Día 4: Intimidad

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–Ah... Erik... -Sollozaba en el oído de Lehnsherr mientras que este lo sujetaba para que el ojiazul pudiera cabalgarlo mejor. –Más, Erik... Más rápido.

–Magst du das? -Preguntó Erik sin importarle si Charles lograba entender su idioma de origen pues sabía que hablarle en alemán excitaba al menor.

El pelirrojo lo abrazaba firmemente, pegándolo a su cuerpo creando una deliciosa fricción entre ambos. El mayor aumentó la velocidad de sus envestidas deseoso de llenarlo por completo de su semilla.

Ese fue el momento en que Charles, soltando un gran gemido, llegó a su clímax, Erik se acercó y acarició la suave piel de su cuello con sus labios abiertos ahogando un profundo gruñido que salía de su boca.

Ambos suspiraban agitados, se recostaron cansados uno al lado del otro y cuando conectaron sus miradas, Charles no puedo evitar regalarle una sonrisa, que pretendía ser negada, al hombre frente a él.

Se encontraban en la habitación del pelirrojo, después de haber escapado a escondidas de la mayoría de sus amigos.

Todos pensaban que Lehnsherr había llegado a la mansión para charlar con el profesor acerca de la conciliación y el pacto de fraternidad que tendría la Hermandad con los X-Men, pero al paso de los días todos empezaron a sospechar del verdadero motivo de su visita pues el gran Magneto no parecía tener intenciones de dejar la mansión, ni Charles de echarlo de esta.

Ahora ambos estaban con las piernas cubiertas solamente por la sábana blanca, a centímetros del rostro del otro y con incertidumbre de su relación en el corazón.

–Te ves tan bello con barba. -Dio a notar el ojiazul acariciando su rojiza barbilla con dedos tímidos.

–Estoy feliz de volver a casa. -Dijo el mayor mirándolo, no había podido evitar dar a conocer sus sentimientos; ya no tenía ganas de negarlos.

Erik tomó su mano y se acercó para tomar los labios del castaño entre los suyos en un delicado beso. Todo hubiera estado perfecto, hasta que momentos después sintió como el menor se alejaba.

–Tengo que volver con mis estudiantes. -Se removió entre sus brazos, tratando de que el mayor lo dejara libre. –Me toca clase en unos minutos.

Erik se quejó acercando todavía más a Charles dándole múltiples besitos por todo el rostro, sacando risas de parte de este.

–Tienes cientos de maestros, que Logan se encargue. -Dijo el mayor mirándolo con un lindo ceño fruncido. –Quédate un rato más conmigo, ellos estarán bien.

Xavier lo meditó durante un momento, sintiendo las inmensas ganas de quedarse por siempre en esa posición después de estar tanto tiempo separados, pero sabía que levantarían sospechas y ambos estaban de acuerdo en esperar un poco más para hacer pública su relación.

–Sabes que no podemos, cielo. -Susurró en sus labios después de darle un rápido beso.

Se levantó de la cama dejando a Erik en ella, tomó su ropa y se vistió lo mejor que pudo para verse lo mas normal posible. Peinó su cabello y lentamente abrió la puerta de la habitación.

–Te amo, liebe. -Dijo Erik con una sonrisa al notar como el menor, después de asegurarse que no hubiera nadie en el pasillo, llevaba dos de sus dedos a la sien.

–Yo igual, cielo. Nos vemos mas tarde. -Contestó Charles y de un momento a otro desapareció para que nadie lo viera salir del cuarto de Magneto; pareció como si la puerta se cerrara por si misma.

Cherik Week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora