Capítulo cuatro

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BeomGyu había estado experimentando cierto tipo de sueños los últimos días. Él creía fervientemente que su cuerpo estaba haciendo un berrinche porque no satisfacía sus necesidades sexuales desde hacía un tiempo.

Así que se encontraba de mal humor, tirado en la cama mientras miraba el techo. Tenía ganas, pero no podía satisfacerlas con cuatro chicos en la misma casa, la misma habitación.

—Hyung, ten tu ropa.

Huening Kai se hallaba entregándole ropa con olor a suavizante, recién secada y calientita. BeomGyu la tiró a su alrededor en la cama bajo la mirada extrañada del maknae.

—Parece que haces un nido con tu propia ropa.

Esta vez era el turno de BeomGyu de mirarlo confundido, pero el niño sólo negó con la cabeza mientras sonreía, tomando asiento en la cama de al lado sin apartar su mirada.

—Hyung, ¿le pasa algo? ¿Es por las promociones? Ví que no has comido bien, deberías comer y descansar un poco.

La manera suave en que se lo decía hizo a BeomGyu sentirse algo mal, sabía que los miembros habían estado preocupados por la salud de dos miembros en específico, y uno de ellos era él. Le dió una sonrisa pequeña al menor.

—Estoy bien, ¿ves? Descansando —hizo un ángel de ropa en la cama.

Huening Kai rió abriéndose un espacio a su lado.

—Durmamos juntos, hyung.

El afectuoso miembro lo abrazó y pronto ambos niños terminaron acurrucados en la cama del rubio en cierta posición extraña para descansar juntos.

Inevitablemente cayeron dormidos luego de unos minutos de charla.

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Despertó sintiendo la cama vacía, abrió los ojos con lentitud y miró hacia los lados, encontrándose toda la habitación vacía, su ropa estaba perfectamente doblada justo a lado de él y miró su cuerpo estaba tapado con una sábana.

La puerta se abrió, dejando ver al hyung del grupo entrando con cautela. Encendió la luz debido a que ya empezaba a oscurecer y miró a su donsaeg en la cama, ya despierto.

—Oh, hola, Gyu, estaba a punto de despertarte. Los chicos van a salir a cenar fuera y preguntaban si irías.

—¿No irás tú? —se frotó los ojos mientras bostezaba.

—Prefiero quedarme, así si nos quedamos ambos podemos ver una película y comer palomitas, sin ellos.

BeomGyu se levantó de la cama mientras escuchaba a YeonJun, quién seguía mirándole. Asintió de acuerdo mientras caminaba hacia la salida con lentitud.

—Claro, hyung. Diles que se vayan entonces.

YeonJun asintió con una sonrisa saliendo de la habitación antes que él, dejándolo dirigirse al baño en paz. Cepilló sus dientes, lavó su rostro y orinó para posterior a eso salir nuevamente para buscar al mayor. Lo encontró haciendo las dichosas palomitas.

—¿Se han ido ya? —el otro asintió —. Genial, así podemos ver una de terror, también podríamos ver una serie. TaeHyun recién me recomendaba una.

Sweet learning [ YeonGyu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora