04 Cap

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IV

-en serio te dejo desnudo en tu cuarto? - mi mejor amigo dice mientras una carcajada se escapaba de sus labios escandalosamente, llamando la atención de algunos estudiantes que pasaban por el pasillo

-te puedes callar dan? Eres un puto escandaloso- digo avergonzado, el me mira pícaro

-así no me decías anoche, más bien me decías que gritara más- sube y baja las cejas repetidas veces, Gruño fastidiado pero no respondo ha su comentario

-ho vamos Ryan no te pongas en esa, sabes que bromeó- suelto un suspiro y tomo los libros de mi casillero

-no me molesta dan. Es solo que es humillante que una chica te deje de esa forma- el se afinca al casillero cerrándolo en mi cara, estuve apunto de protestar pero me detuve al momento que ví la seriedad en su rostro

-nunca esperes nada de paz vólkov hermano, ella no es lo que crees- y sin decir más se va por otro lado, me quedo quieto analizando sus palabras un momento

-el tal vez tenga razón- me digo a mi mismo y empiezo andar camino a mi aula.

Justo al cruzar por la esquina una cabellera rubia y una cara de mala muerte me pasa por el lado sin siquiera notar mi presencia, la volteo a ver indignado y apretó la mandíbula al ver que ni siquiera eso hizo.

Estuve apunto de ignorarla igual que ella a mi pero mi orgullo me jugo en contra

-hey! Paz espera!- ella no voltea ni a verme y continúa su andar a la salida, me discuto por unos segundos en si seguirla o entrar a clases y cuando esta apunto de llegar a la salida tomo mi decisión y solo la sigo.

Salgo al patio de la universidad y la puedo ver entrar a un callejón que se encuentra a una cuadra de donde estoy, respiro hondo y tomo valor para dirigirme hacia allí.

Al entrar no puedo evitar arrugar la nariz con cara de desagrado, ahí bolsas de basura por todos lado, sin pensarlo mucho entro con la espalda recta tratando de parecer más seguro de lo que en verdad me siento, todo esta húmedo y el olor no es muy agradable sin embargo no me detengo y llego casi al final

-paz?-  volteo a todas partes pero no logró encontrarla, suspiro y pienso que todo fue en vano cuando su voz se escucha al fondo de este

-quien eres?- su voz suena seria y autoritaria pero eso no quita lo sensual que es su acento natural

-paz? Soy Ryan, no me recuerdas?- sueno más nervioso de lo que quería aparentar y un leve temblor en mi labio se hizo notar

-Ryan he? No conozco a ningún Ryan- trato de controlar el golpe que esas palabras le causaron a mi orgullo y rápidamente ese aútocontrol se transforma en molestia y eso su vez en irá

-No conoces a ningún Ryan?.. Soy al maldito idiota que dejaste desnudo en su casa ayer! - ella sale de una esquina que no había notado y me mira pensativa

-eres el que siempre usa pasamontañas? - yo la miro indignado

-no!-

-entonces eres el que tiene linda moto? - apretó la mandíbula y me abstengo de responderle con una grosería

-espera, espera! Ya se! Tu eres el que se la pasa en la fuente del centro- y ahí si explotó

-maldita sea! Soy tu estúpido compañero de clases!- ella se pone seria nuevamente y el trueno que suena a nuestras espaldas la hace ver mas escalofriante.

La lluvia no se hace esperar después y comienza a caer una pequeña llovizna, ninguno se movió de su lugar, incluso cuando la llovizna se convirtió en una fuerte lluvia en cuestión de minutos, empapandonos por completo

-para que me sigues, Ryana- yo apretó los puños molesto sin embargo me respuesta sale muy suave

-es Ryan- creí no me habría escuchado pues la lluvia ya caía con mas intensidad convirtiéndose en una fuerte tormenta, mi respuesta fue su sonrisa burlona

-disculpa Ryana,  no te he oído- ella sonríe satisfecha al ver mi reacción

-te molesta te llame así? Ryana? Porque no me corriges- casi oigo mis dientes rechinar por la molestia y aun me pregunto porque reaccionó así por sus burlas, antes de anticiparlo o dejarla responder me acercó de una manera rápida y brusca acorralandola contra la pared

-soy.. Ryan- digo lentamente, tratando de mantener un poco de control

-aún no te oigo Ryana- Justo cuando esas palabras abandonan sus labios explotó. mi mandíbula se tensa y mi puño se estrella con demasiada fuerza en la pared al lado de su rostro.

Noto sus ojos oscurecer y su sonrisa borrarse, lo que no espera era lo siguiente.

Sus labios chocaron con los míos en un feroz beso que seguí al instante, la fuerza que usábamos era de rabia y excitación descomunal, podía sentir su lengua luchar contra la mía en una búsqueda de control y cuando sus dientes atraparon mi labio con fuerza un jadeo escapó de mi, de manera rápida enrollo sus piernas en mi cintura y por reflejó la sujeto por su suave y provocador trasero.
Dejo un beso en mi cuello y se acercó a mi oído para susurrarme unas perversas palabras.

-entonces hazme gemir ese nombre- mi boca no tardó en encontrar la suya nuevamente después de oír sus deliciosas palabras, la empujó con fuerza contra la pared haciéndola gemir, mis labios atacan su cuello sin compasión y agradezco que ese día usará una falda corta campana pues esta permitió mas rápido el acceso a mis curiosas manos, sus jadeos y gemidos no se hicieron esperar cuando mis dedos empezaron a juguetear por encima de su ropa íntima, sacó mi mano de su intimidad y le apretó un ceno con mas fuerza de la que debía, un gemido de dolor abandonó sus labios el cual fue interrumpido por los míos.

La beso salvajemente ya impaciente de poder enterrarme en su interior, ella me aprieta contra su cuerpo volviendo más fogoso cada frote.

-hazlo ya!- me grita excitada por sobre la lluvia y no se de donde saco tanto atrevimiento pero me acercó a su oído y con voz ronca le susurró

-ho! Lo siento pero yo no se de que hablas- ella me mira desconcertada sin embargo lo caliente del momento no la deja quejarse

-follame Ryan!- yo sonrió malicioso y dejo suaves besos por su cuello

-suplicamelo- ella gruñe en protesta, se le hace difícil no ser la dominante en esta ocasión pero al parecer eso le excita pues su súplica no tardó en llegar

-maldita sea Ryan! Follame por favor, te lo suplicó- sonrió al ver el control que tengo sobre ella en este momento, doy un rápido beso a su labios y con una sonrisa maliciosa desabrocho mi pantalón

-lo que pida mi amante- sin decir nada más muevo a un lado sus bragas y de una sola embestida introduzco todo mi miembros en su feminidad.

Ella suelta un gemido y rasguña mi espalda, empiezo a embestirla sin piedad contra mi cuerpo, en poco tiempo ambos nos sumergimos en un increíble placer.
Ha pleno día, en un callejón cerca de la universidad y bajo una gran tormenta que es la cómplice ya que esta misma ahoga nuestros fuertes gemidos...

Fuck LOVE.!! !

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