El colegio Beauxbatons es un pequeño y perfecto reino privado, en que todo parece tener un orden. Al menos, hasta que la mala suerte de Harry Potter trae de regreso a una criatura que no se ha visto desde la época de Nicolás Flamel.
Fanfiction slash...
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Cuando Draco le dijo que ayudaría a Dixie con su maquillaje y peinado, ingenuamente, creyó que saldría de bastidores, para dirigirse a su puesto en el palco de la cour, y si asistía a la obra, tenía una pequeña posibilidad de observarlo, en secreto. Sólo había dos fallos en su perfecto plan.
Harry no sabía disimular.
Draco había decidido sentarse junto a él, en el espacio del público regular. Y en el otro lado, tenía a Franchesco, que ladeaba la cabeza y le dedicaba miradas inquisitivas cada poco tiempo, como si pretendiese conseguir una explicación al por qué les sucedía aquello.
Explicación que no tenía, además.
De eso, hace ya un largo rato. Dixie era una belleza ágil sobre el escenario, vibrante, luminosa bajo las luces que apuntaban directo a ella, al vestido blanco con que representaba a una triste Odette. Verla bailar era introducirse a un sueño, a un mundo mejor. Había estudiantes que incluso contenían el aliento.
Harry, por su parte, no puede dejar de pensar en la criatura enorme que los alcanzó en el Laberinto, tan pronto como el espíritu se desvaneció. La huida resultó igual que la primera; los hechizos comunes no resultaban, era veloz. Draco lo había subido al abraxan e hizo que fuesen por delante de él, mientras intentaba que el suelo se agrietase y atrapase a la criatura. Saltó sobre el lomo de Solair unos metros más allá, rodeando a Harry con los brazos en su intento por tomar las cuerdas. Salieron volando de ahí.
Él tenía problemas para recordar cómo se respiraba. Sin un rastro mágico, sin una pista de la criatura. Lo único con que contaban era su memoria y las notas de Nicolás. Draco le comentó la idea de colocar el recuerdo en un Pensadero para enseñarlo a Madame, pero se hacía tarde cuando estuvieron de regreso en el Palacio, y decidieron que lo hablarían después de cumplir sus respectivos deberes. Los de él, al menos. Harry ya había terminado con los suyos, que eran los de Quidditch.
La razón por la que Franchesco terminó involucrado era que él asistía a las obras, en general, y se encontraron. ¿Qué iba a saber que Draco se sentaría a su lado, por primera vez, en cuanto hubiese terminado de preparar a Dixie?
