Dos Iguales.

3

1420, Corea del sur.

– ¿Estas diciéndome qué estas casado? – Habló una vez más en el día su majestad.

– Lo estoy su majestad. – Habló NamJoon.

– Pero, ¿¡Cómo paso!?– Habló alto, llevaban dos horas en el viaje y al aparecer aún faltaban bastantes para llegar a KaeSong, así que tomaron un descanso para dormir.

– Su majestad usted sabía que el médico SeokJin me gustaba desde hace años, justo cuando llegué para servirles a usted y su hermano. – Comenzó a relatar NamJoon. – En uno de estos largos años que estuvo “perdido” entre comillas, comenzamos una relación y después contrajimos matrimonio. – Acortó la historia.

– Wahhh, quien lo diría, mi pequeño NamNam enamorado. – Se burló su majestad tomando la pequeña coleta de cabello de NamJoon para pasarla por toda su cara.

– Yahhh, hyung, deje eso. – Habló rápido NamJoon incomodado por los cabellos en su rostro.

– Oh, Por, Dios. – Dijo su majestad sorprendido.

– ¿Pasó algo? ¿Se encuentra bien su majestad? – Preguntó NamJoon preocupado.

– Siento que voy a desmayarme. – Dijo el rey preocupando a Kim. – ¡Kim NamJoon acaba de llamarme hyung!– Grito el rey contento.

– Yo no hice eso. – Dijo negándose NamJoon.

– Lo hiciste. –Respondió su majestad Min.

– Por supuesto que no. – Volvió a negarse.

– Te digo que si Namie, yo lo escuche. – Dijo su majestad.

– Claro que no YoonGi. – Respondió rápido NamJoon con las mejillas sonrojados.

– Qué irrespetuoso saliste Kim NamJoon, ¿olvidas que soy tu rey? – Respondió fingiendo seriedad.

– Perdone su majestad, no volverá a ocurrir. – Hizo una inclinación mostrando respeto.

– Te perdonó solo si me llamas hyung. – Dijo su majestad soltando una risita.

– ¿¡Qué!? ¡No! – Se negó.

– Entonces no te perdonó, al llegar al palacio te encerrare. – Dijo dando por terminada la conversación.

– ¡Hyung no! Lo siento. –  Se disculpó.

– AAAAAYYYY SANTO CIELO. – Gritó dejándose caer en el pasto.

– ¡Deje de gritar su majestad! – Dijo Joon sonrojado.

– ¡No me digas que hacer! – Gritó.

– Ashhh. – Dijo tirándose en el césped.

– No me ashhees mocoso. – Le aventó un zapato.

– Hyung yahhh. – Gritó cuando este golpeo su cara.

– Te extrañe. – Soltó su majestad.

– También lo extrañe su majestad hyung. – Dijo NamJoon

– Y lo arruinaste.

– Yaaahhh. – Soltó NamJoon.

– Callate y duermete, que estoy cansado. – Dijo para recostarse en el 

– Avisare a los demás que dormirá su majestad. – Habló.

– Me gusta que me llames hyung hazlo más seguido. – Dijo con la mano sobre sus ojos.

– Wahhh, que tierno se escucho eso su majestad. – Se burlo Nam tocando sus cachetes.

– NamJoon. –Advirtió Min.

– Okay okay ya duerma hyung, en seguida vuelvo. – Aviso y se retiró.

"Es hora de volver a donde pertenecemos namjoonie."  Dijo para si mismo su majestad.

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Ahí se encontraba JiMin caminando hasta el palacio, mentiría si dijera que no estaba nervioso, por que realmente lo estaba y mucho.

"No podría ser tan malo ¿verdad? Después de todo era el lindo príncipe." Pensó el castaño.

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– Puede pasar, su majestad esta esperando. – Habló una de las cocineras.

– Gracias. – Agradece Park.

– Vaya, vaya, pensé que no vendría lindo. – Hablo desde el trono el príncipe Hyun.

–  No tenía otra opción su majestad. – Murmuro.

– Tienes razón pequeño, no tenías opción. – Susurro poniéndose de pie.

JiMin no dijo nada, se sentía intimidado.