Estaba tan cansado que olvide cerrar la puerta, el día en el trabajo fue tan agotador que lo único que quería era dormir.
Y al menos eso eran mis planes, al legar de día laboral me di un baño y me lance literalmente en la cama, ni siquiera me había colocado una pijama para dormir.Estaba a punto de cerrar mis ojos y caer en el sueño más profundo, cuando siento una presencia en mi cuarto, sorprendido la veo, pensé de inmediato que era un reflejo de mi imaginación, una mala pasada de mi cansancio y de las largas noche pensando en ella, de imaginarme cómo sería tenerla entre mis brazos, cuántas veces me la imagines gimiendo mi nombre. Y ahora está aquí, no sé si esto es un sueño, y aunque lo parece, aprovecharé mi momento ya sea de realidad o de imaginación, la veo frente a mi, tiene una mezcla de inocencia con picardía, se ve mejor que en mis fantasías.
dudosa desliza su bata de ceda dejando su hermoso cuerpo al descubierto, su perlada piel brilla con el reflejo de la luna que s e cuela por la ventana, intento levantarme e ir a su encuentro, pero ella niega y estira sus brazos afirmando su negación.. acepto lo que me dice y me vuelvo acostar llevando mis brazos detrás de mi cabeza, mi miembro palpita debajo de las sábanas y empieza a crecer aun más, estoy expectante de lo que mi diosa tiene planeado hacer, o de lo que mi mente morbosa y creativa decido crear..
Sube a la cama al borde de mis pies, y como un felino que se prepara para casar a su presa gatea sigilosamente hacia mi, ya no tiene esa mirada de duda y pena, ahora es una decidida, seductora y que a la vez me promete mucho placer.
Arranca mi sabana dejando al descubierto mi gran erección, que cuál como asta espera firme y fuerte lo que mi Afrodita desea hacer, está ansioso de atención..
La veo morder su boca lo que hace que mi miembro palpite aún más, gotas de líquido preseminal sale de mi, quiero que me toque, pero ella solo está allí mirando, estoy por llevar mis manos y hacer el trabajo, pero ella vuelve a negar lo que hace que vuelva a mi posición inicial.
Aún en cuatro sobre mi agacha su cabeza y pasa la lengua por la punta de mi miembro, llevando consigo aquel líquido que emana de mi, la veo saborearlo y una sonrisa pícara se expande en su rostro.
Un nuevo lengüetazo más y termina de limpiar mis fluidos, sigue avanzando pasando su lengua por mi abdomen, me besa y chupa, mientras con sus senos restriega mi miembro que se siente caliente entre su valle.Sigue subiendo y ahora son mis tetillas la que reciben su atención, las lame y succiona, mientras que una de mis piernas se introduce entre las de ella, haciendo que empieze a frotarse contra mi y algunos jadeos casi imperceptible se escuchen.
Intento acabar con estos juegos, ya estoy desesperado, quiero meterme dentro de ella y hacerla gemir ni nombre, pero no me lo permite, sostiene mi manos de nuevo sobre mi cabeza y niega, para volver a bajar y quedar en cuatro ahora con mi miembro frente a su rostro, miembro que se encuentra palpitante y con la punta brillante de nuevo por lo lubricado que estoy.
Lo toma entre sus manos y lo guía a su boca, el choque de su lengua con lo húmedo de su boca más el calor que emana, hace que suelte un jadeo e incline un poco más mis cadera haciendo que entre un poco más en su boca.
Succiona y lame mi miembro cuál si fue el más delicioso helado, lleva su mano a la base de mi pene y empieza a marcar un ritmo sincronizado entre su mano y su boca, con su otra manos masajea mis testículos y la escucho murmurar un "delicioso" enviando corrientes de placer por todo mi cuerpo.
Ya no aguanto más, quiero hundirme en ella, sea un sueño o una realidad esto ha sido mejor de lo que lo había imaginado antes , quiero impregnarme de ella..
Así que perdiendo el control la tomo de los hombros y en un rápido movimiento la volteo, quedando yo ahora sobre ella, quien suelta un gritito por la impresión pero luego sonríe, la observo y me digo que esto no es una de mis tantas fantasías esto es real, tiene que ser real..
Llevo mis manos a su entrepierna y deslizó mis dedos entre sus pliegues para comprobar que tanto me desea ella y si está tan húmeda y esperando por mi, que sin preámbulo abro más sus piernas y entro en ella de una sola embestida.
- Sam - Dice mi nombre entre jadeos..
