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No todo es malo

Han pasado dos semanas desde que Garou comenzó el entrenamiento, sus habilidades y su fuerza ya superaban a las de Silver Fang, su fuerza era inconmensurable, parecía que Garou ya podía soportar contra algunos héroes al mismo tiempo, pero si blast, tornado y por supuesto el héroe más fuerte se presentaban en la batalla las probabilidades de que Garou ganara eran muy bajas, casi nulas. Pero en todo ese tiempo hubo un problema, que incluso Garou lo notó, ya no pasaba tiempo con Hana, ni siquiera le dirigía la palabra, ya que siempre estaba entrenando, la felicidad de Hana gradualmente fue bajando, hasta que era bastante notable, pero Garou no podía hacer nada por ella, ya que si quería vencer en esta batalla tendría que poner su carne en el entrenamiento.
En estos momentos Garou y Silver Fang están teniendo una batalla, Garou tiraba golpes a Silver Fang, la mayoría acercaban y otros eran bloqueados, pero ninguno esquivando, de igual manera Silver Fang acertaba la minoría de golpes, ya que Garou se había adaptado bastante bien a un combate, finalmente Garou dió un golpe en el rostro de Silver Fang, el cual lo dejó muy aturdido, aprovechando la situación, Garou preparó un fuerte puñetazo hacia el abdomen de su maestro, haciendo que este saliera volando unos diez metros

-vaya, creo que has perdido velocidad anciano-dijo Garou mientras movía la muñeca de su mano

-por lo menos sigo siendo humano-dijo Silver Fang mientras se levantaba

-que, ¿tienes envidia?-dijo Garou con una leve sonrisa

-¿de ti?, para nada-dijo Silver Fang mientras reía

-¿y ahora que sigue?-dijo Garou

-toma un descanso-dijo Silver Fang mientras caminaba hacia el dojo

Garou lo miró entrar mientras pensaba en algo que pudiera hacer para compensar la falta de tiempo que tenía con Hana, pensó en buscar algo que le guste en el pueblo de abajo así que fué hacia la grande puerta de salida, pero cuando estaba a punto de salir escuchó una voz

-¿señor Garou?...-

Cuando Garou volteó vió a Hana con una mirada de preocupación en medio del dojo

-volveré luego-dijo Garou

-¿vá al pueblo?-dijo Hana

-si-respondió Garou

-¿puedo ir con usted?-dijo la chica con una mirada de emoción

-no, tu esperame aquí-dijo Garou de forma ceria

Hana agachó la cabeza y asintió levemente

entonces Garou se dirigió a ella y con una sonrisa puso su mano en la cabeza de Hana

-tranquila, volveré rápido-dijo mientras sobaba su cabeza

Hana levantó la cabeza lentamente, dejando ver una sonrisa forzada mientras intentaba contener unas lágrimas, Garou notó esto y cambió su sonrisa por una cara de sorpresa, sin indagar más en el tema dió media vuelta y comenzó a bajar por las grandes y largas escaleras, el viento era muy fuerte y frío, mientras bajaba pensó en Hana, aunque supuso que lo que acababa de pasar era porque el ya no pasaba tiempo con ella, entonces otra duda llegó a su mente, como es que iba a saber que le gusta a ella, fué cuando comenzó a pensar en que podía regalarle, ¿comida?, ¿armas?, ¿ropa?, Garou no tenía ni idea de que podía regalarle, pero más adelante lo averiguaria, al llegar a la ciudad vió a la misma cantidad de personas caminando, todas sonriendo y alegrandose, había niños jugando con la tierra y con algunas ramas, las personas platicaban entre si, riendo y jugando, parecía que se habían olvidado de la guerra, aunque las señales ya no eran muy visibles, el cielo ya no estaba decolorado, estaba de color azul, azul oscuro, ya que la noche estaba arribando el lugar. Caminó por unos diez minutos, buscando y buscando, hasta que encontró un puesto de ropa que era atendido por una mujer de edad mediana, Garou se acercó al puesto y comenzó a revisar la ropa, pero no sabía que es lo que podría gustarle, así que ya un poco confundido le dijo a la señora