Prologo
"¿Puedo verte alguna vez?"
La luna que todos los días se ve en los escarchados cielos de la noche tiene un solitario dueño, un hombre de piel pálida y tantas cicatrices como cabellos en su platinada y alborotada cabellera.
Aquel hombre de tez blanquecina como la luna misma que representa era alguien solitario, no tanto como aquel dios azabache del mar y todas las aguas, sin embargo, simple y claramente era alguien cerrado por las heridas del irreconocible pasado, aquello no le perturbaba y de hecho era feliz con su estilo de vida acompañado de vigilar cada criatura y ser vivo sobre la faz de su oscurecida tierra.
Pero su vida dió un giro total, cuando un atardecer más allá de aquellos vividos colores naranjas, amarillos y rojos que eran totalmente desconocidos para él; escuchó una voz.
"¡Holaaa! ¿Puedes escucharme?"
En el presente el dios albino se preguntó muchas veces cómo ocurrió aquel milagro, que a la vez fue una especie de maldición. Porque después de compartir palabras cada atardecer por tanto tiempo, un profuso sentimiento surgió en el duro corazón del varón.
- ¿Podré verle...alguna vez? -cuestionó por milésima vez aquella noche en la orilla del tranquilo mar, donde su luz era opacada por un sentimiento nuevo que antes había dejado en segundo plano; tristeza.
- Si sigues así vas espantar hasta al más pequeño de los peces -salió de la nada la voz del depresivo dios del mar y todas las aguas, Giyuu Tomioka.
- Vete a la mierda -masculló dejando de ver el reflejo de la luna misma en las aguas, la cual había dejado por unos segundos para custodiar las oscuras tierras nocturnas.
- Si pudiera lo hiciera, pero lamento decepcionarte de nuevo Shinazugawa -musita con su típico tono desganado -. Tampoco se si podrás verle -confiesa sin tacto alguno, ganándose uno que otro insulto del albino.
- Tu tienes suerte, en el día o en la noche puedes ser libre...yo en cambio, estoy jodido -brama levantándose de la arena y encarando al azabache dios del mar, mojando sus pies en el acto.
- Al menos, podría ayudarte un poco... -comenta tomando distancia -. ¿Quieres dejarle otro mensaje al sol? Las olas nunca fallan...
Las orbes lilas del varón se desviaron a otro lado, a regañadientes asintió.
Porque así era siempre, unos pocos minutos lograban si acaso escucharse. Pero el albino no solo quería escucharle, por primera vez en su existencia...deseaba verle y abrazarle.
Abrazarle por no temer de él a pesar de su tosca voz, poseer aquellos labios que pronunciaban tan bellas palabras. No obstante también tenía miedo, el temido y cascarrabias dios de la luna tenía miedo de algo y eso era el rechazo.
Porque lo amaba demasiado aún sin haberle mirado cara a cara.
Con amor para
YanikF_08
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| ᴍᴏᴏɴʟɪɢʜᴛ | (ѕaneren/ѕнιnazυren)
Fanfiction" El solitario dios de la luna escucha una voz al otro lado del atardecer, una voz que llevada por el viento cautiva su testarudo corazón. El Dios del sol desea saber quién emite aquella tenue e hipnotizante luz plateada y el portador de aquel poder...