Chicos Antes Que Flores (Eric Secharia & Tu)

Chicos Antes Que Flores (Eric Secharia & Tu) - Capitulo 4

Estaba en un balcón de la azotea de la escuela, lo había encontrado cuando estaba buscando las aulas, me pareció un sitio tranquilo y eso me gustó. Utilizaba este sitio para gritar y despejarme un poco. Buen uso, ¿eh? 

- ¡¡Los M5 son moscas!! - grité. - ¡Si nacen con una cuchara de plata en la boca, deberían esar agradecidos y ser buenas personas! ¡Es una molestia nacional que un mal agradecido como tú, Eric Secharia, sea el sucesor del grupo Phoenix! Te lo advierto, no te cruces en camino. El dia que te tenga que llamar superior, ¡me tiraré por el balcón!

- Aouh.. - alguien bostezó por detrás mío. ¿Había alguien más aquí? ¿O qué había sido eso? Me dí la vuelta y miré hacia las escaleras que habían, encontrandome con unos pies en lo bajo de ellas. Con que si hay alguien aquí. ¡Que vergüenza!  

Un chico se levantaba mientras abría sus brazos y se estiraba, estaba claro que estaba durmiendo antes de que mis chillidos le despertaran. Me quedé mirandolo, hasta que me di cuenta de que era uno de los miembros de M5.

- A.. Anthony.. -susurré. 

- Qué escandalosa - dijo mientras subía las escaleras. - Hay tanto ruido que no puedo dormir. 

- Lo siento.. pensé que no había nadie - agaché mi cabeza. 

- ¿Es eso cierto? 

- ¿Eh? - pregunté confusa.

- ¿Te tirarás?

- Es.. la cosa es.. - le miré.- ¿Lo escuchaste todo? 

- ¿Sobre qué?

- Me refiero a..

- ¿Las moscas? - me sentía realmente avergonzada. Caminó hasta mi lado y se asomó al balcón y luego se fue. 

Me quedé ahí hasta la hora de comer, cuando sonó la campana bajé hasta lo que era el comedor. Me acordé de la primera vez que lo pisé, antes de lo ocurrido con aquel chico y su intento de suicidio. Se respiraba el mismo ambiente, además del rico olor de la comida y la buena pinta que tenía, pero si había algo a lo que me negaba era a comerla. No podía permitirmela, así que antes de salir esta mañana de casa, me preparé una friambrera con mi comida. Me apresuré a conseguir un asiento y empecé a comer mientras observaba todo. Era algo rústico y con bastantes macetas con flores bonitas. Las mesas eran de madera y las sillas iban a juego con estas. Realmente me gustaba, era diferente. 

- ¿Qué es ese olor? - escuché decir a alguien a mi lado, cuando levanté la mirada me encontré con el grupo de chicas que me advirtieron sobre los M5.

- ¡Apesta!

- Oh, aquí está. - dijo una de ellas mientras ponía su vaso con cola en frente de mi. 

- Oh, dios, mio. Terrible. - decía Ginger. 

- Oye, estudiante transferida. ¿Por qué estás comiendo esa comida de baja calidad cuando hay una tan cara aquí? 

- ¿Qué? - pregunté. Realmente me daba igual lo que dijeran.

- ¿Entonces?

- Una comida que vale más de $50 es una molestia en mi familia. 

- Así que, ¿planeas seguir comiendo ese almuerzo ta apestoso?

- Sí, lo planeo.

Ginger sacó un frasco de perfume y lo roció por mi mesa y mi alrededor, intenté que no le cayera a mi comida con mis brazos, pero de un momento a otro dejaron de prestarme atención y fijaron sus miradas en la puerta del comedor. Ahí estaban, otra vez ellos. Los ''gran'' M5.

- ¡Son los M5! ¡AH!

Todos fueron a verles mientras yo seguía comiendo. Menos una chica que acababa de hablarme.

- ¿Puedo probarlos? - me preguntó mientras estaba por meterme un trozo de rollo de tortilla en mi boca. 

~

- ¿Ella es de Alemania? - preguntó Ga Eul.

- Si, es muy guapa. Pensé que era una muñeca o algo así. - le contesté.

Hoy no teníamos mucha faena en el restaurante, se estaba tranquilo.

- De todos modos, es grandioso que ya hayas hecho una amiga. Estaba preocupada de que pudieras ser una solitaria. - reímos a la par. 

- Soy una solitaria. - me puse seria.

- ¿Qué?

- Soy una marginada. - le dije.- pero estoy agradecida de no llamar la atención. Estoy pensando en quedarme en una esquina hasta que me gradue. - Ga Eul me agarró del hombro y me dió la vuelta haciendome quedar en frente de ella.

- ¿Quién eres tú? ¿Qué ocurrió con nuestra _____? - no entendía que quería decir. - La que me protegía de los malvados hijos del dueño del jardín de infancia, la que se peleó contra pandilleros en la escuela de secundaria. Todo eso fue el trabajo de la chica justiciera: ______. ¿Qué pasa?

- Entonces, ¿qué puedo hacer? Mi madre me matará antes de que cree problemas y sea expulsada de la escuela.

~

- Piensas, ¿que estoy desperdiciando los pepinos? - me dijo mi madre, la cual estaba poniendome pepinos por toda la cara, según ella esto era como el tratamiento de un salón de belleza.- Tu padre quería comer crema de pepino pero yo los estoy invirtiendo todos en tu rostro. 

- ¿Qué clase de inversión estás haciendo con los pepinos? - le pregunté.

- ¿Le dará este tratamiento una piel preciosa? Incluso el peor chico de tu escuela sigue siendo el mejor candidato en cualquier agencia de matrimonios. Si es así, entonces por supuesto que es una gran inversión ¿No crees cariño? 

- No me molestes. Estoy afinando artisticamente la orilla.- dijo mi padre mientras acababa de planchar mi uniforme. 

- ¡Mamá, para! - me levanté.

- Mírate, mírate. - se acercó, los pepinos que habían en mi cara desaparecían por que me los estaba comiendo. 

- No seas tan desagradecida. - susurró mi padre.

- ¿Y por qué estás planchando eso? Te dolerán los brazos de planchar todo el día. 

- A pesar de que he trabajado en una tintorería durante 15 años, ésta es la primera vez que veo ropa tan fina. La gente común no puede usar este tipo de ropa, ni si quiera en el día de su boda. ____, cuando se trata de ropa como ésta, tu puedes pensar que la ropa es quien manda.. Ten cuidado cuando te sientes y te levantes. Ten mucho cuidado de que no se manche, ¿entendido? - rió.- Esta ropa hermosa es de mi hija. No hay forma de que puedan dolerme los brazos. Estará bien. - el se sentía contento. Se le notaba, sin embargo a mi esto me fastidiaba bastante.

Era tan extraña toda esta situación, me levanté y me metí en el baño para lavar mis dientes.

- La Chica Justiciera _____ no ha muerto todavía. ¡Marginada de esta manera, oprimida de esa manera y tratada de ese modo! Yo diré lo que pienso. - le decía a mi reflejo en el espejo. - M5, ¡desde mañana estáis muertos! - y seguí lavando mis dientes.