¿ Cómo dejé que esto pasara ?

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Pasaron seis días y en ningún momento se atrevió a llamar a Gun. Estaba triste, pero su orgullo también había sido herido.

Llegó a decirle que dejaría todo con tal que lo eligiera a él, sin embargo se negó y lo dejó en ese cuarto frío y destrozado por su ira.

Ni siquiera se dignó a atender otra llamada que no sea la de él. Fue regañado por su manager ya que ni siquiera se había molestado en presentarse a trabajar. Pero por suerte logró que tuviera algo de espacio en su agenda para descansar esos días.
Sabía que Off con ese humor sería aún más problemático para trabajar con los demás, y no iba a arriesgarse a que otro escándalo se armase.

Off conocía perfectamente a Gun como para saber que tampoco lo llamaría, por eso decidió dejar pasar un tiempo antes de volver a verlo. Tal vez más calmado y con la cabeza en frio podrían volver a hablar. Después de todo siempre terminaba escuchandolo.

Luego de esos días transcurridos decidió ir hasta el departamento de Gun. Sabía que probablemente no lo querría ver, que quizás ni lo escucharía, pero tenía que hacerlo.

Era tan caprichoso y obstinado como él, por eso le había dado un tiempo para que pudiese poner en orden las ideas en su cabeza. Pero no podía aguantar más, necesitaba ver su rostro, necesitaba escuchar su voz, así le cierre la puerta en la cara, así lo maldiga y vuelva a enojarse con él...

Estaba bien, estaba bien con tal de verlo, escucharlo, darse la oportunidad de hablar claramente sobre como él se sentía en realidad.

Las palabras que le gritó la última vez seguían torturandolo en su mente...

"¡ Si te vas ahora y cruzas esa puerta entonces realmente todo habrá terminado... !"

" Si te vas, ni siquiera pienses en volver a verme..."

Se arrepintió tanto de haber dicho eso, pero no podía volver el tiempo atrás...

Baja de su auto y se detiene a ver una vez más antes de subir, el cuarto ventanal del quinto piso, aquel de cortinas color blanco que decoraban su habitación.
Se había vuelto una costumbre para él y no se cuestionaba el porqué.

Conforme iban pasando los pisos en el ascensor trataba de ordenar las palabras en su cabeza. De que manera empezar...

¿Qué debía decirle? ¿Cómo debía actuar? ¿Si estaba con ese idiota en ese preciso momento...? ¿Qué debería hacer?

Finalmente el sonido del ascensor le avisa que llegó a su destino y lo despeja de todas esas cuestiones.

Camina hasta la puerta blanca con la enumeración dorada en ella y coloca la clave que ya sabía de memoria. Pero ésta es rechazada.
Vuelve a intentarlo una vez más pero nuevamente es incorrecta.

- ¿Qué diablos? ¿Que le pasa a ésta porquería?- maldice a la maquina

Lo intenta de nuevo comenzando a perder la paciencia, pero el sonido vuelve a indicarle que la clave es errónea.

Era conciente de que Gun estaba enojado con él, pero no tanto como para cambiar la contraseña de su casa.

Siguió probando una y otra vez hasta que un señor se acerca hasta él.
Era un hombre mayor, de unos sesenta años tal vez.

¿ Has venido a ver el departamento ?

- ¿ Eh ? ¿ A ver el departamento ?- pregunta confuso.

Si, escuché que el precio de la renta es bastante razonable- continúa el mayor

- Disculpe, no entiendo, ¿ Y el chico que vivía aquí ?

Ohh ese joven...hace unos días, así sin más, tomó sus pertenencias y se marchó. Dejando nuevamente el departamento en alquiler. ¡ Se ve que tenía prisa por que dejó varias de sus cosas dentro...! ¿ Lo conocías ?

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