🌱𝕆𝕟𝕚𝕚-𝕔𝕙𝕒𝕟🌱 ᵈᵉᵏᵘˣᵗᵒᵈᵒˢ

O7

El peliverde creyó que el alejarse de su madre le mataría muy rápidamente, porqué sin duda su comida era la mejor del mundo, al menos para el. Con suerte la veria los fines de semanas, eso si no tenían algún taller en específico, que ocurría cada tanto y no tan seguido por el posible ataque de la Liga de villanos. Pero por otro lado, había cierta discordia, porqué aunque se mudase y todo a los dormitorios de la Academia, tendria cerca a su supuesto hermano mayor.

— No es justo, quería vivir en el mismo piso que Izu-chan —resongo el pelinegro mientra subía una de sus cajas al camión de mudanza, al fin y al cabo tendrían una larga estancia en el Instituto, y debían llevarse hasta los muebles.

Agradecido con el de arriba pensó el pequeño de alborotados cabellos verdes, era lo único que al parecer, estaba a su favor, que Yō tenía que vivir en el dormitorio de los de segundo año A. Mientras que el por obviedad estaría con su compañeros de clase, como también había algo sumamente importante, Todoroki estaría a unos pasos de su persona, no estaba todo tan mál.

Eso sí, tendría que sobrevivir a los insultos de su mejor amigo durante todas las horas de las semanas.

— Yocchan no olvides cuidar de tu hermano, suele ser muy descuidado con el mismo.

— Si mamá, lo se de antemano —dijo burlándose el más alto, mientras pasaba uno de sus brazos por los hombros del peliverde.

Claramente el mayor se refería a cuándo el más bajo se enfrentó a el sin miedo alguno para conseguir la licencia de héroe.

— Se cuidarme solo, así que no te preocupes demasiado mamá —dijo sonriendo el chico, mientras que por otro lado el pelinegro debia soportar el pellizco que el más bajo le estaba dando a su mano.

— Bien, déjenme que los llevé, el camión ya salió para su Academia —dijo sin más, para ir a buscar el auto.

— Chibi-chan eso duele.

— ¿De que estas hablando, Onii-chan? —mencionó mirándole los más puro que podía al otro.

¿Lo mató o no lo mató? Pensó internamente el pelinegro mientras trataba de no dejarse llevar por esas esferas color jade.

Era fin de semana, pero las cosas estaban muy movidas por los senderos de la Academia entera, los estudiantes se estaban mudando lo más rápido que podían, a petición del director Nezu.

— Joven Midoriya —le llamo All might al pecoso que bajaba las cajas del camión junto a su hermano, que tenía la residencia al lado de la suya.

— Oh, ¡All might! —dijo feliz el chico en forma de saludo, por aquellos tiempos su mentor ya tenía su imagen esquelética pública.

— ¿Necesitan ayuda? —preguntaba con su sonrisa de mil soles.

— Descuide, ya casi terminamos sensei —terminó el pelinegro, mientras hacia una reverencia hacia el mayor y sonreía sin más.

— Esta bien, si me necesitan estaré cerca de aquí, sigo verificando las residencias junto a Aizawa —dijo mientras se retiraba y seguía su camino tranquilamente.

Mientras que el par de chicos que bajaban sus cosas del vehículo se ponían de acuerdo en que si la tasa de All might era de uno o del otro, los demás chicos de la residencia primero A llegaban junto a sus familiares, quienes les ayudaban con algunas cajas.

En ello cierto pecoso se quedó en las nubes, porque cierto chico de cabellos bicolor se encontraba en las puertas de la residencia con apenas un pijama, al parecer ya había algunos que se habían mudado el día anterior. A ojos de Midoriya, el ser más perfecto.

Bendita sea la cama en la que te hicieron Todoriko Shoto pensó mientras trataba de no sonrojarse y parecer decente.

Pero hay algo que dicen que se trata del sexto sentido, por ejemplo entre familiares, Yō solo atinó a maldecir por no tener el don de matar a alguién con la mirada, el aura oscura que rodeaba al chico era indescriptible, pero intento disimularla como solo el sabía hacer y sonreír. Así que tranquilamente, dejo caer sin querer la tasa por la que se encontraba peleando con su querido cielito.

— Ups.

— Onii-chan, eres un jodido hombre muerto, ¿lo sabias?

— ¡Fue un accidente! Tranquilo bola de algodón —se alejaba lo más que podía del peligro de muerte, quizás no debió sacrificarse asimismo de esa manera.

— ¿Midoriya? —se escucho una voz somnolienta a espaldas del pecoso.

Creo que ahora me cae bien pensó nervioso por tener una figura de acción de All might casi clavada en su abdomen.

— ¿Si? Todoroki-kun —la expresión del más bajo de los tres presentes cambio muy drásticamente, debía mantener la imágen.

— Buenos días —dijo con su voz gruesa y una apenas visible sonrisa, en teoría al tipo no le importaba estar en un pijama que contradecía en total forma a su padre, sí, el bicolor llevaba una vestimenta de estampados de All might.

Se llevó una amena charla, por ello el pelinegro aprovecho la ocasión de que su pequeño hermano estaba en su burbuja, para irse muy masculinamente.

— Definitivamente, a esto le puedo llamar tener suerte —hablaba para si misma una pelinegra de largos cabellos, esta se encontraba en la ventana de su habitación con unos binoculares mirando la escena del TodoDeku.

A ojos de la chica parecia una escena de pareja al levantarse a la mañana, mientras que uno tenía su pijama puesta y el otro se había levantado temprano para hacer el desayuno, en otras palabras, era la gloria.

— ¿Ves eso? No eres tu porque eres idiota, y deja la escoba en el suelo Bakugo —decía Mina mientras le señalaba sus pendejadas al rubio que tenía cara de querer matar al invierano.

— ¡Callate mapache!

Varios de los camiones que tenían cajas, así como muebles, iban quedando vacíos, otros ya se iban y así sucesivamente. El sol empezaba a esconderse, y las habitaciones antes desoladas ahora tenían pertenencias de alguién. Pero había algo que al menos los profesores no sabían, y que era mucho mejor que no lo supieran, como Aizawa por que mataría a cada uno. La siguiente noche, es decir, día domingo, habría una fiesta para todas las clases de la Academia.