Ladrón del tiempo

7

...... Es tarde, el cuerpo de Boomer sigue en ese lugar donde dejó el mundo. Sigue cubierto; Alexandra no ha llegado, pero no tarda en venir, no hemos podido decirle por teléfono que ha muerto.Es tan doloroso poder ver su pequeño cuerpo sin vida, es como si el se fuese como una pequeña ave, una ave colorida y con vida que vuela a lo alto de nuestro universo.
Faltan 15 minutos para que Alexa llegue, me he puesto a escuchar música para controlar la agonía de mi corazón; el momento llegó, cuando ella pasó por esa puerta no sabía como reaccionar, entrar con esa alegría que la caracterizaba cada vez que llegaba y mi pequeño Boomechino la recibía se había desbordado como un río en verano, él ya no había salido, y ella preguntó " - y mi ¿Boomer?-"
Yo no pude responder sólo corrí al lugar en el que su cuerpo descansaba inerte y frío como las noches de invierno.
Sus ojos de Alexa se veían idos y con el alma rota, vi su alma proclamar un último suspiro de agonía hacía su mejor amigo Boomer.
Nuestros ojos se encontraron y me pedía una explicación, no podía hablar, se me cerraba la garganta con las lagrimas que aguantaba.
Mi abuelo fue el que le explicó lo sucedido, y nos miró con odio y desprecio, mirada que vi el mismo día cuando la abuela murió, una de culpa que cala tu alma para siempre...
Cabamos un gran profundo agujero en la tierra, del tamaño de boomer, pusimos una pequeña manta antes de meterlo en el agujero, cuando tomamos su cuerpo estaba muy pesado, pero seguía siendo él, llevaba al rededor la manta que me regalaron y que mi hermana robó del armario para dárselo a Boomechino, no me molesta, se que estará bien con la manta que le gusta.
Cada uno de nosotros tomo un puñado de tierra y se la lanzamos (parecerá patético, pero no solo era un perro, el era familia); nos despedidos de él y finalmente tapamos su pequeña tumba, que se encontraba a un lado de un árbol pequeño, pequeño como el, con la misma edad.
Al parecer no podriamos solo enterrar a una persona de nuestra familia, se fueron dos, y duele, duele como el infierno, y quema como el hielo.
Extrañaré su compañía, sus ladridos y hasta sus locuras, extrañaré el alma tan pura que tenía, no merecía morir de esa manera, pero la vida me esta dando el dolor al fuego vivo.
Te extrañaré Boomer... Te recordaré hasta el final de mi esencia, de mi vida.