MENTE Y MANO

Capitulo 4 TABLAS DE TORNEADO 20 de mayo 1995

Tony logró ponerse una camiseta y pantalones cortos antes de salir a la cocina a la mañana siguiente. Por lo general, dormía solo en sus boxers, pero con los invitados alrededor, al menos trató de ser medio decente. Se rascó la cabeza y dejó escapar un largo y ruidoso bostezo camino a la cocina.

Virginia estaba inclinada sobre el mostrador, comiendo un tazón de lodo de aspecto repugnante. Llevaba una camiseta UCLA de gran tamaño que llegaba hasta la mitad del muslo y cubría sus pantalones cortos para dormir. Por un momento, pensó que ella no llevaba pantalones, y su corazón se hundió en su estómago.

"Buenos días", dijo alegremente.

"Buenos días. ¿Qué demonios estás comiendo?" Escudriñó su cuenco antes de girarse para hacer una cafetera.

"Es cereal".

"No se parece a ningún cereal que haya visto en mi vida. Eso solo parece un vómito".

"Es cereal caliente. Tiene todo tipo de granos. Trigo, centeno, avena ..."

Se apoyó contra el mostrador y se volvió para mirarla. Su nariz se arrugó ante su descripción. "Entonces, ¿por qué lo estás comiendo?"

Ella lo miró de nuevo. Casi le recordaba a su madre, o su au pair cuando era un niño. Frunció los labios, pero casi sonrió al mismo tiempo, y sus ojos parecían brillar de un azul más oscuro de lo normal.

"Soy vegetariano." Ella dio otro mordisco.

"Bueno, eso es lamentable".

Ella rió. "En realidad es muy saludable".

"Me quedaré con los clásicos". Sacó una caja de Lucky Charms del gabinete.

"Mmm. Una elección muy adulta, debo decir", bromeó.

Se sirvió un tazón. "Mejor aspecto que esas cosas. Pero, supongo que eres de California, así que puedo entender. Lo llaman la Tierra de las Frutas y Nueces".

"Divertido", dijo, enjuagando su tazón en el fregadero. Agarró una esponja para lavarla.

"No, no. Tengo una doncella que hace eso". El la detuvo.

Ella dejó caer sus utensilios. "No has lavado un plato en tu vida, ¿verdad?"

Se encogió de hombros y sonrió detrás de un bocado de cereal. "¿Cuánto tiempo has estado despierto?" Miró el reloj en el microondas. Eran solo las 9:15.

"Desde las siete. Salí a correr y me di una ducha".

"Bien. ¿Qué juegas, por cierto?"

"Voleibol, baloncesto, esquí de fondo. Ah, y tenis, pero no en un equipo. Solo por diversión".

"Whoa. Eso es bastante intenso".

Ella se encogió de hombros. "Me gustan los deportes."

Peter salió de la habitación de invitados, entrecerrando los ojos y revolviendo su brillante cabello rojo. "Buenos días", se quejó.

"Buenos días, cabeza adormilada. Tenemos café y cereales". Obviamente, no tenía reparos en sentirse como en casa, pensó Tony. Era como si ella perteneciera aquí. Pero no le molestó. El tipo de ... le gustó. Ella tenía un don para hacerse cargo y manejar las cosas. Tenía una forma de estar a cargo sin ser mandona.