Epílogo

7.9K 1.4K 544
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nicolás aplaude a los jinetes que guían a los abraxanes de vuelta al suelo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nicolás aplaude a los jinetes que guían a los abraxanes de vuelta al suelo. Hace años que no pasaba por Beauxbatons para ver una competencia de cerca; la chica de cabello negro y el rubio son hábiles, ocupan los primeros lugares y parece ser usual. Tienen seguidores entre el público, incluso.

Hay uno, en particular. Demasiado obvio. Cuando el jinete llamado Malfoy se baja del abraxan, este chico salta la barrera de seguridad de las barandillas para correr hacia él. Se le abalanza encima, riéndose. Malfoy lo hace girar en el aire, atrapado en un fuerte abrazo. Por el ángulo, sólo alguien observador notaría que se besan por unos segundos, antes de que lo deposite de regreso en el piso.

El alquimista sonríe para sí mismo. Se inclina hacia un lado, besa la mejilla de piel apergaminada de su esposa, y le indica que volverá en unos minutos. Ella asiente con una sonrisita y lo despide, lanzándose un beso al aire en cuanto se aleja; el gesto le trae recuerdos. Lo hizo una vez, siglos antes, cuando era un adolescente torpe e inseguro que colocó una corona de flores en su cabeza. Entonces, para decirle adiós y desearle suerte en las carreras del próximo torneo, ella le arrojaba un beso igual a ese.

Su corazón todavía se entusiasma como el primer día.

La última semana del año escolar en Beauxbatons es una fiesta bien estructurada, como el propio colegio. Un pequeño y perfecto reino, para aquellos que sepan sobrellevarlo y apreciarlo. Él lo hace. Se promete volver el siguiente también, porque algunas obras se presentaron a comienzos de las funciones y no las vio. Invitará a Penny y las mirarán juntos.

Ese año, sin embargo, no es la diversión y maravilla, ni la búsqueda de un talento entre los estudiantes que se especializan en Alquimia, lo que lo lleva hasta allí. Puede que sí acompañe a su esposa a ver El Lago de los Cisnes, su obra favorita después de El Cascanueces, y que haga un par de preguntas sobre los destacados en su rama de la magia, pero no, su asunto principal es otro. El mensaje.

"La semilla está germinando"

Nicolás se había echado a reír cuando leyó el pergamino, sorprendiendo a su Penny, que se inclinaba sobre su hombro para leer también. Había llegado con una lechuza del colegio francés y era obvio por qué.

Esa traviesa criaturita. Otra vez, hizo de las suyas.

Tan pronto como alcanza el laberinto, se desvía por su sendero preferido, el que tiene las flores rojas a las que puedes pedirles armar un ramo, sin cortarlas, y que le gustaba regalar a Penny de joven. Debería llevarle algunas cuando regrese. El Árbol de Invierno es una visión preciosa, alzándose frente a él, invadiéndolo con su frescura natural.

Y ella está ahí. Sentada en el banco debajo del árbol, con las manos sobre el regazo, la constitución traslúcida, la expresión suave y feliz. Nicolás se sienta a su lado, ahogando un quejido por sus viejos huesos. Uno pensaría que no está en edad de llevar a cabo tareas de celestina, pero la verdad es que le encanta saber que ella aún lo hace por su cuenta.

El espíritu del Árbol de Invierno le sonríe. Con un gesto, llama a la criatura negra, el enorme perro deforme y de pies gaseosos, que se acerca a ambos. Le palmea la cabeza y lo desvanece con un giro de muñeca. Es una excelente construcción mágica, en su opinión.

—Fueron el chico Malfoy y ese que lo felicitaba hace rato, ¿cierto? —Al oírlo, ella asiente. El anciano se esfuerza por contener la risa—. ¿Igual que con nosotros?

Ella sigue sonriendo al volver a asentir.

—Si viven setecientos años también, estarán juntos esos setecientos años —Luce convencida. Como le dijo algo similar a él cuando empezó a salir con Penny, no duda de ella.

—Parecen buenos chicos.

—Lo son. Un poco torpes.

—Como todos a su edad —Ambos se ríen.

Hay una historia secreta en Beauxbatons, que rodea el Laberinto y el Árbol de Invierno, cuyo espíritu se despierta frente a la magia universal que desprenden las personas hechas para estar juntas. De momento, sólo ha reaccionado frente a dos parejas.

Una, fueron Nicolás Flamel y su esposa Perenelle.

Otra, Draco Malfoy y Harry Potter.

Claro que, si él dejase constancia de ello en el colegio, el efecto no sería el mismo para la siguiente pareja. Era mejor que permaneciese así. Pronto, ella se iría a dormir y no despertaría hasta percibir a los otros, los siguientes, fuesen quienes fuesen.

Siempre había alguien que necesitaba un empujoncito.

Aller droit au coeurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora