𓃠𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 2𓃠

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Eran las 10:30AM, la lluvia había finalizado hace un par de horas dejando un cielo despejado con un radiante sol. La mañana estaba siendo hermosa para así decirlo, las delicadas cortinas estaban siendo atacadas por los pequeños rayos de Sol que pasaban desde el exterior hacia el interior de la habitación.

El delicioso olor a café impregnaba toda la habitación llegando a las fosas nasales del rubio, este se encontraba en su escritorio delante de su laptop y de una taza de café que el mismo había preparado, buscando locales vacíos y que estén en buen estado para poder tener su propio imperio.

Pero, la gran pregunta del millón. Que tipo de negocio el quiere fundar en su futura empresa.
Pues simple, primero que nada el quiere algo pequeño y sencillo pero a la vez llamativo y atrayente para los clientes. Por ende, un restaurante pequeño no le vendría mal, y si ese negocio le va bien en un futuro empezará a expandirlo por la ciudad hasta poder tener negocios en el extranjero.
Loco verdad?

Miau~

El maullido de San había des concentrado al mayor haciendo que este se despegara de la computadora y viera como el gatito se posaba en su regazo pidiendo a gritos que lo mimaran.

Wooyoung: Buenos días dormilón. -Acarició su cabecita haciendo pequeños movimientos circulares en el- Te acostaste tarde ayer no? Me imaginó si te pusiste a ver la película que había dejado en la laptop.

Ríe levemente el rubio al ver como el felino juega con los dedos de este con sus patitas.

Wooyoung: Te traeré algo de comer, vuelvo ahora Sannie.

Deja al nombrado en la silla y pone dibujos animados en la laptop para que su amigo nuevo pudiera entretenerse mientras el va a la cocina a prepararle algo de comer a el.

En cuanto el mayor cruzó el marco de la puerta, desapareciendo por los pasillos de la casa, Sannie se sienta muy quieto en la silla y le presta mucha atención a los dibujos animados viendo el gráfico de este y escuchando cada voz que se reproducía en la maquina esa llamada laptop.

San: Poco....

Las pupilas del felino se agrandaron al ver cada color llamativo que la computadora le ofrecía que viera.
Un mundo nuevo había descubierto el pequeño tímido de San, su boquita estaba semi abierta, embobado por aquellos animales que salían en aquella película que el estaba viendo.

San: yo.

Término la frase que el narrador había repetido por 4ta vez desde que la empezó a ver.
Su color favorito al parecer era el azúl ya que no dejaba de ver al niño que aparecía en pantalla por ningún segundo.

San: Pocoyo.

Chilló el gatito, agachándose de cuerpo completó al escuchar la fina voz del niño que salía corriendo detrás de un elefante rosado con mochila.
Parecía un niño pequeño Sannie, un niño que estaba empezando a descubrir el mundo y más allá. Todo eso gracias a su nuevo dueño, bueno, eso parecía que era su dueño.

Wooyoung: Mira Sannie lo que te traje.

Dijo entrando por la puerta de la habitación haciendo que el gatito girará su cabecita viendo al humano con dos platos trasparentes en cada mano con varios contenidos que para el desconocía.

Wooyoung: Esto es leche. -Alza el plato izquierdo dando a entender que ese líquido blanco era la leche- Y esto es fruta, creó que los gatos no comen eso. Esperó que te guste. -Dejó los dos recipientes en el suelo y volvió a salir por la puerta para buscar su desayunó y poder continuar con su trabajo-

𝐸𝑦! 𝑆𝑎𝑛𝑛𝑖𝑒     -Woosan-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora