Mientras tomo mi equipaje pienso en las cosas que me esperan en este nuevo país, en esta nueva ciudad y con mi madre. Mis padres se habían conocido mientras mi padre era un estudiante de intercambio, que quería estudiar medicina en una de las mejores universidades de Nueva York y mi madre estudiaba leyes solo por darle gusto a su padre. Mi madre estaba a cargo de hacer el tour inicial para los nuevos estudiantes de intercambio y fue ahí en donde se llamaron la atención, después de graduarse mi padre le propuso matrimonio a mi madre y le pidió que viviera junto a él en Corea. Mi madre por sentir algo de libertad, ya que se sentía asfixiada por su padre dijo que si, así que a los 3 meses mis padres ya estaban casados y viviendo en Corea. Mi padre el reconocido doctor Jeon Young-soo trabaja en el hospital Nasaret International de Incheon y mi madre Julie Jones Ackerman cuidaba de mi en casa. Después de lo sucedido con mi tío, mi madre prefirió regresar a Nueva York ya que no soportaba estar cerca de la familia de mi padre, así que llegaron aún acuerdo, yo estaría con mi padre hasta cumplir dieciocho años ya que no tenia ni pasaporte ni visa y después de eso me iría a con mi madre a terminar mis estudios. Mi madre al regresar a Nueva York retomó sus estudios, terminó su licenciatura y ahora era una abogada. Hablaba con mi madre cada fin de semana por Skype pero yo sentía que en ocaciones era frustrante para ella por las diferencias de horario.
Ya con mi equipaje en la mano, me hago camino hasta salida del aeropuerto, mirando y esquivando a las personas, algunas hablando por teléfono y otras simplemente están en su mundo. Mientras bajo por las escaleras eléctricas puedo ver la salida, pero lo que me llama la atención es ver a mi madre con un cártel que dice "Bienvenido a casa Dae-hyun Jeon Jones" me ruborice al leer eso, pero me alegraba ver a mi mamá con tan radiante luz, al terminar de bajar las escaleras y caminar hacia ella, sentí su calor y aroma que había perdido hace varios años.