Almas Gemelas

CAPÍTULO I

Ahí estaban ellos. Sakura, una joven kunoichi de 16 años de melena rosa, especializada en el jutsu médico. Sai, un joven adolescente de la misma edad, de cabellos negros y piel pálida, quien utiliza el arte ninja del dibujo. Yamato, un cazador Anbu de cabellos castaños, maestro en estilo de madera, el capitán del equipo Kakashi. Y por último, Naruto, un joven shinobi, de 16 años también, rubio y de ojos azules, poseedor del kyuubi.

Acababan de descubrir el escondite de Orochimaru, se encontraban infiltrados dentro buscando a Sasuke Uchiha, a quien habían estado buscando ya hace 2 años y medio, desde que abandonó la Aldea escondida entre las Hojas.

Después de recorrer el enorme subsuelo, Sai sacó un pergamino en blanco y en el dibujó pequeños ratoncitos, los cuales se desprendieron del papel con órdenes de encontrar a Sasuke. Una vez localizado, un ratón se comunicó con Sai, revelando la ubicación del objetivo. El ninja dibujante se dirigió a la habitación indicada, posó su mano sobre la manija de la puerta abriéndola lentamente, dejando pasar un rayo de luz, se podía observar a un joven descansando en una cama, aunque estaba bastante oscuro. Sai envolvió al chico en sus serpientes de tinta, diciéndole que vino para fortalecer ese vínculo que tiene con Naruto.
Tan pronto Sai terminó de hablar, una explosión aturdió los oídos de los miembros del equipo Kakashi; desde afuera observaba Kabuto, un ninja médico fiel a Orochimaru, la serpiente blanca. –Sasuke siempre se levanta de muy mal humor.– dice sonriendo el joven de cabellos plateados.

Naruto, Sakura y Yamato corren en dirección al sonido, desesperados. Mientras se le caen las lágrimas a Naruto, se dice a sí mismo «¿Será él? ¿Realmente es él?». Doblando por los pasillos lo más rápido posible, llegan a ver una luz al final del corredor. Sakura llega al lugar de la explosión y entre los escombros observa a Sai parado mirando hacia arriba –¡¿Qué demonios estás tramando, maldito imbécil?!—le grita Sakura al ninja dibujante—Sakura, ya basta—dice Sasuke. Sakura queda paralizada, no puede creerlo «¿Acaso es...?», desvía la mirada hacia arriba, ahí se encuentra él, al borde del agujero que había creado en el suelo, observándola desde arriba sin expresión alguna en el rostro. Yamato llega, sólo se queda observando «Uchiha Sasuke», dice para sus adentros. Matando el suspenso, se escuchan pasos de alguien corriendo, llega el único que no estaba del equipo Kakashi. Es ahí cuando sus ojos azules se cruzan con esos ojos color negro profundo, lo observa. En verdad era él, el momento que había imaginado durante dos años y medio había llegado. El joven de cabellos negros azulados y piel pálida se encontraba frente a Naruto —Sasuke...—susurra Naruto. Antes de que terminara de parpadear, la velocidad de Sasuke no le permitió percatarse, se había acercado tan rápido como un rayo, cruzó su brazo por delante del rubio tocando su hombro y acercó su rostro al lado del suyo. —Esta vez no voy a pelear.—susurra Naruto—He venido a hablar contigo. Y si no logro hacerte entrar en razón, dejaré que me mates.
En un instante los dos jóvenes desaparecieron, dejando una nube de humo. El resto del equipo Kakashi quedó en silencio.