Extra 1. El nacimiento del muelle de loto

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Buenas tardes, como lo prometido es deuda, les comparto los extras que hice para esta historia, originalmente iban a ser 3, pero, por más que pensaba como ellos podían agradecerles a las deidades que aparecieron por su camino, no se me ocurrió nada, ya que ellas desaparecieron después de lograr que se juntaran y ellos jamás sospecharon que eran deidades. Así que lo siento, pero espero amen estos dos extras.

 Así que lo siento, pero espero amen estos dos extras

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Extra 1. El nacimiento del muelle de loto

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"Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir. [1]

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Jiang Chi, caminaba suavemente, la tela de su túnica se elevaba con cada paso que daba, a la lejanía, solo veía un suelo desértico, el polvo se elevaba y saludaba al viento, estaba realmente sediento, y cansado, la vida se le estaba yendo de las manos.

No le quedo de otra, que sentarse en medio de las espigas de arroz secas, con delicadeza, apretó una semilla contra su pecho, llenándola de la poca energía espiritual que él poseía.

De repente, el suelo bajo sus pies, se estremece, y a la lejanía, ve dos dragones, que están danzando entre el cielo, de sus colas, se forma una nube blanca, en sus hocicos, parecía que llevaban algo, y cuando lo abrieron, grandes gotas de lluvia, empezaron a caer contra el suelo.

Jiang Chi, estaba perplejo, suavemente, subió su mano, hacia el cielo, y una gota cayó estruendosamente contra su palma, maravillado, subió ligeramente su rostro, y permitió que la lluvia rodara por sus parpados, y se deslizara por su mentón, para caer estrepitosamente contra el suelo, tiñéndolo de un tonó más oscuro.

Estaba tan maravillado, que sin quererlo, soltó la semilla, la cual sostenía con su mano izquierda, asustado, intento buscarlo entre el barro que se formaba en sus pies, entre sus dedos apretaba la tierra húmeda, buscando desesperadamente lo que sostenía con tanto esfuerzo.

Cada vez más, el agua se encharcaba bajo sus pies, mojando la punta de sus botas, y subiendo suavemente, no le importaba si la lluvia empapaba su cuerpo, no le importaba si la lluvia, no le dejaba abrir sus ojos, siguió buscando, intentando lo imposible.

Un trueno se escuchó a lo lejos, iluminando sus facciones desesperadas, las lágrimas oscurecían sus facciones, y él, con brusquedad, las limpió hiriéndose en el proceso, sin dejar nunca de buscar lo que había perdido, aun cuando el agua, le llegó hasta su pecho.

Pero, no pudo seguir peleando contra la marea, cuando a lo lejos, observó como una porción de la tierra se elevaba, caminó hasta allí, sentándose, entre la miseria por haber fallado en proteger lo más preciado que tenía, una semilla, que le fue dada en sueños, junto a la campana que colgaba valientemente de su cinturón. ꟷLo lamentoꟷ le dijo lo nada ꟷNi siquiera puedo intentar lo imposibleꟷ ocultó su rostro, entre sus piernas y brazos, acurrucándose, sintiendo el frio que la lluvia atraía.

Contra las fuerzas del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora