Capitulo 3

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Dos horas más tarde, me encontraba sentada en una mesa de picnic en el exuberante jardín con Cass, Lexi, y Ally. Lexi estaba adulando a Ally tanto como era posible, sabiendo muy bien que Ally había sido titular en el equipo de las animadoras del equipo universitario, engatusándola acerca de las pruebas y qué estaban buscando en las nuevas incorporaciones.

Cass estaba ocupada haciéndole ojitos al enorme jugador de Tide (por lo que ella me informó) que se encontraba justo a la derecha con su completo atuendo de vaquero, mientras disfrutaba de su Moonshine de contrabando.

La falta de conversación que implicaba mi participación permitió a mi cabeza divagar a un único tema: Sehun.

Él no había regresado después del beso. Por lo menos, no lo había visto en la fiesta, así que supuse que se había ido a casa. Lamentablemente, tuve que admitir a mí misma que estaba un poco decepcionada por su ausencia. Había conseguido meterse bajo mi piel con su extraño trato hacia mí y no podía quitarme de encima ese beso.
Me hizo pensar en cosas que no eran parte de mi modus operandi habitual, cosas que implicaban desnudez,camas y un montón de sudor.

Me centré de nuevo en la conversación y me consterné al oír a las chicas cambiar de los temas de animadoras a sus antecedentes familiares. Decidí que este era el momento perfecto para tomar un respiro rápido.
— Oye, Ally, ¿dónde está el baño aquí? — le pregunté abruptamente. — Puedes usar el mío, querido. Está en la planta superior, tercero a la derecha. — Sacó una llave de su bolso y la puso en mi mano — . Lo mantengo bloqueado para que la gente no pueda utilizarlo para follar en fiestas como esta.

— Bien pensado. Gracias. Estaré de vuelta en un santiamén.

Caminé a través de las puertas del patio y me dirigí a la escalera principal, subiendo rápidamente los tres tramos, tratando de ignorar los quejidos y gemidos que emanaban de puertas cerradas. Ally tenía razón en mantener la puerta cerrada con llave. Parecía que había una manada de lobos en celo en todos los niveles.

Llegué a la puerta correcta y giré la llave en la cerradura, cerrándola detrás de mí y bloqueándola de nuevo por medidas de seguridad. No quería salir y encontrarme con un show de sexo en vivo de unos estudiantes universitarios ansiosos en su cama.

La habitación era hermosa. Las paredes eran de color blanco roto, unas sábanas rojas cubrían una enorme cama tamaño extra grande y había un gran escritorio antiguo en una esquina. El verdadero ganador, sin embargo, era su balcón privado. Cortinas de gasa roja fluían en la brisa suave de verano sobre las puertas abiertas y las luces de las estrellas brillaban contra las hebras de hilo plateadas sutilmente entretejidas en la tela.

Negué ante el hecho de que ella tenía todo esto y todavía estaba en la universidad. Algunas personas nunca experimentan este nivel de lujo en toda su vida, mi padre y mi abuela vivieron en cuatro habitaciones pequeñas toda su vida. Me imaginaba que costaba mucho vivir aquí, también.

Ese pensamiento me despertó de mi sueño, y empecé a buscar el baño como pretendía. Llegué al otro lado de la habitación cuando una voz rasgada desde el balcón gritó — : Al, ¿eres tú? Me sobresalté y sostuve mi pecho, con mi corazón latiendo rápidamente por el susto.

Me apoyé en el poste de la cama cuando el dueño de la voz entró al cuarto oscuro.
Sehun.
Miré hacia arriba para verlo mirándome fijamente, obviamente sorprendido por mi presencia.
— Esta habitación está fuera de límites, Lu— dijo secamente mientras tomaba un trago de cerveza de su botella marrón.

Lu.

Me encantó cómo su lengua se enrolló alrededor de mi nombre. Nunca nadie me había llamado Lu, pero una expresión de sus labios me hizo querer pedir el cambio de nombre.Me enderecé con nerviosismo, su voz ronca dificultaba mi respiración y levanté la llave en el resplandor de la luz de la luna.

Sweet Home - HUNHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora