Capítulo 5

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-No, solo eso, gracias igual­. -dije y ella asintió.

Se  dirigió  a  la  heladera  y  de  allí  sacó  un  poco  de  queso,  jamon,  tomate, lechuga y  mayonesa.  Del  estante  de  arriba  saco  el  pan  lactal  y  colocó  todo estos alimentos en la mesada.

Al ver toda la comida ahi frente mio, mi panza rugió de hambre.

Mika abrió la bolsa de pan lactal y sacó dos panes para hacer un sandwich. Sacó un cuchillo del cajon y abrio la mayonesa.

-Mayonesa­. -dijo metiendo el cuchillo en el frasco y untándolo en el pan.

-Si.  -lamiéndome los labios.

-Jamón. -­dijo  y  agarro  una  feta  de  jamón  y  la  puso  sobre  la  mayonesa, después agarró otra e hizo lo mismo.

Copió  el  mismo  acto  para  el  queso  y  la  lechuga,  el  tomate  lo  cortó  y  colocó dos rodajas sobre la lechuga.

Agarró un plato del estante de arriba y colocó el sandwich en él.

-Acá tiene señorita. -­dijo y me puso el plato en frente mio.

Sin  pensarlo  dos  veces  agarré  el  sandwich  y  le  di  una  gran  mordida,  miré  a Mika y ella sonreía feliz.

Tragué y me limpié con una servilleta que Mika me habia alcanzado.

-Mika  me  siento  muy  mal  de  que  me  mires  comer,  por  favor,  comé. -­  la verdad me incomodaba un poco.

-No,  señorita  no  tiene  por  que  si  quiere  puedo  marcharme­. -dijo  algo incómoda.

-No, para nada. -­dije y agarré la bolsa de pan saqué dos de ellos y comencé a hacer un sandwich para Mika.

-Acá tiene. -­dije entregándole ya terminado.

Pensó  un  momento,  me  miró  y  yo  hice  una  seña  con  la  cabeza  para  que  lo agarrara, lo cual ella hizo, sonreí y seguí comiendo mi sandwich.

-La  señora  Sabatini  ¿no  viene?­ -preguntó  tímida  Mika  cortando  el  extraño silencio que se habia formado.

-No,  otro  viernes  me  quedaré  sola­. -dije  y  comí  el  ultimo  pedazo  del emparedado que tenía.

(...)

Quise  lavar  el  plato  pero  Mika  no  me  dejó  hacerlo,  le  entregué  el  plato, después  subí  a  mi  cuarto,  ¿Que  haría  ahora?  estaba  tan  aburrida  y  sola  que no  sabia  que  hacer,  mordí  mi  labio  inferior  y  agarré  mi  cuadernillo  que estaba  sobre  mi  cama  y  mi  cartuchera,  me  acerqué  a  mi  pequeño  librero que tenia ahí y agarré "Hermoso Caos" uno de los libros de mi saga favorita "Hermosas  Criaturas"  del  pequeño  librero  que  tenía  ,  salí  de  mi  cuarto  y me dirigí al living. Me  senté  en  el  sillón  de  lana  color  marron  oscuro,  coloque  mi  cuadernillo  y mi  cartuchera  en  la  mesita  que  estaba  enfrente  de  este  y  agarré  mi  libro para comenzar a leerlo, me coloqué los anteojos (que utilizaba solo en casa por que me daba un poco de vergüenza en la escuela) y abrí el libro.

(...)

Los  minutos  habían  pasado  volando  y  yo  ya  estaba  en  el  capitulo  5  (el  libro tenia 50 capitulos), mire el reloj que estaba colgado el la pared, las 23:30 de la noche, me saque mis anteojos y froté mis ojos, coloqué el separador en la hoja que me quede y después cerre el libro.

Me  paré  y  estiré  mi  pierna,  estaba  dormida,  así  que  comencé  a  caminar para que no se acalambre.

Comencé  a  recorrer  mi  propia  casa,  estaba  en  un  completo  silencio, no había  ni  un  solo  ruido  ni  el  de  Mika  lo  cual  me  parecio  algo  raro, seguro estaba en su dormitorio acomodando algo o yo que se.

Caminé a la entrada y me paré al frente del cuadro de mi padre.

-Papá. -­susurré, mi ojos comenzaron a cristalizarse y una lágrima cayó por mi mejilla,  la  limpié  rapidamente  pero  fue  inútil  ya  que  en  tan  solo  segundos otras la siguieron.

-Ay papi, como te extrañaba, te necesitaba más que nunca, necesitaba de tus tontos  chistes,  de  tus  comentarios  sarcásticos,  de  tus  enojones,  de  tu  risa, tu mirada, todo, te necesitaba totalmente.

¿Por  qué  te  lo  llevaste  Dios?  ¿Por  qué  a  el  y  no  a  mi?,  no  era  su  momento, aún debía hacer muchas cosas, pero no, no lo dejaste vivir.

Maldito cancer, maldito cancer, maldito cancer.

Acerqué  mi  mano  izquierda  al  cuadro  y  lo  apoyé  en  este,  y  mi  mano derecha  en  una  cadenita  que  era  de  él  que  antes  de  morir  me  lo  entregó  a mi, diciendome "Siempre juntos".

Alejé mi mano del cuadro y me sequé las lágrimas rapidamente.

Fui  de  vuelta  hasta  el  living,  agarré  el  libro,  el  cuadernillo,  mis  lentes  y  mi cuadernillo, hoy no vería una pelicula, no quería hacerlo, me encaminó a las escaleras para subirlas y acostarme en mi cama pero en eso el timbre sonó.

-¿Quién  era  a  esta  hora?  seguro  su  madre  que  se  habrá  olvidado  sus  llaves

en la oficina. - dijo Mika dejando sus cosas en la escalera y se dirigió a la puerta.

Abrio la puerta diciendo:

-Mama  otra  vez…­.-se  detuvo  al  ver  a  Jenny  en  el  marco  de  la  puerta,  con  un

vestido super elegante y exquisito.

-Jenny. -susurre  sin  poder  creerlo. -­¿Que  haces  aqui  y  la  cena? -­pregunte  algo confundida.

-Me  hice  la  enferma,  dije  que  tenia  un  muy  fuerte  dolor  de  panza  y  me quedé  en  casa,  como  la  reservación  ya  estaba  hecha  no  querian desperdiciarla,  así  que  les  dije  que  se  fueran  sin  mi  yo  estaría  bien,  apenas se fueron me escape y vine para aca, ¿puedo entrar?- ­

Me quede viendo sin poder creerlo, todo esto lo hizo por mi.

-¿Esto lo hiciste por mi?­ -pregunté. 

-Claro, por eso somos mejores amigas. -­dijo y la abracé con fuerza.

Entramos  a  casa  y  le  preste  algo  de  ropa  por  que  el  vestido  que  tenia  era muy apretado y formal.

Le  di  el  permiso  a  Mika  de  que  se  fuera  a  dormir,  preparamos  las  palomitas azucaradas y nos sentamos en el sillón.

Pusimos  "El  exorcista"  una  pelicula  de  mucho  miedo,  no  se  cuando  o  a  que

hora pero comenzamos a dormirnos hasta quedar en un profundo sueño.

VALEN DESIMONE TE AMO 

Mi Alumna Preferida - ORIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora