Capítulo 9. Celo

3.6K 490 308
                                    

Buen día, la mayoría está triste, porque so solo 15 capítulos, y de aquí en adelante todo pasara muy "rápido" de este capítulo, al siguiente, pasará medio año, y del siguiente al siguiente un año, así que en total, tardan 2 años en ese viaje. Créditos de la foto a kuraudiart en Tumblr.

ADVERTENCIA: Aparición de un personaje que no pertenece a la Novela MDZS, más es importante que él parezca, ya saben chicas, el vinagre en exceso, es malo para la salud.

Pañuelos, lleve sus pañuelos gratis... ¡Disfruten de su lectura ^_^

 ¡Disfruten de su lectura ^_^

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 9

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 9. Celo

.

"Lo que hoy siente tu corazón, mañana lo entenderá tu cabeza." [1]

.

Jiang Cheng ha perdido la cuenta del tiempo, ni cuánto tiempo desde que partió de su secta, era originalmente un viaje de tres días, y ahora, llevaba meses fuera de su secta, en una noche, escribió una carta en busca de ayuda, su carta jamás fue contestada, lo intentó una y otra vez, sus cartas jamás fueron respondidas, y su hermano, probablemente ya había tenido a sus cachorros y ya habían hecho la celebración del primer mes, y él no estuvo allí acompañándolo.

Él estaba preocupado, y cansado, le dolía su pierna, y cuando el caballo cabalgaba, sus músculos se contraían, su herida no se curaba; cuando cayeron del acantilado, el caballo cayó sobre su brazo, sentía una presión, y como el dolor recorría sus nervios, no podía mover los dedos, estaban en el peor escenario posible. Jamás imaginó que una cabra les salvaría la vida.

Cuando llegaron a la cueva, su brazo seguía doliendo, le palpitaba, y estaba entumecido, Xichen lo veía con angustia, él, ni siquiera lo pensó dos veces, y reacomodó el hueso, ahora, su brazo caía, necesitaba de algo para que no se moviera más, observó por un minuto la cinta de la frente de Xichen, y después rasgó su nueva túnica.

Estar encerrados en esa cueva, fue muy incómodo, casi no podían dormir, y el dolor a veces lo despertaba, pero, recordaba el dolor más intenso que había sentido en su vida, y su brazo roto era nada al lado de eso, se removía de lado a lado, intentando descansar.

Contra las fuerzas del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora