El rubio ceniza no podía sentirse más que amenazado ante la atenta mirada de la pelirosa, está se le había quedado mirando cuando todos se fueron a almorzar, algo que el también quería hacer, por un demonio ya no la soportaba.
— ¿Que? ¿Quieres pelear? —le dijo a secas a la otra.
— Bakugo, si sigues tirando bombitas al aire y miras como estas caen sin hacer nada más —se acercó al otro para golpear con su mano la mesa donde se encontraba al ojo rubi — no conseguirás nunca a Midoriya.
— Oí, ¿quien mierda te dijo que te metas en lo que no te importa? —le contestó irritado ante las palabras de la marciana rosa.
— Bueno, lo hago cuándo veo lo inútiles que son para hacer algo por su cuenta, en vez de estar mirando como su hombre se va por la puerta con un chico delicioso para la vista, deberían tener más de esos que tienen allá abajo, ¿Si, Bakugo? —le enfrentó sin inmutarse a la atmósfera pesada que se hizó en la sala.
Solo todo lo picante del planeta tierra sabe cuánto quería explotarle la cara a esa miserable que se atrevía a decirle sus verdades.
Carajo pensó entre todo el cenizo, tenía toda la maldita razón, pero no sabía que hacer realmente, no es como si hablará todos los días con el pecoso, había intentado manejar mejor su temperamento, solo por el chico, pero el daño ya estaba hecho, el peliverde le odiaba y el no podía hacer nada al respecto.
Todo quedó en silenció, en ello las riendas las tomó Mina, sabía que lo de la agenda se postergó hasta la semana entrante, pero de igual manera debia esperar mucho para hacer su movimiento y juntar a su pareja favorita, era su misión, aunque fuera a escondidas de las demás.
— Te ayudaré —dijo sin más, sorprendiendo al chico, pero de igual manera se empezó a ir luego de aquello dejando al oji rubi con la palabra en la boca.
— ¡Nadie pidió tu ayuda! —esperaba que la mapache le haya escuchado de alguna o otra forma, pero, no le molestaba lo suficiente la idea de hacer algo más para cambiar lo actual.
Por otro lado, un bicolor buscaba por los pasillos al chico de adorables ondulaciones verdes, que por supuesto, no se atrevía en lo más mínimo a decirle de frente, era lo único en lo que no tenía nada de experiencia, el gusto hacía alguien más.
Suspiro cuando ya había dado demasiadas vueltas dentro del edificio, después de todo sería muy raro que el pecoso estuviese en algún lugar más que por el área de los héroes, así que decidió salir afuera a tomar un poco de aire, al parecer no podria almorzar junto a Midoriya de nuevo.
Además estaba algo molesto, el pelinegro que resultó ser hermano del pequeño peliverde andaba tras este todo el día, algo que realmente le irritaba demasiado, y más con las cara que el mayor le hacía. Lo único que agradecía es que Yō estaba en el curso de héroes 2-A por lo tanto, no debía soportarlo en las clases, era un gran alivio, de lo contario no podía asegurar que no le mataria si se sigue acercando demasiado al chico de sus sueños, y si, no parecía que al más grande le importara que el de ondulados cabellos verdes fuese su familia, podía verlo, como también sentía a un tremendo rival a quien debería quemar como congelar.
Las risas de la persona que lo tiene en las mismísimas nubes resonó por el lugar, era demasiado a pasible.
Aunque todo eso cambio cuando vio quien acompañaba a su hermoso chico.
Tanto bicolor como morado chocaron miradas, de guerra, ambos sabían que eran amenazas posibles.
— Oh, Todoroki-kun —llamó la atención el pecoso, cambiando el semblante del otro casi al instante, y casi como un cachorro buscando los mimos de su amo, se acercó a la pequeña colina donde estaban sentados el dúo — ¿Ya comiste?
— Eh, sinceramente no.
— Ya veo —le miro para luego sonreírle como siempre — podemos comer ambos del mío, traje suficiente.
— Esta bién, gracias Midoriya —su labios se curvaron, mientras el peliverde le daba de comer, si aquello era un sueño, que el viejo no se atreviera a despertarle.
— ¿Quieres que te acompañe a la cafetería por tu charola? —le preguntó el pelimorado al otro, en sus adentros sonreía burlón, si el otro le contestaba a su pregunta era cuestión de minutos para que se fuera.
El mitad peli blanco sabía aquello, así que sonriendo, negó con la cabeza, haciendo irritar al pelimorado de sobre manera.
Por otro lado la guerra de miradas entre un pelirrojo y un pelinegro seguía en las mismas desde hace minutos.
— ¿Que ocurrió allí? —pregunto Momo mientras veía a ambos chicos preocupada.
— Al parecer Kirishima-san quiere la bendición del hermano de Midoriya-san para casarse con el en el futuro, kero.
— ¡Porque es lo que un hombre hacé! — murmuro por lo bajo Jiro, haciendo referencia el como le dijo el pelirrojo aquello a Yō.
— Y luego Yocchan le dijo que ni en sus más profundos sueños —dijo Hagakure.
— ¡Es injusto! Pero aún queda la aceptación de la madre de Deku-kun, no te desanimes Kirishima-kun —apoyó Uraraka hacia el otro.
— ¡Eso, Eso! —apoyo un entrometido Mineta que también analizaba la situación, aunque fuese ignorado por las demás.
Momo solo atinó a mirar como se desenvolvian los hechos, sin saber lo que se estaba perdiendo a las afueras de la cafetería.
— Hai Hai, chicas —llegó emocionada una pelirosa.
— Mina-chan también esconde cosas.
— ¿Eh? ¿Que cosas dices Ura-chan? —terminó por decir mientras iba a buscar su comida, la hora libre estaba a punto de terminar.
En la mesa del dúo que estaba en disputa, las cosas tenían un rumbo acalorado.
— ¿Y porque no? —pregunto una vez más Kirishima al otro que le miraba burlón.
— Porque es mi angelito, mi cielito, no se lo voy entregar a alguién con intenciones fuera de todo aquello —dijo seriamente el pelinegro.
— ¡Eso es mentira! ¡Yo respeto a Midoriya como se lo merece! —dijo irritado.
— No me importa, va a seguir soltero hasta los ochenta. A lo máximo, me veré obligado a ser yo quien se case con mi enano.
— Pero, eres su hermano hombre.
— Shh, no mates el momento, puercoespín.
— ¿¡Que!?
Y de esa manera fué un mediodía más en la preparatoria yūei, lo ajetreado se vería en algunos días más, cuándo deberían comenzar a mudarse lo más rápido que pudieran.
ESTĆS LEYENDO
š±šššš-ššššš± įµįµįµįµĖ£įµįµįµįµĖ¢
FanfictionIzuku Midoriya siempre fue hijo Ćŗnico, oh bueno, eso es lo que el creĆa. Para colmo es el menor, pero lo peor de todo, es que su hermano mayor es alguien que ya conocĆa. - š»š šš ššĢ... -šš šššš ššššššš šš ššš¦šš ššš šš...