Mi cuerpo estaba caliente, producto de mi mente que no paraba de rememorar aquel, nuestro encuentro, mis manos picaban por hacer el mismo recorrido de tus manos, mi centro empezó a palpitar al anticipar lo que pronto ocurriría... Un jadeo casi silencioso salió entre mis labios al posar una mano sobre mi entrepierna . ¡Oh.. maldición! Dije al saberme conocedora que si no hacía algo pronto, no podría dormir.
Con desespero me desprendí de cada prenda que cubría mi cuerpo deseoso. Y otro jadeo, esta vez un poco más fuerte fue quien rompió el silencio que me envolvía, me pare frente al espejo y a través de el mirándome sin mirarme lo que ví, fue a ti, estabas detrás de mi, me sonreías de tal manera que todas las terminaciones de mi cuerpo se estremecieron, recorrías mi cuerpo con tus manos fuerte y un poco áspera pero que a mí me encantaban.
Tomaste un seno entre tus manos y apretaste un poco y esta vez el jadeo fue inevitable, al ver mi reacción tomaste el otro y masajeaste a tu gusto, sacándome más jadeos de placer y haciendo que mi entrepierna se sintiera húmeda..Empezaste a esparcir besos desde mi oído hasta mi cuello, eche la cabeza hacia atrás y la apoye en tu hombro dándote mayor acceso a lo que quisieras, laminas chupadas y volvías a besar mientras hacías un recorrido con una de tus manos por todo mi cuerpo y la posabas justo donde más necesitaba haciendo que abriera mis piernas para ti... deje libre mi cordura y se fue de paseo, pues después de eso solo predominaba mi deseo, los jadeos fueron uno detrás de otro, poco me importaba si me escuchaban...
-hazlo.. dije un susurro
-que quieres que haga? - preguntaste también en un susurro que en tu voz ronca era mi perdición .
-tocame más... Dame el placer que necesito, hazme que me corra con tus dedos..- dije en respuesta
Y así sin más ruego de mi parte el introdujo dos dedos en mi interior, un jadeo casi un grito fue el detonante de todos los demás que vinieron después... Me hacías el amor con tus dedos a la vez que masajeabas mi seno y besabas mi cuello. Entrabas y salias mientras yo te pedía más.
-oh.. si... Más... Pedía envuelta en mi burbuja de placer. Y tú cómo buen amante me complacias..
No sé cuánto tiempo estuvimos así, mi cuerpo ya bañado en sudor pero aún así quería más, quería más de ti..
Sentía en mi cuerpo una presión, sabía lo que venía, ni orgasmo estaban a punto, cerré mis ojos y me deje llevar por el placer indomable que me dabas..
¡¡¡Ah!!! Dije seguido de un suspiro de felicidad al momento que alcance la cúspide del cielo...
Pero al abrir mis ojos y volverme a ver en el espejo solo estaba mi reflejo.. ya tu no estabas. Solo quedaron las muestras de mi deseo, de mis jadeos frente al espejo..