One Shots Stonys para Pasar la Cuarentena

VAGABUNDO PARTE V

Steve se sentía completamente avergonzado de sí mismo al ponerse muy nervioso en presencia de un hombre, de un vagabundo para ser específicos y eso no le parecía en lo más mínimo, pero ahí estaba en la cocina tratando de ignorar la sonrisa y mirada coqueta de aquel hombre, Steve sirvió el almuerzo y mientras comían Tony le sacaba, o mejor dicho trataba de sacarle conversación al rubio ya que este había adaptado una postura dura, como si no quisiera brindarle información al enemigo y eso a Tony le gusto, era un reto que valdría mucho la pena. Después comer Steve se levantó porque el timbre había sonado y cuando este regreso le entrego una bolsa algo grande y sin dar explicaciones e marcho dejando a un Tony totalmente confundido, Tony miro en el interior de la bolsa y en esta venía ropa, este sonrió y con mucha cautela se levantó y comenzó a buscar el baño, al encontrarlo dejo la bolsa y busco una toalla y tomo una ducha larga, pero muy larga, cuando termino se miró al espejo y decidió recortarse un poco la barba, solo para seguir manteniendo su identidad oculta. Una vez el castaño se medió arreglo y se puso la ropa, busco en el mueble del lavabo un cepillo para poder cepillarse los dientes, en lo que se demoró alrededor de 15 minutos y se miró al espejo nuevamente.

———No te ves como antes, pero pudo hacer que funcione——— dijo el castaño para darse un poco de animos.

Al salir del baño noto que el apartamento parecía vacío, así se dedicó a explorarlo un poco, encontrándose fotos del rubio con su escuadrón y una con un hombre, lo que llamo más la atención de Tony fue que en el cuadro era como un collage, en el que se podía ver al rubio de pequeño, de adolescente y una de adulto y se imaginó que el castaño que aparecía junto a el era su mejor amigo, una punzada golpeo el corazón de Tony al imaginarse que a lo mejor este tenía una relación con ese tipo y "¿Y por qué no estaba en el apartamento con Steve?" se preguntó "A lo mejor y lo mandaron a una misión" se auto respondió, dejo el cuadro y siguió viendo las fotos hasta encontrar otra en donde aprecian el rubio y el castaño solo que esta vez aparecía una mujer pelirroja con ellos y el castaño la abrazaba por la cintura, Tony suspiro de alivio al ver que en otros cuadros había fotos de la boda del castaño y la pelirroja, Tony sonrió y camino por un pequeño pasillo hasta que comenzó a escuchar como en uno de los cuartos sonaba una melodía que no podía reconocer y se dejó guiar por la música hasta que llego a un cuarto que tenía la puerta medio abierta y Tony decidió mirar un poco y pudo ver que adentro se encontraba el rubio pintando un cuadro.

———¿Qué haces? ——— pregunto Tony al entrar a la habitación sin tocar haciendo que Steve se asustara.

———Pues, me puse a pintar un poco——— dijo el rubio sin apartar la mirada del cuadro y retomar su labor.

———¿Qué pintas? ——— pregunto Tony mientras se acercaba al rubio para poder ver mejor lo que hacía.

———No lo sé——— respondió.

Tony se quedó completamente cayado al ver que el rubio había hecho unos pequeños garabatos en los que se podía ver a alguien durmiendo en una cama, se acercó un poco más y pudo ver que se trataba de él, pero no con su aspecto descuidado de ahora, sino de él hace un año antes de escaparse. Tony no hizo ningún comentario al respecto y comenzó a tratar de sacarle platica al rubio nuevamente, pero este aún seguía con aquella postura hasta que en un momento lo miro fijamente a los ojos lo que hizo que Tony se paralizara.

———¿Qué fue lo que consumiste? ——— pregunto el rubio con la mirada fija en Tony.

———¿Disculpa? ——— dijo sin entender.

———Esa vez que te lleve al hospital, ¿Qué consumiste? ———|pregunto con firmeza mientras se paraba y se acercaba a Tony sin dejarlo de ver, esta vez el castaño bajo la mirada.

———Yo... no lo se——— dijo con la mirada gacha y con mucha vergüenza.

———¡Como no vas a saber Tony! ——— grito el rubio ya alterado.

———¡Te soy completamente sincero! ——— grito el castaño aun con la mirada en el suelo ———¡No se mierdas tome esa vez! ——— Steve suspiro pesadamente.

———¿Por qué? ——— pregunto el rubio en un hilo de voz y Tony levanto la mirada, pero Steve miraba a otra dirección ———¿Por qué lo hiciste? ——— volvió a pregunta, pero Tony no respondió ———¡RESPONDE DE UNA BUENA VEZ, TONY! ¡¿POR QUÉ LO HICISTE? ——— grito y Tony volvió a agachar la cabeza.

———Porque pensé que te habías hartado de mí y que por eso te marchaste del albergue——— respondió con un hilo de voz haciendo que Steve lo mirara ———Como dejaste de ir por un tiempo, pensé... pensé ese era la razón por la que te habías marchado de ahí...——— Tony suspiro con pesadez.

———No fue por eso...——— dijo Steve y Tony alzo la mirada para verlo ———Tuve que... hacer un viaje de suma importancia para mi trabajo——— explico ———Por eso estuve ausente esos días, y cuando regrese y no te vi en el albergue... yo... me preocupe por ti...——— Tony se acercó a Steve quedando a escasos centímetros de su rostro.

———¿En serio? ——— pregunto el castaño mientras lo miraba a los ojos y Steve asintió. Tony sonrió y sin previo aviso lo tomo del rostro y lo beso, al principio Steve no correspondió el beso por la sorpresa, pero al sentir como los labios de castaño se movían de una madera deliciosa correspondió el beso.

Después de aquel beso Tony y Steve tenían una mejor comunicación, y Steve le había pedido al castaño quedarse en su apartamento, para mantenerlo vigilado y que no regresara a sus viejas andadas, Tony no reprocho nada solamente en la parte que tenía que quedarse en otra habitación y buscar un trabajo para mantenerse ocupado, pero por lo demás a Tony le encantaba la idea de permanecer con Steve.

Tony ya tenía alrededor dos semanas viviendo con Steve y esto le encantaba ya que podía tener todos los besos del rubio cuando él quisiera, lo malo era que él rubio no lo dejaba llegar más allá ya que cada vez que subía la intensidad de los besos este lo frenaba y le proponía hacer otra cosa, Tony asentía sin ganas. También llevaba una semana trabajando como ayudante de un fotógrafo de la zona. A Tony le encantaba esa vida, sin tener que estar lidiando con viejos sobre nuevos proyectos en la empresa, sin ser el centro de atención, se podría acostumbrar a esta vida más a la compañía de ese hermoso rubio que se había metido en su corazón desde la primera vez que lo vio en el albergue...