For Forever [Connevan/TreeBros]

Four

Evan regaba las pequeñas plantas del huerto de la escuela, cuidaba muy bien los arbustos de frambuesas, arregló unos hermosos girasoles y después plantó lo que en unos años sería un gran árbol.

A simple vista la escena era sumamente normal y llegaba hasta ser tierna, excepto por la parte donde Connor y Miguel se escondían detrás del gimnasio observando al pequeño Hensen.

—¿No podemos ir allá y arrancar unos duraznos?— Miguel preguntó, aburrido de seguir viendo a un enano, él solo quería comer de esos duraznos o frambuesas.

—Nada de tocar ese huerto, él se esforzó— "La Divina Comedia" descansaba en las manos de Connor, no prestaba mucha atención en su alrededor, pero aún así estaba ahí para cuidar de Evan... Y cuidar que su mejor amigo no atacara el huerto del cual Evan se había esforzado mucho en mantenerlo bonito y muy cuidado.

—AaghH~— Miguel se tumpó al piso un poco fastidiado, él tenía hambre y su amigo solo vigilaba a un niño dos años menores.

Evan por su parte estiró su cuerpo para arrancar dos grandes duraznos, eran enormes y de un precioso color en contraste... Esos dos duraznos para él tenían que ser para Cynthia Murphy. Dejo sus guantes y se lavó las manos con el agua que sobraba y de pasada lavó los dos duraznos para después salir corriendo a la enfermería.

Miguel empezó a fingur que tenía un Walki-Talki y que hablaba por el—. Mayday, Mayday, El Carboncito de Sophie* ha dejado el nido, repito, ha dejado el nido— se burló Miguel, levantándose del suelo después de Connor—. ¿A dónde vas...?—.

[...]

Unos pequeños toques llamaron la atención de Cynthia, la enfermera abrió la puerta y delante de ella apareció un pequeño niño con hermosos ojos pardo y un cabello rubio-castaño brillante, tenía una hermosa y blanca piel además de tener una cara redonda y angelicas.

—¿Evan? ¿Sucedió algo?— la castaña se hincó hasta su altura, checando la cara del menor.

—No, pero...— Evan sacó los dos duraznos que estaban detrás de él...

[...]

La casa de lor Murphy estaba un poco sombría y era porque Connor y Cynthia no habían hablado desde que haboan llegado de la escuela.

—¿Estás enojado porque Evan me regaló duraznos a mi y a ti no?— pregubtó la mujer, recibiendo un bufido por parte de su hijo.

Si estaba molesto, muy molesto y su madre no ayudaba nada.

Carboncito de Sophie* en multimedia.