Me levanté de la cama con muchas ojeras, apenas había descansado esa noche. La diferencia horaria no era tanta como me imaginaba, igualmente desayuné y me preparé para buscarle un regalo. Le pregunté a Axel si quería venir conmigo y aceptó la petición. Más tarde salimos del barrio hasta ir a la zona donde se encontraban las tiendas.Axel: ¿Tienes algo pensado? - cuestionó.
Eh... No, veré si hay algo que me guste - contesté muy insegura.
Axel: ¿Y si no encuentras nada? Tampoco hay mucho donde puedas elegir - intentó ver otra alternativa.
Compraré cosas y haré una manualidad, quizá le regale un libro o alguna cosa que ahora mismo no se de su existencia. Me estás poniendo nerviosa... - estaba entrando en pánico, sinceramente no sabía que le podría regalar.
Axel: Perdón... Vamos a estar aquí todo el día entonces, ¿no? - bromeó.
¿Sí? Probablemente. Que más da, es Mati, confío en que le pueda hacer ilusión cualquier cosa - sonreí recordando sus anteriores cumpleaños.
Axel: Vale vale - más tranquilo.
Estuvimos tres horas buscando un regalo decente y opté por un peluche de Enderman y balón de básquet. A mi hermano le encantó la idea de envolverlo en papel de color negro y ahí le haría unos dibujos que tengan que ver con nosotros. Metimos ambas cosas en una caja y luego la decoré.
Mamá: cariño, ¿ya la terminaste? - entró a mi habitación.
Sí, pero no sé cómo dársela... - un poco desanimada.
Mamá: Estela no le ha avisado de que hemos vuelto así que puedes hacerle una sorpresa. Piénsalo... - me dejó sola para que utilizara mi cerebro para algo.
Mmmm... ya sé - susurré.
Fui corriendo a su casa y llamé a la puerta, rezando (irónicamente) para que me abriera alguien que no fuera él.
Antonella: Hola... - sin mirarme.
¡Antonella! ¿Está tu madre...? - bajando la voz.
Antonella: pará pará... ¿Sos Thanya? ¿No estabas en España? ¿Cuándo volviste? ¿Qué hacés acá? - dijo muy confundida y sonriente.
Volví ayer, pero no le digas a nadie. Es un secreto - nos abrazamos.
Antonella: Matías no está y mi mamá viendo la tv - me llevó con ella de la mano.
Estela: ¡Thanya! ¡Cuánto tiempo! Ay que linda, estás preciosa - se levantó del sillón y me abrazó - ¿necesitás algo?
Sí - le expliqué la sorpresa que quería hacerle a su hijo.
Estela: increíble idea, te podemos ayudar sin problemas - muy feliz.
Antonella: sé que mañana saldrá a la calle con Lautaro y varios más, así podrás venir tranquila - informó - creo que a las ocho de la tarde te avisaré. Dame tu número. - le di mi móvil y ella me agendó, igual que hizo Estela.
Gracias por ayudarme, os quiero un montón - no pude evitar emocionarme y abrazarlas de nuevo.
Después de un rato volví a mi casa. Cuidé que la luz de mi cuarto no se encendiera en ningún momento, entonces él sabría que estoy acá.
Terminé de cenar y fui a ver netflix a la cama. Ví que Matías tenía la luz prendida y me asomé un poco a la ventana. Allí estaba, parecía ordenar algunas cosas y se puso otra camiseta a la que llevaba. Comencé a llorar sin querer, tanto llevaba esperando este momento y no debía gritar su nombre para que saliese.
Abrí el diario que conservé desde que nos mudamos a Argentina por primera vez y escribí lo que había sucedido durante el día. Después de años logré ver a mi mejor amigo... ¿Mi mejor amigo?
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~ Mi amigo patagónico ~ || Matias Candia ||
Fiksi Penggemar- Si te dijera que eres mi canción favorita... ¿me matarías?