido arriba de la cama sin destender, con una sudadera que en algún tiempo habia sido mía pero que a él le encantaba, el estaba sollozando dormido, mi pecho dolió un poco pero al voltearme pude escuchar en un susurro quédate conmigo, eligeme a mi Emi.

Por supuesto que volte a verlo pero el solo hablaba dormido, salí rumbo a nuestra habitación y al entrar me sentía raro estando ahí, sin pensarlo más me acosté en mi cama, le mandé un mensaje a Sebas que mañana lo vería en la oficina una hora antes, tenía que hablar con el; no tarde mucho en dormirme pensando en todo lo que vendría

LLOREMOS

No me dejes -Emiliaco-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora