Family→PJO y la liga de la justicia

Capítulo IV: The new girl

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She sees them walking in a straight line, that's not really her style.
And they all got the same heartbeat, but hers is falling behind.
Nothing in this world could ever bring them down.
Yeah, they're invincible, and she's just in the background.
Cool kids, Echosmith
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Los nervios siempre habían formado parte de la vida de Percy, de una manera o de otra. Pero eso no impidió que volviera a sentir el estómago revuelto y la inseguridad en cuanto cruzó las puertas de su nueva escuela, el instituto de Gotham.

El sistema de organización era bastante diferente al de cualquier escuela en la que haya estado, lo que la confundió un poco, y al notar varias miradas sobre su persona sus nervios aumentaron aún más, si es que eso era posible.

Afortunadamente no hizo el ridículo ni se puso en evidencia, por el momento. Se limitó a seguir a la multitud de estudiantes hasta llegar a un patio, cuyas paredes tenían unas listas, con el curso y el número de la clase encabezándolas. Busco las correspondientes a su curso, el último, y cuando las localizó se abrió paso entre la marabunta de personas que hablaban y se saludaban con entusiasmo.

Afortunadamente, había pocos alumnos en la zona de los últimos cursos y Percy se fijó en que las listas parecían más cortas que las que había visto al entrar en el patio, que por cierto, era mucho más grande de lo que parecía. Tenía una cancha de voleibol, lo que parecía una pista de baloncesto cubierta y un campo de fútbol. Su vista se perdía en unas escaleras, preguntándose a donde conducirían.

-¿Perdona?¿Nos puedes dejar pasar?-

No se había dado cuenta, pero detrás suya había un grupo de unas seis chicas que al parecer quería mirar justamente la lista que estaba detrás suya.

Percy enrojeció levemente y se hizo a un lado, notando las miradas, unas curiosas, otras algo despectivas sobre su camiseta y sus vaqueros desgastados.

-Gracias- dijo una de ellas, baja, de espesa melena rizada y ojos castaños, brindándole una sonrisa que fue correspondida casi inmediatamente.

-De nada-

El grupo avanzó y comenzó a examinar la lista, correspondiente a la clase B, murmurando y comentando entre ellas al ver ciertos nombres. Unos minutos después cuatro de ellas se marcharon juntas a su clase, o eso supuso Percy, atrayendo la mirada de una gran parte de la población masculina que se encontraba en el lugar.

La pelinegra suspiró, disponiéndose a tratar de descifrar una de las hojas, esperando que fuera la única que tuviera que leer. Para su mala suerte, no fue hasta la tercera lista que encontró su nombre, la clase B. No se fijó en los demás nombres, ya que suponía no conocer a nadie. Para ese entonces el patio estaba empezando a vaciarse, cada alumno yendo a su respectiva clase.

Al igual que anteriormente, Percy siguió a un par de chicos que parecían de su edad. Sin embargo, como bien pudo apreciar, estaban un curso por debajo de ella, no quedándole más remedio que preguntarles donde se encontraba su clase antes que ellos entraran en la suya. Se mostraron muy amables y le indicaron por donde debía ir.

Después de agradecerles y despedirse salió corriendo por los ahora desiertos pasillos (sin estar segura de si se podía) en dirección a el aula, rezando para que el profesor o profesora no hubiese llegado aún.

Por suerte, cuando llegó a la puerta y se asomó a la clase después de comprobar que era la correcta dio un suspiro de alivio al no ver a ningún adulto y observar como los estudiantes hablaban formando pequeños grupos repartidos a diestra y siniestra por toda el aula.