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Cuando Mark fue hacia la biblioteca al día siguiente, no esperaba encontrarse con cierto chico de cabello morado hablando con Taeyong, quien lo escuchaba con una sonrisa educada y a su vez le decía que baje la voz, porque estaban en la biblioteca.

—Donghyuck, aquí está el chico que estabas buscando—Yuta había aparecido detrás de Mark y lo había empujado levemente hacia adelante—. Llévatelo, por favor—le susurró a Mark.

Pero Mark no podía ni formular un "hola", estaba totalmente perdido en la sonrisa que el pequeño le estaba dedicando en ese momento.

—¿Estás bien, hyung?

Y reaccionó, todo para saltar seguramente mucho más de lo que un humano común podría, y esto a raíz de que el pequeño chico aparentemente se había teletransportado a su lado.

—Sí, sí... pero... ¿tú eres a quien debo asesorar? ¿no era otro chico?

—Sí y no.

—¿Cómo?

—O sea, sí es a otro, Renjun. Pero no, porque quien debería estar aquí soy yo... es una situación complicada, pero si quieres puedo contarte toda la historia, en sí comenzó cuando-

—Ejem—ambos chicos voltearon.

—¡Taeyong, cómo estás! Hace mucho que no te veía, ¿por dónde andabas?

Mark no entendía qué clase de juego estaba jugando Donghyuck.

—Haechan, ya te pedí que no hagas tanto ruido—se dirigió a Mark—. Quizá deberían ir a estudiar afuera, a Haechan le gusta bastante alzar la voz.

Mark salió rápidamente de la biblioteca, seguido por el moreno, quien iba sonriente a su lado.

—Y ahora... ¿a dónde iremos?

—¿Qué te parece en el jardín?

—¡Me encanta!

Donghyuck lo jaló del brazo hacia el lugar donde solía estar con sus amigos en los recesos, y se sentó mientras lo miraba, expectante.

Mark tragó duro.

—¿Y bien?, ¿qué tengo que aprender?

.-.-.-.

Mark no podía entender cómo pasó de mirar a un chico a lo lejos prácticamente cada día a ser incluido a su grupo de amigos y a juntarse con ellos a diario.

Y respecto al sujeto de su adoración... no estaba seguro de lo que sentía.

Aun se sentía emoción cada vez que Haechan (sí, ahora Haechan, porque se habían vuelto amigos) se le acercaba demasiado, cosa que el chico amaba hacer al punto de que muchas veces se la pasaba abrazado a él o dormido sobre su regazo.

Pero también estaba la confusión al conocer su personalidad, no la odiaba, pero definitivamente lo ponía muy nervioso y sin entender cómo un ángel llegaba a tener esa actitud de un demonio, con todas las bromas que hacía a todos, todo el tiempo.

—Mark, Haechan te llama—dijo Jaemin, con una sonrisa traviesa.

—¿Dónde está?

—En la biblioteca.

Y se fue.

Mark se encaminó al lugar, ciertamente nervioso, y al llegar vio cómo su demonio favorito salía con una enorme sonrisa pintada en el rostro.

Habría preguntado, pero de inmediato fue jalado por el menor mientras escuchaba cómo la puerta de la biblioteca se abría de golpe y la voz de Yuta gritaba su nombre.

—¿Por qué...?

—Tardabas demasiado, así que decidí matar el tiempo un poco.

Y con Haechan, a veces (¡siempre!) es mejor no preguntar.

—... quieres... ¿ir a caminar?

—¡Claro!, tenemos que alejarnos de aquí, sigue siendo peligroso—dijo mientras miraba a sus costados.

Mark jaló con suavidad al chico, en ningún momento habían soltado sus manos, y se encaminaron hacia la salida más discreta posible.

impredecible . markhyuck / haemarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora