Sí...

551 51 0
                                    

Harry y yo estamos en una misión en Italia. Al parecer los canales de Venecia se están usando para transportar una nueva y extraña droga por toda la ciudad.
No tenemos mucha información, pero hemos bebido una increíble cantidad de vino y visto los más hermosos atardeceres de nuestras vidas.
Esta tarde ambos estamos sentados tomando una copa de vino y hablando de todo y de nada. Harry sabe mucho sobre muchas cosas y todo lo que ha vivido en Kingsman es increíble.

 Harry sabe mucho sobre muchas cosas y todo lo que ha vivido en Kingsman es increíble

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El toma mi mano y sonríe.
-Sabes porque supe que eras perfecta para ser Lancelot?
-Uh? Por qué?
-Porque aunque tenias muchos problemas jamás usaste el favor que te debia Kingsman para pedir dinero, trabajo o lo que fuera solo pediste tu libertad.
-Asi que me estabas espiando? Sabes por todo lo que pasé?
-No te estaba espiando. Yo solo quería saber de ti, tú padre salvó mi vida y tú realmente te metías en cada problema.
-Por que nunca te acercaste a mi?
-No debía hacerlo. Pero tú si lo hiciste y es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Dice el y acaricia mi mano entre la suya.
El radar que colocamos en los canales emite un sonido y sabemos que hay algo pasando por debajo de ellos en este momento.
Nos apresuramos, Harry se viste de buzo para revisar las secciones más profundas y yo monitoreo su cámara y los radares.
Hay algo extraño detrás de él, parece un pequeño submarino.
-Galahad, hay un objeto a detrás de ti. Le digo por el radio incorporado en el traje.
El trata de alcanzar el submarino pero va demasiado rápido así que solo le coloca un rastreador. Voy por una lancha y Harry sale a la superficie, juntos seguimos la ruta del rastreador.
El submarino desaparece y Harry vuelve a bajar detrás de él.
-Lancelot, hay una especie de guarida submarina. Necesito refuerzos me dice por radio.
Ya con mi traje de buzo voy con el y en efecto hay una guarida submarina. Entramos detrás del aparato que lleva la droga y la habitación que actúa como cámara de entrada filtra toda el agua. Podemos sacarnos los cascos de oxígeno y mientras avanzamos descubrimos un laboratorio y toda una red de distribución de la
extraña droga debajo del agua. Esto es una locura. No es algo que haya visto jamás.
El jefe de la banda y que se encuentra dando órdenes en el laboratorio es quien sospechábamos y es el Jefe de policía de Venecia. Claro que es obvio el conoce estos canales mejor que nadie y es muy corrupto.
No podemos hacer nada ahora hay demasiados hombres armados, pero con la ubicación exacta el servicio secreto italiano podrá actuar.
Harry y yo tomamos fotografías y las enviamos,
también enviamos la ubicación exacta por radar.
Las puertas de la cámara de salida están bloqueadas así que debemos escondernos.
El espacio detrás de un par de barriles de gasolina detrás de los que estamos es muy pequeño y escuchamos pasos.
Harry me abraza contra su pecho para reducir el espacio que ocupamos y escondernos mejor. Puedo sentir su corazón muy agitado. Esta muy nervioso, nunca lo había sentido así.
Los guardias pasan sin vernos y cuando las puertas de la cámara se abren aprovechamos para salir, salimos al agua y nadamos a la superficie.
No han pasado ni cinco minutos y botes y buzos de la policía y servicio secreto italiano están aquí listos para entrar al escondite submarino.
Subimos a su bote y  la directora, una bella Italiana de ojos negros y cabello negro como la noche nos da las gracias no sin antes coquetear descaradamente con Harry.
Harry es muy cortés para detenerla o quizás es que le gusta. Eso me hace sentir una súbita rabia....celos...mierda!
-Deberías venir a celebrar este triunfo Galahad, amore... le dice ella tomando su mano.
-Por supuesto pero es la agente Lancelot quien descubrió el submarino y eso nos guió aquí. Dice Harry.
-Claro, tú también estás invitada. Dice ella sin siquiera mirarme porque no despega la vista de Harry.
Tengo ganas de empujarla al agua a ver si se calma.
-Me encantan los ingleses...son tan elegantes...mmm...un piaccere para la vista. Le dice ella. Y eso es todo lo que estoy dispuesta a oír.
-Estoy cansada y sucia. Me voy al hotel. Buenas noches les digo a ambos y bajo del bote a la lancha. Veo que Harry camina detrás de mi pero ella lo detiene del brazo y el regresa con ella y sonríe y eso es todo, enciendo la lancha y conduzco al hotel.
Que carajos fue eso? Harry, cabrón, Hart. Te gustó mucho la italiana? Pues quédate con ella! Pienso muy celosa.
Que clase de perra coquetea en medio de una misión como esa?
Llego al hotel y me quito el maldito traje de buzo, mojado y sucio.
Pongo un poco de música suave, abro el agua caliente de la ducha y me meto más enojada que nunca.
El agua caliente me relaja un poco y suaviza mis músculos. Solo quiero irme a casa.
Cuando por fin mi mente ya está un poco más calmada empiezo a enjabonar mi cuerpo y me dejo llevar por la dulce voz de la música. Pero de repente me sobresalto al sentir unas manos en mis caderas y grito.
Me giro y está Harry desnudo mirándome confuso.
-Lo siento...te asusté? Creí que me habías escuchado entrar. Puedo darme un baño contigo? Me dice sonriendo.
-Pensé que estarías con la italiana aún. Le digo molesta y me volteo dándole la espalda. No quiero ver su tonta y hermosa cara después de haber estado coqueteando con esa mujer.
El se acerca a mi y vuelve a poner las manos en mis caderas y besa mi omoplato.
-Estoy aquí... susurra.
-No me toques... le pido y suspiro.
El retira sus manos de mi y también suspira.
-que pasa mi amor? Me dice volteándome despacio para que lo mire.
-Por que no te quedaste con ella? Le pregunto molesta y cruzo lo brazos sobre mis pechos desnudos para que el no los mire.
-Y para que iba a quedarme con ella? Me dice el confundido.
-Ah pues no lo sé...cómo te llamó amore y dijo que eres un placer para la vista y después dejaste que toqueteara tus brazos y te quedaste allí sonriéndole. Pues pensé que a estas alturas ya serían muy amigos o algo más.
-Estás celosa? Me pregunta.
-Que dices Harry? Por supuesto que no! Si quieres irte con esa zorra italiana hazlo.
Le digo tratando de mantener mi dignidad.
El sonríe y agita la cabeza. Se acerca a mi y vuelve a poner sus manos en mi cintura.
-Aunque dices que no estás celosa yo se que lo estás Kate...pero créeme que no tienes por que. Ella solo estaba siendo amable.
-Demasiado amable. Le digo tratando de empujarlo por el pecho pero él tiene esa absurda fuerza que hace que no pueda moverlo.
-Si...quizás demasiado amable y un poco extrovertida pero no me interesa...Kate, Ella no me interesa, no me importa nadie que no seas tú. Dice el y busca mis labios pero yo giro el rostro.
-Te quedaste con ella. Le digo en tono de reproche. Se que me estoy portando como una niña pero Harry es mío y esto es algo que no puedo manejar, no sabia que podía ser tan celosa y no me gusta sentirme así.
-Mi amor, ella es la directora de esta misión. Debía cerrar nuestro trabajo. No me quedé para socializar. Se que esto es difícil pero tienes que confiar en mi por favor...yo no haría nada que pueda lastimarte, dije que quería hacerte feliz y cuidarte y me duele ver que esto te lastima...yo no quiero que nada te haga daño. Siento si no fui más cortante con ella te juro que no fue por nada personal solo trabajo. Tu eres lo único personal que tengo en la vida.
Puta madre! Porque tiene que ser tan lindo y lo elocuente.
Yo lo abrazo, así desnudos, piel contra piel bajo el agua caliente.
El me acuna en sus brazos.
-Si estaba celosa...susurro a su oído.
-Lo se...me dice tranquilo y acaricia mi espalda despacio.
Levanto la mirada para encontrarme con sus lindos ojos avellana, que son mi hogar y mi lugar favorito.
El se acerca a mi y me besa.
Nuestras bocas se encuentran impacientes, nuestras lenguas danzan y nuestras manos acarician.
Nuestro amor y la forma en la que nos deseamos se vuelve tangible dentro de la ducha. Sus besos transitan mi cuerpo y mis manos el suyo. Nuestros cuerpos son uno, el placer y el amor se funden y también se vuelven uno.
En sus brazos todo se puede arreglar, en sus brazos todo se siente bien.

A la mañana siguiente Harry y yo volvemos a Londres

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A la mañana siguiente Harry y yo volvemos a Londres.
Kingsman nos felicita por el éxito de la misión y brindamos.
Harry alaba mi trabajo pero yo creo que el es el mejor, el jamás deja de ser profesional ni aunque sienta celos y yo en ese sentido aún no tengo tanto autocontrol.
Después cada uno se dedica a su trabajo. Yo sigo entrenando con JB, mi perro que no tiene ni un gramo de perro policía y
Cada día se pone más gordo pero así lo amo.
En la noche no busco a Harry porque salió a tomar una copa con Merlin.
Camino a casa escuchando música y disfrutando del cielo rojo y gris.
En casa preparo algo ligero de cenar y me tumbo para tratar de leer un libro pero fracaso y me quedo dormida no se por cuánto tiempo. Despierto cuando Harry me está llevando en brazos a la cama.
-Harry...a que hora llegaste? Le pregunto aún un poco adormilada.
-Acabo de llegar. Me dice y percibo su aliento a whisky.
-mmm...bebiste mucho? Le pregunto bostezando cuando el me deposita en la cama.
-Si..dice y sonríe. Se quita la gabardina, la chaqueta y se acuesta junto a mi en la cama.
-Y que celebrabas? Le pregunto. Su cabello está alborotado y sus ojos turbios por el alcohol aunque no está borracho si está un poco alegre.
-Celebraba una decisión. Me dice mirándome a los ojos.
Yo lo miro confusa mientras el busca algo en el bolsillo de su camisa.
De repente saca un anillo. Que carajo? Pienso para mi misma.
-Kate...se que está no es la forma más romántica de pedirlo pero no quiero esperar. Tampoco pienses que lo hago porque estoy borracho. Solo estoy feliz de estar contigo, de que me ames y de amarte como nunca imaginé que amaría a alguien.
El se arrodilla sobre la cama y toma mi mano. La besa y pregunta.
-Te quieres casar conmigo Kate Unwin?
-Que? Le digo súper sorprendida y apenas despertando al 100% en ese momento.
-Quizás no podamos casarnos de forma civil pero quiero que seas mi esposa ante Dios. Quieres que sea tu esposo? Me pregunta.
-Si...si quiero. Le digo súper emocionada.
El pone en mi dedo un costosísimo y elegante anillo y besa mi mano.
Se acuesta otra vez frente a mi. Nos miramos sin hablar solo sonriendo, yo acaricio su cabello alborotado y el mi mejilla. El amor que tenemos el uno por el otro no necesita etiquetas o anillos sin embargo me conmueve la idea de Harry de querer darme algo seguro aunque siempre deba ser un secreto para Kingsman.

Continúa...

Lady Kingsman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora