INTRODUCCIÓN

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En aquella cama, en la cual había vivido tanto, desde su primer pijamada, claro, una pijamada de puros hombres ¿Y por qué no? Las chicas no podían ser las únicas, los chicos se merecían sus fiestitas privadas. Claro está que no le dirían a nadie, evitarse comentarios de "maricas" a esa edad de 10 años, era lo más recomendable.

Tantos recuerdos inocentes, desde aquellas tardes de ver porno debajo de la sabana, hasta una buena tarde de siestecita se fueron al tacho al ver como en SU añorada y amada cama se encontraba aquella rubia la cual hace un mes había movido un poquito su corazón, pero no solo estaba ahí echada, solo que el dato extra de la situación era la diminuta lencería que llevaba puesta.

"Ah... Lisa linda, mi princesa de slytherin (Si, su bella señorita enamorada era potterhead, ella mismo le pidió que la llamase así), Dios... Tu figura es preciosa, pero en este momento la figura de mi cama ha sido manchada y vaya que la cagaste".

Pensaba Jeon Jungkook mientras soltaba un suspiro al dirigirse a aquel nudes expuesto solo para él, rodeado de velas rojas, acaso... ¿Era su aniversario?

—A-amor... Y-yo n-no pensaba que vendrías tan rápido...—Manifestó jugando nerviosamente con sus dedos, dirigiendo su vista abajo—Yo... La verdad, es que durante todo el mes... Mm... ¿Sabes? Tú y yo no lo hemos hecho... Yo, yo te amo más que nada en el mundo, y para reforzar nuestros lazos deberíam... ¡Jungkookie!

— ¿Hm?—Trato de responder, mientras desataba las hileras de sus tan amados botines.

— ¡No me estas escuchando!—Chillo la pelirrubia realizando un puchero demasiado exagerado que se borró al ver la tonificada espalda que tenía su increíblemente y bien dotado "novio".

Mordiéndose el labio inferior, se le acerco por atrás, abrazando a este, clavando levemente con sus uñas su pecho, empezó a darle una sesión de "cariño" en su espalda.

— ¿Q-qué estás haciendo?—Se quejó al sentir un recorrido de besos con saliva por su espalda—Lisa...—Volteo admirando como relamía sus labios desbordando saliva—Tú... ¿Quieres hacerlo?

En ese momento la rubia quiso estamparle un puñete en su cara, ¿Enserio le venía con esas estupideces? ¿No fue lo bastante clara al mostrarse en ropas interiores? Que vergonzoso y mucho más al tener la mirada de preocupación que le mandaba Jungkook.

—Jungkook—Lo nombro de manera muy segura escuchando otro "Hm" como respuesta—Quiero que me jodas—Le dio la mirada más seria del mundo al cansarse de tanto teatrito.

Jungkook asintió, despojándose de sus pantalones, quedando en menores, para abalanzarse a la rubia que con una sonrisa lo atrajo más hacia ella, rodeándolo con ambos brazos su cuello para sostener el hambriento beso, que para ella era un significado muy profundo, pero para él no era mas que un experimento.

Una idea rondaba en la cabeza del azabache, una idea que lo estaba agobiando y asustando durante toda la semana.

Por la mente de Jungkook no pasaba nada, ningún sentimiento, ninguna emoción, ni una erección, LA MALDITA PIJA NO SE LE PARABA, ni con aquella rubia que le atraía.

Para despejar aquellas ideas, le arranco aquel sostén negro con diseños rojos, se lanzó desesperadamente a ambos senos, mordisqueando, lamiendo, manoseando, succionando, haciendo mil y más movimientos para concentrándose, sin embargo solo conseguía sacarle placer a la rubia, menos a él.

—Oh si, Dios mgh~—Gimoteaba la rubia, mientras por dentro se arrepentía de no habérsele insinuado a Jungkook desde el principio, vaya que ese chico si manejaba bien ese musculo llamado lengua y ni pensar en como podría manejar el musculo de abajo.

ENREDADOS | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora