Capítulo 1

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1 año y medio después.

—...el edificio está programado para terminarse en 6 semanas, ya sólo estamos definiendo detalles, ¿cierto, Srta. Smith?

Escuchar mi nombre me trae devuelta a la realidad. Hace 2 horas que estoy encerrada con mi socio y un grupo de clientes en la oficina discutiendo los últimos avances de nuestro más reciente proyecto. He dejado de prestar atención desde hace 40 minutos, la junta se había vuelto repetitiva.

—Si, así es. En 4 semanas básicamente estará completo y en las siguientes 2 todos los detalles habrán sido completados. Podrán iniciar los showrooms en 4 semanas, si lo desean.

—Me parece estupendo, —dice uno de los clientes—. Estamos muy impresionados con su trabajo y lo bien que han sabido llevarlo a cabo. Estarán recibiendo más proyectos de nuestra parte en el futuro.

—Nos alegra mucho escuchar eso, Sr. Miller. Mi socio, el Sr. Donovan y yo, estaríamos encantados de recibirlos de nuevo en nuestra compañía. Ahora, si no hay más preguntas, me gustaría dar la junta por terminada. Por favor, pasen con mi asistente y él los llevará a la siguiente sala a que puedan degustar algo antes de nuestro almuerzo.

Donovan me lanza una mirada burlona pero guía a el Sr. Miller y el resto a buscar a Joe, mi asistente. Yo decido ir a mi oficina y por fin respirar un rato. El proyecto del Sr. Miller ha sido uno de los más importantes en los últimos meses pero también uno de los más agotadores.

—De las que nos has librado esta vez, Leight, —dice Donovan mientras entra a mi oficina y se deja caer en una de las sillas—. Creí que estaríamos dos horas más en esa sala de juntas. Me estaba muriendo.

—Ni que lo digas. Ya no aguantaba ni un minuto más ahí adentro.

—En fin, creo que ha ido muy bien. Esto nos traerá grandes beneficios, como nuevos y más grandes clientes.

—Tenlo por seguro. Estoy segura de que tendremos que contratar a más personas. Apenas y nos dimos abasto para este proyecto. Es tiempo de crecer.

Donovan y yo habíamos estado hablando acerca de buscar nuevos inversores para poder expandir nuestra constructora. No podría estar más alegre acerca del ritmo en el que estábamos creciendo, pero ya sentía los efectos de tanto trabajo duro. Lo quisiéramos o no, Donovan y yo necesitábamos nuevos socios e inversores.

—Si. Tienes razón. Sin embargo, podemos hablar de ello luego. Es viernes y ambos somos jóvenes, podemos unirnos a los chicos esta noche en el bar. Ambos merecemos un descanso después de tanto trabajo.

—No lo sé, Donovan. Lo único que quiero es llegar a mi casa y dormir 24 horas seguidas, —explico mientras masajeo mis sienes—. Esta junta ha tomado las últimas energías que me quedaban.

—Por favor, Leight. Hazlo por mí, por favor, —pone cara de cordero—. Porfis, por favor.

—Agh. Está bien. Ahora, —tomo mi bolso—, muévete que tenemos la comida con los clientes.

—A la orden, capitán, —hace el saludo de marinero y se mueve hacía a mi para abrazarme—. Eres la mejor, Leight.

...

Cuando llego a casa lo primero que escucho son las patitas apresuradas de Max, mi gran danés. En cuanto me ve, se me lanza encima y comienza a lamer mi cara.

—Hey, amigo. Yo también te extrañé mucho, —acaricio detrás de sus orejas—. ¿Dónde está Alice?

Al escuchar el nombre de nuestra ama de llaves, Max corre a la cocina en su busca. Yo decido quitarme los tacones antes de ir detrás de él. En la cocina, Alice está sirviendo la cena, cuando voltea a verme me sonríe y saludo.

Undercover LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora