¿Alguna vez te han traicionado? Quizá sea una palabra muy dura y difícil de comprender para alguien como yo.
Toda mi vida creí que entre mi prima y yo no habría secretos, que siempre podíamos confiar la una de la otra sin importar nada. Pero, hoy me he dado cuenta que nada fue como lo creía. Quizá los mejores momentos solo son eso, momentos que solo duran un corto periodo de tiempo y ya.
La mansión Castelnou, aquella con la que yo tanto anhelaba saber, ahora mi prima era consciente de quienes vivían ahí, pero, eso no me enojaba, lo que sí me da rabia es que ella jamás me lo había mencionado antes, que jamás me había llamado para explorar la mansión juntas de nuevo. Y lo peor de todo es que me siento fatal por eso.
Las lágrimas de ira corrían por mis mejillas anhelando ser consoladas por mí misma. Me encontraba escondida en la vieja casa del árbol, pero no estaba sola, mis penas me acompañaban.
Los recuerdos afloraban en mi mente, ¿Qué hice yo para merecer esto? ¿Acaso no fui una buena amiga? ¿Acaso jamás fui confiable? De todos modos, era mi idea la de buscar la mansión Castelnou, por qué rayos se atrevió a despojarme de mi propia idea. ¿Cómo pudo llegar más lejos de lo que yo pude haber llegado?
Naomi ingresó silenciosamente a la casa del árbol y me hizo dar un brinco asustándome por la espalda.
—¡Boo! —gritó
— ¡Naomi!
Río la pequeña
—Te pegue un susto, ¿Qué estás haciendo? — preguntó
—Nada. —suspire.
—Vamos, dime ¿Has estado llorando? — dijo mirándome a los ojos.
— ¡No!
—Tus mejillas están rosadas y tus ojos rojos, tu nariz parece la nariz de Rodolfo el reno.
—Los renos no existen, Naomi.
—Pero salen en la Televisión.
—La televisión arruina tu mente y te impide imaginar con claridad, veras las criaturas con nariz roja son los...—mientras pensaba en qué animal tenía nariz roja Naomi señaló mi capa roja.
— ¡Qué bonita! ¿Qué es? —preguntó-
—Es una capa que mi abuelita del regalo cuando era pequeña, como tú.
—¿Hasta ahora la tienes?
—La uso de vez en cuando, mi abuelita la hizo grande para que nos durará hasta que crezcamos.
— ¿Por qué abuelita Jana no me ha hecho una igualita?
—A ti te regalo mucho peluche ¿no lo recuerdas? Cada una de nosotras recibió un regalo especial de la abuelita Jana.
—Bequi dijo una vez que tu regalo especial fue Nieves. —añadió Naomi. —Pero no sabía que tenías dos regalos especiales; a Nieves y la Capa Roja.
Esas palabras me hicieron pensar mucho, era cierto. Yo tenía dos regalos, uno más que mis primas.
—Pues no lo sé. Lo único que sé es que abuelita Jana ama a Bequi más que a ninguna de nosotras. —añadí fríamente. Quizá jamás debí haberle dicho eso a Naomi, quizá debí haber cerrado mi bocota, pero la cólera que tenía no me lo impidió.
Naomi trajo sus juguetes y se sentó a mi lado, luego sacó un peluche idéntico a Nieves.
—Ella es mi nieve. —dijo enseñándomela. —Y yo la quiero mucho, algún día yo tendré una mascota como tú la tienes Amber.
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Caperucita en el Bosque Prohibido.
FantasiUbicado en una región del Francia, Limousin es el pueblo más bello y misterioso que halla existido jamas. Oculto en las profundidades de un bosque, la mansión Castelnou alberga seres extraños y salvajes, nadie se ha atrevido ha entrar por temor a m...