Crazy- Midori x Sou

4-

—¿Y... y ese olor?—Preguntaría el joven de cabello azul verdoso mientras olisqueaba ese olor repudiable rápidamente tapándose con la manga de su chaqueta, el acompañante solo lo miraba con un risilla mientras al igual tapaba su nariz pero el con su mano izquierda.

—Veras... eh... pues quería limpiar el sótano, no para nada sospechoso, abrí ahí y olía a muerto, que envidia...—Explicaría mientras miraba hacia el lugar mencionado, el cual estaba con la puertilla abierta dejando escapar ese hedor a putrefacción que venía de abajo.—Y... quería pedirte ayuda, solo quiero que lleves tu celular con la lámpara esa, luz o como se llame ¡prometo no dañarte!—Diria en tono de súplica mientras miraba a quien recibía la propuesta de ayuda, quien lo miraba algo confundido mientras dirigía la mirada al lugar donde provenía el olor.

—Vale... ¿y nada más?—Preguntaría al contrario mientras que asentía con la cabeza, en eso, Sou sacaría varias cosas diversas, como  dos tapabocas quirúrgicos, algunas 3 escobas y un balde lleno de agua con aroma que contrastaba con el olor que emanaba la parte inferior del hogar.

—Tengo varias cosas para limpiar, no son del todo excelentes ¡pero es lo suficiente! Bajaré yo primero mientras alumbras con el celular, después subo y tu bajas, sencillo ¿no?—Explicaría mientras le pasaba el cubrebocas a su acompañante, quien rápidamente se lo pondría sin antes activar la luz del celular.—¡Adelante!—Agarraría solo dos escobas con ambas manos mientras que con paso rápido se dirigía hacia abajo, Shin no se quedaría corto y, confiando en Hiyori, bajaría algo lento con la luz encendida alumbrando el paso.

—¿Así está bien?—Preguntaría el invitado mientras que escuchaba de parte del contrario un pequeño "Si", al igual escuchaba el sonido de las maderas que conformaba las escobas las cuales estaban algo desgastadas, usadas y viejas. Cada paso era como si se acercara cada vez más a un cadaver putrefacto, un olor desagradable que traspasaba esa delgada línea que marcaba el tapabocas, una línea insignificante comparada con el hedor que transmitía un rincón, las escaleras eran pocas, lo que lo hacía cada vez ponerse más nervioso.

—Vale, sube un poco de nuevo ¿o si no como subiría?—Hablaría con una ligera gracia, al parecer poco le importaba de donde provenía ese asqueroso olor, pero el de ojos azules rápidamente le haría caso, de hecho se alegraba de que dijese eso, no podía aguantar estar ahi abajo, por poco le iba a preguntar si podía subir a respirar—Vale, no mire nada... tal vez está escondido o algo, no lo sé—Shin podía sentir una falsa ignorancia en sus palabras ¿no lo vio? ¿Como descubrió el olor? ¿Por que se le apeteció limpiar el sotano? Si era su casa ¿por que nunca supo sobre ese olor? Cada vez que se cuestionaba sus razones, más desconfiaba de su mejor amigo, de quien era el único que lo acompañaba aparte de sus cariñosos padres los cuales lo mimaban más de lo usual, aveces sentía que no agradecía a sus padres ni a Sou, quien usualmente le cuidaba y al igual en ocasiones lo mimaba comprándole pequeños regalos y le hacía de comer. El de cabello verde rápidamente con una mano mientras que con la tomaba la escoba—Baja, ahí me iluminas ¿si?—Le haría caso de nuevo, bajaria lentamente de nuevo, podía escuchar el sonido plástico del balde como si cayera al suelo lentamente sin derramar líquido. El de cabello azulado posaba sus pasos en los escalones frágiles.

Rápidamente sintió un gran dolor en su cabeza, la cual sentía que había que había sido golpeado por algo que desconocía, sus ojos eran abiertos sorpresivamente mientras sentía como sus pasos eran débiles volviéndose insignificantes, podía sentir como su cuerpo caía y era golpeado por los escalones, sus párpados cada vez se cerraban más mientras que el dolor que le causaban las caías se volvería insignificante, ya no sentia el dolor tan fuerte, sus pensamientos iban siendo arrancados lentamente, el agarre que tenía hacía el teléfono se volvía nulo. Al parecer se había frenado al fin, eran pocos escalones, si, pero parecían infinitos a la larga, estaba débil físicamente, pero antes de que su pensamiento se nublase cayendo al suelo, podía sentir como el escalón donde había parado se quebrajaba, era el último, por lo cual después caería al suelo.