Esᴛᴀ́ sᴏɴᴀɴᴅᴏ Bɪɢsʜᴏᴘ Bʀɪɢɢs ﹣ Nᴇᴠᴇʀ ᴛᴇᴀʀ ᴜs ᴀᴘᴀʀᴛ
Noviembre
No me imaginé que estar separada de Leo iba a ser tan difícil. Nunca lo había tenido, así que no supuse que lo echaría tanto de menos.
Leo aprobó las pruebas y está en Quantico, por lo que nuestras llamadas son escasas y siempre por la noche. Está cansado la mayor parte del tiempo y se duerme hablando conmigo, no me importa porque me gusta verlo dormir.
Desde Septiembre sin verlo y ahora estoy esperando en la puerta de la residencia a que venga por mí para ir a casa.
Mordisqueo mi labio inferior y miro a la carretera esperando ver su coche pronto.
Tenía miedo que lo que teníamos se apagara porque apenas hemos pasado unos meses juntos, y he tenido varios comederos de cabeza debido a eso.
Tuvimos pequeños momentos calientes y estoy deseando estar con él, aunque no sé si podremos tener algún momento a solas que no sea de camino a casa.
Mi corazón bombea con fuerza cuando su coche aparece y para frente a mí. Lo veo bajarse y rodea el coche. Camino hacia él y salto para abrazarme a su cuerpo. Él me abraza con fuerza y su perfume fuerte y el olor a tabaco entra mis fosas nasales.
Por fin.
Me separo un poco de él y juntamos nuestros labios, dándonos pequeños besos.
— Te he echado de menos —le digo entre beso y beso.
— Yo también —pone una mano en mi nuca y vuelve a juntar nuestros labios.
Esta vez, nuestros labios se mueven en sincronía y su lengua no tarda en entrar al juego. Paso una de mis manos por su pelo y me separo de él mordiendo su labio inferior, tirando de él un poco.
— ¡Ah! Nena —pasa sus dedos por sus labios— Tengo planes para nosotros antes de ir a casa —me pone de nuevo en el suelo y me besa otra vez antes de ir a por mi maleta.
— ¿Qué planes? —Le pregunto.
— Tu, yo, una habitación de hostal, ¿qué te parece? Dudo que tengamos algo de intimidad en estos días.
Sonrío sin enseñar mis dientes y lo observo guardar mi maleta en el maletero. Él me mira y me guiña un ojo. Me monto en el coche y me pongo el cinturón.
Su pelo está un poco más corto ahora pero sigue revuelto. Sus ojos azules siguen brillando como el primer día que lo vi.
— Estás preciosa —palmea mi pierna y deja su mano en mi muslo.
— Siempre dices lo mismo —pongo mi mano encima de la suya.
— Porque es verdad —lleva mi mano a su boca y besa mis nudillos.
Sonrío y él me mira. Alzo mis cejas de forma sugerente y se ríe.
— ¿Qué tal las clases?
— Bien, todo va bien. Hay una asignatura que me tiene un poco jodida pero bien, solo necesito prestarle más atención al profesor.
ESTÁS LEYENDO
[Saga West] RAMÉ #1 [YA EN AMAZON]
Teen FictionLa granja West no era dónde las hermanas Haley planeaban pasar un caluroso verano. Su madre había conocido al que parecía ser el hombre de su vida y ahora estaban atrapadas en un pequeño pueblo de Texas junto a dos gemelos sexys. Ese verano, algo pr...