Peter recuerda el castillo en el cielo. Recuerda sus grandes ventanas y los interminables pasillos donde jugaba con su hermana.
También recuerda las mazmorras y las jaulas donde fueron encerrados.
Así que no está feliz cuando llegan allí. En lo más mínimo.
***
Está tenso bajo el escrutinio de los ángeles que los escoltan adentro del castillo. Ninguno de sus lobos está tranquilo, todos listos para pelear o huir ante la mínima muestra de engaño y traición, siguiendo las órdenes de Peter.
Son llevados a un enorme salón con grandes ventanas, dos ángeles los esperan allí y Peter realmente espera que esta reunión no termine en un enorme y sangriento fracaso.
- Ha pasado mucho tiempo, Peter Hale, espero que no me hayas olvidado. - Alan Deaton se adelanta, dando una reverencia que ninguno de ellos cree que sea por respeto. Peter quiere rasgar su cuello para mostrarle que no debería confiar en los lobos a los que traicionó, pero se contiene. - Este es Mieczyslaw, él estará sirviéndo y guiando a usted y a su...manada, Alpha Peter. Todo lo que necesite no dude en pedírselo, está a su total disposición. - Peter odia inmensamente al imbecil, lo conoce y lo aborrece demasiado desde los primeros milenios de su vida.
El pseudo Ángel del equilibrio empuja a un delgado y enano niño frente a ellos, quien no levanta la vista ni aparta sus manos de su frente, se mantiene dócil y asiente cada vez que debe responder a algo que Deaton a dicho, pero por demás no hace nada.
A Peter le duele ver el estado del chico. Es pequeño y delgado, en términos humanos tendría 18 o 19 años, tal vez más, pero en un ángel no puede saberse.
Es imposible que alguien pueda ser feliz de ese modo, con una túnica blanca suelta y gastada, pero impecablemente limpia. Tiene los pies descalzos y el cabello corto desordenado en todos los ángulos posibles.
Se ve triste y apagado, no como los vibrantes, brillantes y orgullosos ángeles a su alrededor.
Pero ese no es problema suyo. Los angelitos del cielo tienen sus reglas, los demonios como él no tienen lugar en su anarquía. Se fue por una maldita razón.
Cuando Deaton se va, el niño suelta un gran suspiro, como si estuviera respirando por primera vez en mucho tiempo y levanta la vista, rueda los hombros y se sacude, como si reviviera. Ahí es donde todo acaba para Peter. De repente recuerda que hay un dios al cual debe agradecer cuando esos ojos lo ven.
Son los ojos más bellos que ha visto, de un oro brillante y cálido que le recuerda a su hogar perdido, rodeado por una constelación de estrellas en forma de lunares y una piel pálida y cremosa, junto con una nariz adorable.
Peter sabe que, de haber mirado hace años podría haber encontrado picardía y travesura en esos ojos, pero ahora solo hay una cantidad triste de vida y valentía cuando mira fijamente a los ojos de Peter, sin bajar la mirada, sin someterse.
- Soy Stiles, estaré a su servicio hoy. - dice, con cuidado, midiendo la reacción de los lobos mientras camina hacia ellos y trata de mantenerse firme a pesar de que huele a incomodidad y dolor.
Sin embargo, esa valentía es lo que sus lobos necesitan para reaccionar y atacar.
- Owwww, mira nada más. Tenemos un angelito de mascota. Mira, mira Peter. Es tan lindo. - Erika básicamente ronronea a su lado y Peter no puede evitar sonreír de acuerdo.
- Tienes razón, de hecho. ¿Estas seguro que esto es buena idea, cariño? - Peter se acerca unos pasos y rodea al chico con cuidado, no olvida que también es un habitante del cielo, sería estupido subestimarlo. - Ya sabes, sería tan fácil susurrar al oído y manipular tu tierna mente inocente, influenciar tu pura alma y atraerte de inmediato. - y esa parece ser la señar que sus lobos necesitaban.
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Demon Wolves
FanfictionDisclaimer: Teen Wolf y sus personajes no me pertenecen, pero este fic es mío. 》Stiles es una chispa, un híbrido mitad humano mitad arcángel que no tiene permitido vivir en la tierra después de la muerte de su madre, pero incapaz de encontrar en el...